LA BATALLA DE SANTA INÈS.
“Solo si sabemos cómo piensa el enemigo lo podemos vencer” ·
“Cuando se está cerca, se debe parecer lejos, cuando se está lejos, se debe
parecer cerca. Se muestran carnadas para incitar al enemigo. Se finge desorden
y se lo aplasta.”
Sun Tzu (El Arte
de la Guerra)
10 de diciembre de 1859 se conmemoran 162 años de la Batalla de Santa Inés.
Se considera una batalla planificada hasta en sus más mínimos detalles.
Ezequiel Zamora se proyecta como un excelente estratega militar
EL TEXTO ES UN EXTRACTO
DEL LIBRO “CONVERSACIONES CON EL GENERAL EZEQUIEL ZAMORA” DE MANUEL MONASTERIOS
G.
CAPITULO
SANTA INÈS
José Ignacio Charquet y las trincheras de Santa Inés.
HABLA EL GENERAL ZAMORA:
__La llegada de la gente de Guanarito que tenía su fuerza económica en el
abigeato, me puso en contacto con bárbaros como Martín Espinoza y sus
fieras, pero también llegaron personajes muy preparados como el Licenciado
Francisco Iriarte, quien además de tener los conocimientos jurídicos y
doctrinarios indispensables para el momento, era un hombre que hablaba y leían
muy bien el inglés y el francés, lo nombramos como Secretario de Guerra y le
correspondió redactar el proyecto de Constitución del Estado Soberano de
Barinas.
___ Con él llegó un ingeniero, dibujante y pintor llamado José
Ignacio Charquet, se entusiasmó con nuestra revolución Federal y se vino a
Venezuela. Charquet me dijo un día:
___ ¿General me regala unos minutos para pintarle un retrato?
__ Le dije que no tenía tiempo para eso.
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Retrato de Zamora hecho por Charquet. |
__ Sin embargo, a pesar de mi negativa, aprovechó ciertos momentos y tomaba
sus apuntes y en realidad me hizo el retrato. El joven pintor oyendo lo que
hablaba, sobre la forma de preparar la gran batalla, en las conversaciones que
tenía con otros oficiales, observando mi preocupación me dijo:
___-General, con todo respeto, pero yo tengo la forma cómo podemos dar esa
batalla y acabar con el ejército godo.
__Por mis estudios profesionales y mi afición por la historia militar, he
dedicado algún tiempo al estudio de los modelos de fortificaciones en
trincheras, usadas en las guerras napoleónicas.
____ He leído muy bien los informes al respecto y el modelo es aplicable en
estas sabanas.
____Me hablo de la Guerra de la Galias, de la capacidad militar de Julio
Cesar, de la llamada guerra del Peloponeso hasta llegar a las Guerras
Napoleónicas.
__ De inmediato capté que lo importante de esta estrategia era hacerle
creer al enemigo que el ejército estaba en retirada y llevarlo a una emboscada
como conejos.
__ Me explicó con lujo de detalles, el sitio de la Torres de Vedras, (1810)
donde los portugueses construyeron bajo la dirección de ingenieros británicos
para combatir a las tropas de Napoleón Bonaparte.
__ Le di mi aprobación, con la condición de planificar toda la batalla al
detalle. Así empezamos a montar con meses de anticipación cada paso de la
batalla a dar contra los centristas. Todo dentro del mayor sigilo, no quería
que nadie se enterara de lo que planificábamos, pues esta guerra ha estado
presente, como nunca, los espías.
__ Los Federales teníamos un “musiu “llamado José Bradford, que
representaba los intereses económicos de las compañías norteamericanas
negociantes de mercancías y sobre todo compradores de cueros de ganado y
venados. Así como el cacao y el añil generaron grandes riquezas para los
mantuanos durante la colonia. A partir del gobierno de Páez la siembra de café
y la caña de azúcar representaron la riqueza republicana. En los llanos de
Apure y Barinas la riqueza hoy está representada por el ganado. En los últimos
años los precios de los cueros de ganado han adquirido gran valor y en Nueva
York la fama de los cueros del Orinoco, como se les denomina, se cotiza a muy
buen precio. Ese es uno de los intereses que manejan algunos extranjeros en
esas tierras llaneras como Morton y Bradford. Simpatizaban con la Revolución
Federal y nos favorecían con información de primera mano.
__ A ellos le interesaba que le garantizaran la libertad de comercio y se
declaraban neutrales para comerciar con los dos bandos en pugna. Me vi
obligado a expedir un decreto para regularizar y garantizar este comercio, lo
cual nos favorecía mucho. En Barinas alimentábamos las tropas con pan elaborado
con la famosa harina de Kentucky, el cual traían los barcos de estas
compañías.
__Cuando fui nombrado jefe militar en Ciudad Bolívar, conocí a
los representantes de estas casas comerciales, pude comprobar lo jugoso del
negocio, se cotizaba a puerta de corral a 23 pesos el quintal de cuero de
ganado y a 30 el quintal de cuero de venado. Ese año sólo por el mercado
de Angostura salieron 382.000 del total de 597.000 de ganado que exportó el
país y 80.000 cueros de venado.
_Esa actividad generaba impuestos para el gobierno y una vez constituido el
gobierno de la Federación, ingresaron en nuestras arcas. Esos impuestos
del gobierno centralista, luego pasaron a ser de la Federación.
Se organiza el gobierno autónomo de Barinas.
___ Enseguida que entramos a Barinas iniciamos la organización del Gobierno
Federal, convocamos a la Municipalidad, como la institución representativa del
pueblo soberano. Sus integrantes investidos de su representación legal, se
pronunciaron a favor de la autonomía del Estado Federal de Barinas, dotándolo
de su propia Constitución y Leyes, de su Ejército Federal, de un Poder Judicial
y Electoral autónomos y de sus ingresos propios, así rompimos de hecho y
de derecho con el gobierno central.
___ Barinas pasó a ser una nación autónoma, de acuerdo al principio de la
Soberanía de la confederación, diferente a la Venezuela que manejaban los godos
en gobierno central. Nos dirigimos a los consulados de las naciones extranjeras
ubicados en la Ciudad de Nutrias, solicitándole el reconocimiento de sus
respectivos gobiernos, de acuerdo al ordenamiento de la Sociedad de las
Naciones. Al mismo tiempo le garantizábamos la seguridad de sus nacionales y sus
derechos comerciales. Además, la navegación por los ríos de la región.
___Todo esto encuadrado dentro de los principios de Libertad, Igualdad y
Fraternidad como dogmas de la nueva república democrática federal. Como pueblo
civilizado el 26 de mayo expedí un decreto en Barinas donde señalamos
claramente que los Estados Federales existentes hasta ese momento, no
reconocían como enemigos suyos sino a los que atentaban de hecho contra la
independencia del nuevo Estado. Nadie fue perseguido por emitir opiniones
políticas contrarias a la Revolución. Es contrario al derecho de gentes que se
persiga a los ciudadanos por discrepar de nuestro punto de vista, así lo
consagra la Constitución vigente en los territorios federales. Todos los
ciudadanos gozan de inmunidad mientras no conspiren contra el Estado Federal.
Incluso el decreto contemplaba que el ciudadano, José Antonio Páez, vecino de
Tucupido, gozaba de inmunidad a pesar de sus actos contarios al gobierno
federal, garantizándole como corresponde a sus derechos ciudadanos.
__Pusimos en práctica nuestros principios fundamentales, aún en medio
de la guerra. Para lograr el reconocimiento de otras naciones tenemos que
actuar ajustados a los principios y tratados firmados por la República de
Venezuela, también necesitamos el respaldo y reconocimiento de los liberales del
mundo, de los partidos liberales existentes en muchos países.
Organizar el Estado Federal.
___Organizar las finanzas del nuevo Estado Federal era una prioridad, los
libros de cuentas habían desaparecido, no se sabía que había ingresado a las
arcas, revisar los impuestos ordenar las cuentas, sin olvidarnos que teníamos
encima al ejército del gobierno central, que estábamos preparando una batalla
decisiva.
__ El 18 de mayo ocupamos Barinas y desde el primer momento nos
dedicamos a organizar un gobierno, redactar y sancionar una Constitución
adecuada al credo de nuestra predica federal. No podemos descuidar las
acciones militares, distraer al enemigo, ordeno persecuciones, para mantenerlos
a raya. Hago creer a los centristas que nuestro objetivo inmediato era tomar el
camino hacia el centro. Organizamos la toma de Guanare, después de tantos meses
me entrevisté con el General Juan Crisóstomo Falcón, quien había desembarcado
por el Palito y tenía como Comandante de Operaciones al General Wenceslao
Casado, de San Sebastián, necesitábamos unir esfuerzos para dar batalla en
el lugar escogido.
¿Por qué escoge el pueblo de Santa Inés?
__A pesar de todo lo que habíamos hecho en búsqueda del parque y de las armas
necesarias, no estábamos ni siquiera en condición de igualar el ejército
centralista. Teníamos gente de machete y lanza, pero no teníamos suficiente
armamento. Estaban concentradas las tropas de todo el país bajo el mando del
veterano General Pedro Estanislao Ramos y como Jefe de Estado Mayor al coronel
Manuel Vicente de las Casas, estaban bien dotados, con tres divisiones
disciplinadas, uniformadas, con su “rancho” completo. Nosotros ya teníamos
bastante adelantado el plan con Charquet, quien hizo unos dibujos, que luego
llevó a planos, de cada una de las trincheras en el lugar exacto en que
debían ser hechas, con las medidas precisas. Después de estudiar el terreno
llegamos a la conclusión que el mejor sitio era el pueblo de Santa Inés, lo
conocí cuando tuve que ponerle preparo a Martín Espinoza, está en el lado oeste
río Santo Domingo, con suficiente trecho para maniobrar. Es como poner un falso
a un toro cimarrón y llevarlo al botalón.
___ El paso más abajo es muy profundo y peligroso, para un ataque de
sorpresa, había un solo camino, que hacía más fácil, que el “Grande
Ejercito” de los centristas, “mordiera el peine” y nos persiguiera creyendo que
estábamos en retirada hacia el sur, había que cuidar la retaguardia por el
camino de Nutrias, pero eso lo cubría el Comandante Pedro Manuel Rojas, hoy
Coronel, después que destruyó en Nutrias la División de Brito que tenía como
misión, atacarme por la retaguardia y cortar la retirada.
__Me moví con el grueso del ejército de Barinas a Guanare, se constituyó el
Estado Federal de Portuguesa, con su respectivo gobierno autónomo. Dejé a
Charquert trabajando en las trincheras, con mucho resguardo para evitar fuga de
información. Los centristas tenían pesquisas de que nos preparábamos para
dar pelea en algún lugar de los caminos hacia el centro. Habíamos logrado unir
las fuerzas que comandaba Falcón, teníamos mejores armas, estratégicamente
teníamos tomado el camino de Barinitas. El General Falcón era partidario de
avanzar hacía el Centro, no estaba muy informado de mi estrategia y tampoco lo
quise discutir por razones de seguridad, solo le dije que tenía un plan, que
tuviese confianza en que ese ejercito quedaría destruido y se nos abriría el
camino para alcanzar la victoria.
Se unen los dos ejércitos bajo el mando militar de Zamora.
El General Falcón me conoce y sabe que no hablaba por hablar, esa no
es mi debilidad, tengo por costumbre hablar poco sobre mis planes, creo en la
sorpresa para que el enemigo no tenga tiempo ni de reaccionar. La lengua les
sirve a los vendedores de ilusiones, a esos que la prensa llama demagogos y los
llaneros les dicen “Canta bonito”. A esos usted los oye hablar y lo
“encantan” a uno, pero a la hora de ver los resultados son como los gallos
flacos, pura pluma.
__Con el respeto que me merece, así es Don Antonio Leocadio, hombre
para escribir bonito, para hablar bien, pero en lo que oye un tirito no
encuentra hueco donde meterse. En el 47 la policía lo encontró escondido dentro
de un horno de hacer pan. Qué pena para un hombre que con un gritico movía
a todo el país y los oligarcas hubiesen tenido que correr en el 47.
___El General Falcón más confiando en mi habilidad militar que
sabedor de mis planes se unió en la contramarcha hacía Barinas, todos creían
que saldríamos al encuentro de los godos, cuando se enteran de la contra orden
y piensan en la retirada, se notó cierta desmoralización, me vi obligado a
arengar a las tropas prometiéndole que les llevaría a la victoria, mis palabras
levantaron el ánimo. Lo mismo hizo el General Falcón, la suerte estaba echada,
solo era cuestión de tiempo poner en práctica por primera vez un plan
preconcebido, donde todo estaba calculado. Enfrentar soldados bien armados y ganarles la pelea.
Ese era el tamaño del desafío que teníamos los Federales y lo cumplimos.
__Iniciamos la contramarcha haciéndoles creer a los centristas que huíamos,
que no queríamos dar combate, llegamos al caserío Caroní en las orillas río
Santo Domingo a lo lejos por el rumbo de Obispos de veían el resplandor de los
campamentos godos. Al segundo día dormimos en el caserío de La Palma y el
tercer día llegamos al pueblo de Santa Inés como lo teníamos previsto.
Organización de la batalla.
____El ingeniero Charquert se había vuelto un “cachicamo” en los
alrededores de pueblo, dos leguas de defensas con trincheras que no se veían a
simple vista, entre cada trinchera, se hicieron unas picas que permitía que los
combatientes cambiaran de una a otra, sin salir al campo. Todo estaba en
los planos tal como lo habíamos pensado.
__En la primera trinchera estaba en la salida del pueblo, sobre un
caño llamado el Palito, la defendió el coronel Rafael Petit, de Coro, con
una división de 200 hombres, entre cuyos oficiales figuraba el comandante
Francisco Cumare.
___De cada lado de esta trinchera construimos otra sobre un terreno anegadizo,
un pantanal de “madrevieja” donde el que caía quedaba atollado con bestia y
aperos de guerra, defendidas por el coronel Amador Armas y el ingeniero
Charquert, el constructor. El General Petit defendía la trinchera más grande, a
su derecha la defensa del trapiche bajo el comando del General Trías, del
coronel Juan J. Mora y del General Ortiz. Por el mismo lado empezaba una cadena
de trincheras en forma de trapecio, para mejor movilización de los soldados,
comandadas por Aranguren, Paz, Bruzual, Díaz, García y Henríquez.
Habíamos construido seis trincheras en la banda izquierda exactamente en su
forma de trapecios, comandadas por Prudencio Vásquez con una división de 300
hombres, su ayudante era el capitán Desiderio Escobar y los comandantes Freytes
y Montilla. Más adelante casi al frente de La Palma, estaba otra formidable
defensa manejada por el caraqueño Comandante Martín Franco, valiente liberal
que me acompaña desde el 52 en mis quehaceres militares.
___Había otro pequeño trapiche donde debían empezar las acciones, con el coronel
León Colina, el Coronel Jesús María Hernández y el comandante Varguillas.
___Todos eran jefes muy “bregaos” a quienes conozco muy bien y pedía
confiar en sus capacidades y valentía a toda prueba, una cosa es pelear a campo
abierto y otra es “entrincherao”, no todo jefe tiene el aguante para sentir la
balas que silban a centímetros de la cabeza y calcular el momento exacto para
aplicar la defensa disparando lo menos posible y engañando al enemigo
haciéndole creer que ha conquistado la trinchera y que ya el mandado está hecho
y sabe que más adelante le espera otra trinchera , con fuego al frente , por la retaguardia y
por los costados. Esa es una trampa bien montada, una vez que el enemigo pisa
el peine, caen como “coporo en ribazón”
__El General Juan Crisóstomo dirigía la jefatura central desde Santa Inés
__Mi estrategia en Santa Inés fue la misma que utilice en San Lorenzo.
Defenderme para debilitar y luego tomar la ofensiva en el momento en que el desgaste de las tropas
centristas lo indique, con la diferencia que todo lo pudimos planificar con más
cuidado, centrándonos en el sistema de trincheras. Creo que fue la primera vez
que se utilizó con planificación detallada de cada acción.
__Santa Inés no es obra de un jefe, simplemente es una demostración que en
la guerra es necesario que todos metan el hombro, un ejército en batalla es
como esos relojes que ahora vemos en las torres de las iglesias, de las
ciudades grandes, para que den la hora es necesario que toda esa maquinaria se
mueva cuando le corresponde, ni antes, ni después. Cada pieza es importante, falla
una y se para el reloj, así es la batalla y el ejército. Agregándole una buena dosis de valentía,
mucha audacia, disciplina, obediencia en el cumplimiento fiel de las órdenes,
fe en las ideas que nos mueven y absoluta confianza en las decisiones que toman
los jefes son las mejores. Si un país se pudiese manejar así, no sería muy
difícil gobernar, se planifica, se ordena, se obedece y todo sale bien. Pero
no, gobernar un país y tener éxito es una empresa en mucho más difícil que
ganar la Batalla de Santa Inés o cualquier otra batalla. Un país no es un batallón, ni una división, ni
es un cuartel, los habitantes somos ciudadanos primero que soldados. Con libertad
de pensamiento, derecho a no estar de acuerdo. Si en la guerra se manifiesta
desacuerdo, la solución es el consejo de guerra y el fusilamiento. En la
sociedad y en la nación los desacuerdos se solucionan conversando, buscando las
coincidencias, tolerándonos. Este concepto hay que enseñárselo a la gente.......
Bibliografìa Libro "Conversaciones con Ezequiel Zamora" Manuel Monasterios. 2010
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