Boves y Maduro.
. Llegó al poder absoluto gente absolutamente enferma,esa gente mesiánica, desquiciada dispuesta a matar delante de su auditorio, en directo, grabando y transmitiendo el crimen para producir un terror que tenga también fuerza de gravedad y los haga inamovibles en el poder. Gente que mata y baila, roba y baila, tortura y baila para demostrar la mundo un estado de alegría permanente y de normalidad, aunque las cámaras estén bañadas de sangre y se oigan en el audio gritos de dolor.
En qué momento nos llevaron al cruel pasado, a lo peor que hemos vivido, como se pierden 200 años y nos volvemos a encontrar la bárbara bota que oprime, con la frenética entrega al saqueo, al baile del piquirico a cuyo ritmo de arpa Boves pasaba a cuchillo a las poblaciones que invadía, mientras bailaba y comía.La legión infernal de los llanos y los colectivos son lo mismo Cambia el uso digital del mal, la moto por el caballo, pero el crimen es el mismo en el tiempo, los enfermos de ayer, son los sádicos de hoy, el gozo perverso y la insanía mental y del alma es la misma.
Esta locura, es consecuencia de un estado social, de una complicidad, de una cierta pasividad para convertir todo en una guachafita, en un chiste que banaliza hasta la peor crueldad, tal vez un mecanismo de evasión para poder soportar tanta bellaquería en tan poco espacio.
La inercia y el oprobio son hermanos y el chiste el lubricante.
Así somos.
Comentarios
Publicar un comentario