LA
LECCIÓN DEL FÚTBOL , JUGAR EN EQUIPO
Un
partido de fútbol no es solamente usar las piernas y las manos, no es solo
darle patadas al balón y meter un gol, un partido de fútbol es la mejor lección
para entender por qué se puede ganar o perder en la vida, por qué hay equipos
que pueden vencer y logran sus metas y otros que a pesar de tenerlo todo
pierden. Igual ocurre con las naciones.
Un
equipo de fútbol con vocación de campeones necesita un buen entrenador y sus
componentes, donde cada uno de sus integrantes cumple sus funciones como la
maquinaria de un buen reloj. El entrenador necesita una conexión permanente con
sus jugadores, buena, clara y eficiente comunicación para hacerse entender,
capacidad para guiar a sus jugadores de acuerdo con su estrategia y sus tácticas,
debe inspirar y trasmitir positivismo, confianza una buena energía, debe
conocer las debilidades para superarlas y las potencialidades para
desarrollarlas al máximo. Necesita disciplina y espíritu de equipo no puede
cada jugador querer ser el centro de atracción, debe cumplir una función para
tener éxito.
Pero hay un aspecto fundamental que requiere
la ayuda de profesionales en psicología para desarrollar en el equipo LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL.
la capacidad que tenemos los seres humanos para conocer nuestras propias
emociones. darnos cuenta de nuestras emociones en el acto, guiarlas
(manejar sentimientos para que sean adecuados) no dejarse llevar, sino más bien
llevar nuestras emociones adecuadamente.
La diferencia entre un buen jugador y una
estrella del fútbol es el manejo de la inteligencia emocional La inteligencia emocional es aquello que te permite dar
todo lo que tienes como futbolista, rendir al 100%. Un futbolista sin
inteligencia emocional no es un futbolista completo ya que no siempre usará
bien las capacidades que tiene.
Hay equipos que ante la presión se
descontrolan y de allí surgen peleas, golpes, faltas pueriles, desaliento,
tarjetas amarillas y rojas y lógicamente derrotas. En el juego se puede notar
que hay jugadores que trabajan su autocontrol y otros que se dejan llevar por
emociones y ese factor en la mayoría de los casos es la causa fundamental de la
derrota.
En
las naciones, ocurre los mismo, los liderazgos políticos son como los
entrenadores de fútbol, deben tener las mismas características de conexión,
inspiración confianza y conocimiento, pero también deben conocer y manejar
adecuadamente la Inteligencia Emocional.
En Venezuela hay líderes que no saben nada de
la inteligencia emocional, viven en el siglo pasado; otros líderes mejor
formados, saben de la existencia de esta técnica, pero no les interesa usarla,
no la consideran necesaria. Pero hay otros que sí saben de su existencia, la
han estudiado, tienen asesores en la materia y solo la utilizan con el único
fin de sacarle provecho personal, de manipular, de engañar. Así como un equipo
de fútbol necesita de un buen entrenador para ganar, una nación necesita de
buenos lideres para salir adelante.
Los pueblos necesitan desarrollar la
Inteligencia Emocional para no cometer errores que los coloquen en la cola de
los países civilizados, del progreso y la prosperidad, hay decisiones que se
toman visceralmente, con rabia, para castigar con el voto a políticos
corruptos, incompetentes o desgastados por el populismo y terminan con más
vicios y destruyendo las instituciones republicanas, la economía y la sociedad.
Decisiones donde la emoción no controlada se convierte en un suicidio
colectivo.
Hace
más de 20 años que Venezuela padece una ceguera emocional colectiva del
liderazgo y del pueblo, es quizás la única explicación que se puede dar para
entender el cúmulo de errores que hemos cometido como nación, primero al elegir
el modelo populista de izquierda radical cegados por el verbo de un liderazgo
carismático, destructivo y tóxico. Segundo para que un liderazgo opositor se le
haga imposible en 20 años articular una política que pueda devolverle al pueblo
de Venezuela el camino democrático de libertad y prosperidad, por el contrario,
cada día estamos peor, Venezuela agoniza, la población se empobreció de manera
brutal y todas las conquistas de progreso y bienestar alcanzadas con la palanca
del ingreso petrolero se perdieron. Este chasco histórico, no tiene parangón,
ni comparación alguna, de la prosperidad a la miseria y todavía parece que hay
un largo camino por recorrer dentro de este túnel sin luz. El populismo de
izquierda comunitaria inspirado en la revolución cubana acabó con la nación con
las mayores potencialidades en América Latina.
El problema venezolano se puede sintetizar
dialéctica y empíricamente, por un lado, un gobierno con un sistema eficiente
para controlar y reprimir, detener e incluso asesinar, ineficiente en buscar
cualquier solución a los problemas en medio de una crisis que crece y condena a
la desaparición de la nación
Frente al régimen hay un liderazgo opositor
que parece paralizado e incapaz de frenar y presentar una propuesta sería para
salir del gobierno. No hay acuerdos, no hay articulación, no hay unidad y se
perdió el rumbo, lo cual es altamente beneficioso para el régimen.
Que hace la oposición o qué puede hacer frente
a un gobierno que se convirtió en el problema y es rechazado por 90% de los
venezolanos, pero conserva con relativa eficacia todas las palancas del poder,
especialmente el control sobre las Fuerzas Armadas, convertidas en un brazo
armado al servicio del régimen a cambio de privilegios y prebendas.
.
LA
OPOSICIÓN:
¿Qué
deberían hacer, les puede servir de algo la experiencia futbolística, estarían
dispuestos a la aplicación de la Inteligencia Emocional que manejan los
entrenadores de futbol?
Primero Los políticos opositores (llámense como se llamen) deben IDENTIFICAR Y
PERCIBIR que el venezolano promedio está triste, decepcionado, desmotivado, con
una moral muy baja y que se ha llegado al punto de creer que la única salida es
huir, emigrar. La desesperanza hace estragos y la crisis económica jamás vista
se convierte en el eje de la vida del venezolano.
Segundo
Los políticos opositores deben USAR Y FACILITAR una luz de esperanza, deben
insuflar optimismo y la ilusión de un cambio a mediano plazo, son las emociones
que necesita hoy el venezolano que solo ve una salida como exilado.
Tercero Los políticos opositores deben ENTENDER Y PREDECIR, Cuáles
son las razones que han llevado al venezolano a esta situación de total
desesperanza, que la crisis económica, sin precedente ha destruido la capacidad
de compra y ahorro del venezolano. Que no hay salario, ni jubilación que
permita llevar una vida decente, No hay trabajo que permita pensar en progreso
Lo único que quiere el venezolano es salir de este régimen lo más pronto
posible y como no puede huye, Salir del régimen debe ser la meta fundamental de
todo político opositor.
Cuarto.
Los políticos opositores deben GESTIONAR Y MANEJAR este profundo deseo de
cambio del venezolano, devolver la esperanza y la confianza. La clase política
opositora está obligada a colocarse hombro a hombro con los venezolanos en la
búsqueda de una solución definitiva, no deben engañar con pañitos calientes y
esperanzas que no existen, hablar claro y directo, sin ambages ni medias tintas
“Estamos en dictadura y la única solución es
salir del régimen. El tiempo electoral, sin un cambio de condiciones confiables
es un engaño vil. Es coexistir con la barbarie y no es posible prolongar en el
tiempo la destrucción total de la nación. Sería seguir en la irresponsabilidad
que ha caracterizado hasta hoy.
Mientras el pueblo se muere de hambre y sus
sueldos y salarios no le sirven de nada, que puede decir la oposición en una
campaña electoral, cual sería la oferta en medio de tanta pobreza y miserias. El
régimen tiene el poder de manipular la necesidad repartiendo bonos. y comprando
políticos disfrazados de opositores.
Promover un entendimiento parece lo más
inteligente, pero no es así es una actitud equivocada pues el gobierno solo usa
el dialogo para fortalecer su posición y dividir a la oposición.
Ya se agotó el tiempo para reflejar el
narcisismo, la egolatría, los egos endiosados de algunos políticos opositores,
hay que poner de lado incluso las justas aspiraciones a que tiene derecho quien
escoge la política, hay que ponerse de acuerdo o morir, lo cual es
supervivencia pura.
Es la hora de la UNIDAD REAL, no de esa unidad
ficticia e hipócrita que se usado hasta hoy. Sin UNIDAD no hay forma de salir
del régimen.
Un
político opositor serio debe aceptar la verdad por más dura que sea, reconocer que
todos han cometido graves errores, hay la obligación de rectificar, no de
ratificar los errores, esa condición de humildad es un paso previo, necesario
de autocrítica y sinceridad para poder actuar despojados de “maquiavelismos” e
intereses subalternos.
El político opositor necesita ser percibido
por el pueblo sufriente como alguien que no solo está al lado de los grandes
padecimientos y amarguras del pueblo,
sino que también las sufre, tal como el entrenador de fútbol, quien no solo ve
el equipo desde fuera de la cancha, sino que se conecta directamente, forma
parte de un todo y así lo perciben. El liderazgo está obligado ha transmitir
credibilidad y franqueza, no mediante aquella fórmula de cargar niños, repartir
besos y abrazos, visitar casas en los barrios en campaña electoral, para no
volverlos a ver jamás. Esa es una impostura que ya el pueblo no acepta y si
quedas rezagos es por la necesidad y las ofertas y repartos que siempre tienen
las campañas electorales.
Sola la empatía puede lograr la meta del
respeto, hay que ponerse en el pellejo de los demás, del padre que no tiene
como mantener su hogar, de la madre que no tiene una medicina, de la tragedia
de quien se va del país por necesidad, de quien ha visto morir un familiar en
manos del hampa, de quien tiene que dormir en la puerta de un banco para cobrar
una mísera pensión, de quien tiene meses que no prueba carne, ni proteínas, de
quien tiene una enfermedad crónica y no encuentra ni tratamiento, ni medicinas,
de quien sale a comprar un pan y el dinero no le alcanza porque la inflación
como un cáncer todo lo destruye, de quien tiene que transportarse en un camión,
de quien usa un Metro y un Tren en estado de abandono por falta de mantenimiento.
También de quien recibe agua en su hogar si llueve o está sin energía
eléctrica, ni teléfono, ni servicios.
Necesitamos, más empatía que carisma, más
sinceridad y capacidad organizativa. Es lo que necesitamos con urgencia.
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