BOLÌVAR MURIÒ CON LA DECEPCIÒN A FLOR DE PIEL.


Frases para la historia
      “AL FIN PODRÈ DESCANSAR”

 Simón Bolívar Quinta San Pedro Alejandrino. Santa Marta. Diciembre de 1830.
 LA DECEPCIÒN:
 “Al fin podré descansar", dijo horas antes de su hora final a sus edecanes que lo acompañaban. Los últimos meses habían sido de profunda decepción por la ingratitud de la gente a la que había dado libertad.
“Aré en el mar y sembré en la arena", dijo en medio de los dolores físicos producidos por una avanzada tisis. Sus palabras reflejan una profunda frustración, sus luchas por 20 años se convirtieron en su decepción y en   tiempo perdido. Nuestra historia es la memoria de las frustraciones colectivas e individuales, proyectos que no llegaron a ninguna parte, empoderamiento de la ruindad, de la perversión, de la codicia desbocada. Aunque nos cuesta aceptarlo vivimos inmersos en una espesa niebla de pesimismo.

 Simón Bolívar es nuestro referente histórico y al final de sus días comprendió que todo su esfuerzo por lograr la Independencia se redujo a un proyecto frustrado (La gran Colombia) y a la entronización de una nueva clase social que nació del huracán de la guerra.
La carta que en 1830 dedicara al General Juan José Flores, el primer presidente constitucional de Ecuador, en la que le hiciera diversas recomendaciones. Entre otras precisiones, tropezamos con el siguiente pasaje:
“He mandado veinte años, y de ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos: 1. La América (Latina) es ingobernable para nosotros; 2. el que sirve una revolución ara en el mar; 3. la única cosa que se puede hacer en América (Latina) es emigrar; 4. este país (la Gran Colombia luego fragmentada entre Colombia, Venezuela y Ecuador), caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada para después pasar a tiranuelos, casi imperceptibles de todos los colores y razas; 5. devorados por todos los crímenes y extinguidos por la ferocidad, los europeos no se dignarán conquistarnos; 6. si fuera posible que una parte del mundo volviera al caos primitivo, éste sería el último período de la América (Latina)”.

Para Bolívar, América contradice el esquema evolutivo de la historia, ya que camina hacia el estado primitivo. Las luces y la civilización son finalmente derrotadas. Luego de siglos, Europa se retira de América. Según da a entender que la civilización no llega y la barbarie se impone.:
Bolívar se resistió a asumir una dictadura, aunque profetizó que iban a germinar en el caos. Sólo aceptó presidir un régimen dictatorial por poco más de un año y con la finalidad de regularizar la situación entre la frustrada convención de Ocaña y el congreso que se apuró a convocar.
En diciembre Bolívar llegó a Santa Marta y se instaló en la quinta de San Pedro Alejandrino, fatigado de tanto "arar en el mar" y gravemente enfermo.
 En pocas líneas encontramos sentencias demoledoras y, sobre todo, vigentes, con algunos de sus peores augurios ya consumados. Para muchos puede resultar chocante leer esa retahíla cargada de pesimismo del Padre de la Patria.
Visita a San Pedro Alejandrino 2017

"Jesucristo, Don Quijote y yo, hemos sido los más grandes majaderos de este mundo", exclama amargamente y angustiado se pregunta "Mi gloria. ¿Que dónde está mi gloria? ¿Quién me la arrebatado?”. El médico que lo atendía a la cabecera de su cama, el francés Alejandro Próspero Reverendo ya les había advertido a sus acompañantes: Con mi más profundo sentimiento les participo que la enfermedad del Libertador no tiene remedio". Además, el grande hombre había perdido las ganas de vivir. Estaba muy lejos de esa gallarda fortaleza que exhibió al paso de los Andes o cuando cruzaba a nado los caudalosos ríos de los Llanos. Por ello sus soldados lo apodaban "Culo de Hierro".
 Visita a San Pedro  Alejandrino con mi esposa Nubia  febrero 2017

También preparó su testamento "colombianos: Mis votos son por la felicidad de mi patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".  Murió el 17 de diciembre de 1830 Su féretro fue llevado a la ciudad y en su Catedral fue velado durante dos días. Finalmente, sus gloriosos restos fueron llevados a Caracas, donde descansaron hasta que llegó Chávez en su locura y los utilizó para prácticas primitivistas de brujerías y cambió las facciones de su rostro.
 Todo es una tragedia y parece que no estamos conscientes o estamos acostumbrados a  tanta demencia política que no da descanso, ni paz. Ni siquiera al Padre de la Patria.






Comentarios