El socialismo del siglo XXI es una sistema incapaz de satisfacer las necesidades bàsicas del venezolano


                     EL HARTAZGO ´
                     (Se cansa uno)


Estoy harto de Maduro, de Diosdado, de Padrino López, de Maikel Moreno, de Lucena. Estoy casado de polìticos corruptos Se cansa uno de ver a la oposición tirando palos de loco y siempre nadando para llegar a la misma orilla. Se obstina uno del cinismo, de la mentira de comprobar la docilidad del hambre. Se cansa uno de tener diagnósticos sin tratamiento adecuado. Ya no se soporta comprobar como se muere en nuestro país por falta de una medicina o de atención hospitalaria.
 Y lo que faltaba, se obstina uno al comprobar que todos los males del socialismo, del populismo, del chavismo no le sirven de experiencia a los pueblos hermanos, necesitan comprobarlos personalmente. Se cansa uno de la idiotez colectiva del siglo XXI






El hartazgo en política es desazón, desilusión, como aquella canción del fallecido artista mexicano José José, donde dice que: "Hasta la belleza cansa", imaginen el cansancio frente al cumulo de males que vivimos los venezolanos de hoy, desde uno se levanta hasta que se acuesta.
En términos políticos el hartazgo es una sensación de frustración, de cansancio, de no soportar el modelo fracasado existente, de desear en lo más profundo del alma, un cambio de rumbo que se prolonga en el tiempo infinito sin resultados.
El hartazgo de estar harto de este régimen ya es insoportable y no es por capricho subjetivo, es un no acostumbrarse y rechazar desde dentro el ser gobernado por la negación de la decencia, por la gente más inepta, es comprobar como todo se deteriora y el país se hunde sin remedio.
Los Alcaldes no se ocupan ni de recolectar la basura.

Estamos hartos de la incapacidad de los sectores democráticos para encontrar una salida a tantas desgracias. Es tanta la irresponsabilidad que parece imposible un acuerdo para llegar a una transición. Si mañana se llegase a producir un cambio los factores democráticos no están preparados para formar parte de un nuevo gobierno, no tienen un plan real para esta crítica etapa, tienen tantos planes como cabezas y partidos hay. No se sabe cuál es equipo que debe asumir tamaña responsabilidad. No hay vocación de poder, hay simples ambiciones, un archipiélago de agallas con escasez de cerebro.
 Estamos hartos de comprobar que Venezuela se ha transformado en una torta que se reparten mafiosos con y sin uniforme, zonas como Barlovento, valles del Tuy, Sur de Aragua, Bolívar, las fronteras pertenecen a grupos de malandros, no hay Estado. Transitar por esas zonas es a riesgo personal y así se lo hacen saber los uniformados en los cientos de alcabalas que hay, solo son centros para la matraca descarda, pero inútiles para resolver el grave problema.
 Estamos hartos de ver como cada día mueren más venezolanos de mengua por falta de atención médica adecuada, por falta de medicinas, por el deterioro total del sistema de salud.
 Estamos hartos de tener que comer arroz y lentejas, de no tener agua, de no tener energía eléctrica, de no tener transporte. Todas las carreteras en estado de deterioro, las calles llenas de basura y huecos.

Estamos hartos de comprobar que la moneda venezolana no sirve para nada y se devalúa todos los días y el régimen sigue esa política de demolición salarial, creando un abismo entre quienes manejan dólares y bolívares. Eso si es la INEQUIDAD que pregonan los manifestantes chilenos y colombianos.
Estamos hartos de comprobar que en este país no hay Constitución, ni leyes, ni respeto a la propiedad privada.
Estamos hartos del saqueo nacional. ´ de comprobar que en 500 años no hemos dejado de ser una colonia de extracción de minerales y petróleo
Estamos hartos del aumento diario del precio de los productos,  Estamos hasta la coronilla de la especualciòn, de los bachaqueros, de las mafias militares, de la matraca nacionalde. Cansados  de  una hiperinflación que crece sin parar y de una ambiciòn desbocada.
MARÌA CORINA MACHADO
COHERENCIA.EN SU ACCIÒN POLÌTICA 

    El hartazgo no es infinito. Tiene un punto de inflexión. Uno se va hartando, hartando y hartando hasta que llega un día en el que dice: “Ya no puedo más”. Y entonces empiezan a ocurrir cosas. Este es el origen de aquella frase deja de ser parte del problema y forma parte de la solución, una nueva plataforma ciudadana está naciendo en las bases de la ciudadanía recurriendo al liderazgo coherente que nos queda. De la hecatombe moral se salvan algunos líderes opositores, aparece ese liderazgo por razones de supervivencia, cuya lógica responde a ‘si nadie se ocupa de tus problemas, ocúpate tú’. Una lógica milenaria que se ha vuelto a poner de moda en los últimos años ante el alejamiento orbital que se ha producido entre los políticos y la ciudadanía en muchos lugares del mundo, es la razón por la cual la derecha política vuelve al poder, la gente está harta de la izquierda, de los camaradas, del color rojo, del populismo, de Maduro, de los Lula, de los Correa, de los Evos, de tanto raterismo político.
 Es la toma de conciencia por necesidad y esto está ocurriendo en Venezuela, aunque no se perciba de esa manera.
El fin del hartazgo está cerca.

 ESTAMOS HARTOS DE ESTAR HARTOS. pero no nos rendimos.



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