SIN UNA SALIDA POLÍTICA,
NO HAY SALIDA.
Las medidas Profilácticas
pueden ayudar.
Las más
famosas universidades del mundo donde se están formado los líderes para los próximos
30 años han estructurado en su currículo la obligación de estudiar los modelos exitosos y los que han fracasado. Para vergüenza
nuestra el caso venezolano se presenta como el peor fracaso político-económico
y social de los últimos cien años de la
historia de la humanidad. Es la primera vez que una nación exportadora de petróleo
con el mayor ingreso per cápita de la región se transforma en un lapso muy corto en una las naciones más
pobres del mundo.
Lo que jamás se debe hacer en la política y la
economía para superar los estados de la pobreza,
somos el laboratorio más grande donde se experimenta con 30 millones de humanos
las políticas más estúpidas que se le puedan
ocurrir al grupo de políticos incompetentes, los menos idóneo para gobernar. Las
consecuencias están a la vista y no dejan de sorprender a los expertos. No
solamente es un problema de tipo ideológico,
es la puesta en práctica de políticas con más de 100 años de fracasos continuos
en la búsqueda de la prosperidad, pero relativamente exitosas en mantener
eternamente en el poder a una casta
gobernante.
Hay conclusiones de mucho interés, sobre todo para
quienes queremos un cambio de rumbo.
La
riqueza y la prosperidad no dependen del dinero que pueda producir una nación (petrolera
o minera) si es mal administrada y
aprovechada para fines particulares o de
grupos organizados mafiosamente. (Partidos políticos de izquierda radical)
La abundancia y la prosperidad se convierten en escasez y miseria por la aplicación
de políticas equivocadas. (Socialismo del siglo XXI)
Los países
solo escapan de la pobreza cuando tienen instituciones económicas apropiadas
especialmente en lo referente a competencia y la propiedad privada. (Rige la
Democracia y el Estado de Derecho)
Solo un
sistema político plural, abierto con competencia entre los candidatos a ocupar
cargos políticos y un amplio electorado con capacidad de apostar a nuevos líderes
políticos (Alternabilidad del poder).
La riqueza o la pobreza de una nación depende más
de las estructuras políticas, no es la economía la que condiciona la política. La
riqueza depende de la libertad y de limitar la corrupción. La pobreza crece exponencialmente
en las dictaduras corruptas.
Son muchas las conclusiones que podemos sacar
de esto estudios de expertos pero a la realidad venezolana confluyen todos los
males en un solo paquete, la aplicación de políticas radicalmente equivocadas
con el deliberado propósito de empobrecer para ejercer control político y
social de tipo mecanicista (Newton) en el mundo de la relatividad (Einstein).
Se manipula acusando a factores externos (Los
EE.UU, la burguesía, la derecha, los capitalistas, los especuladores) de los
males creados por esas políticas perversas. Es un procedimiento cínico que
permite a cualquier funcionario repetir sus mentiras, en un coro inmenso de
medios de comunicación repitiendo lo
mismo las 24 horas del día, es tanto el poder de la mentira repetida que los
mismos mentirosos terminan creyendo que es verdad.
No es justo que un país viable este sometido a
la peor crisis simplemente porque una camarilla se empeñó en aplicar un modelo acabado
que les garantiza el poder y se niegan a reconocer ese fracaso. Para ellos es
exitoso, en sus ocultos y verdaderos objetivos, aunque el modelo económico no funciona,
la corrupción acabo con la primera empresa del país y el dinero que ingresa en
las arcas no es suficiente para sostener el gasto público, los compromisos políticos
internacionales y la desmesura corrupción. La aparición del dinero inorgánico
para cubrir ese gasto se convierte en la
hiperinflación más alta del mundo, una disminución
dramática del PTB y el aumento de la pobreza en todos los estratos de la
sociedad.
No hay ni
la remota idea de aceptar los males, solo hay excusas buscando culpables, un
programa de ajustes estructurales podría iniciar la recuperación pero el régimen
ilegitimo de Maduro se niega a aplicarlo alegando soberanía, injerencismo y autodeterminación.
El pueblo solo le queda como alternativa resistir, pero la esperanza se quiebra
y solo queda la huida, el desplazamiento masivo de venezolanos.
Los países democráticos se ven obligados a la aplicación
de medidas profilácticas de aislamiento para presionar el cambio, mientras
tanto la oposición divida en tres grupos no encuentra la forma de ponerse de
acuerdo para iniciar el camino de la recuperación.
Podemos
concluir que Venezuela hoy es un Estado ineficaz y corrupto, una sociedad que
no puede utilizar su talento, su ambición, su creatividad, su ingenio, ni sirve
para mucho la formación académica, hay que reconocer que las raíces de todos
los problemas son las políticas inadecuadas. Todos los problemas económicos, la
hiperinflación, la escasez. El desempleo, el poder adquisitivo proceden de cómo
se ejerce el poder político en Venezuela, el monopolio de ese poder por parte
de una camarilla política identificada con la izquierda radical, las acciones guerrilleras
y terroristas y asesorada por una banda
radical dependiente de Cuba y del partido Podemos español.
Sin una salida política no hay cambio económico.
Muchos que se autocalifican como expertos
afirman que la salida a la crisis está en convencer al régimen que haga unas
elecciones limpias, supervisadas por organismos confiables que permitan al pueblo expresarse libremente y
así un candidato opositor se imponga y volver nuevamente al sendero democrático.
Eso es un deber ser, es lo deseable, lo menos costoso pero no responde a la
naturaleza de un régimen que está hecho para soportar todas las presiones, la
peor miseria, la muerte masiva de venezolanos, nada les conmueve para buscar
una salida real. Inventan charadas
electorales con opositores de anime, excarcelaciones puntuales, Idean diálogos imposibles.
Montan un teatro para bajar la presión y
buscar oxígeno, al final todo vuelve al
mismo punto de inicio, imponen su juego de perversión y se mantienen en el poder, lo cual es su máximo
objetivo.
No podemos olvidar que Venezuela hoy por obra
del chavismo-madurismo solo una pieza del ajedrez que juega Cuba frente a los
EE.UU. Ajedrez que tiene su reina, su rey
sus alfiles, sus peones. Sus cabezas en la geopolítica mundial. Somos
ahora peones que seguimos poniendo el dinero en este juego, menos que ayer,
pero siempre hay para sostener el internacionalismo cubano, las ultimas doce de
toneladas de comida enviadas a Cuba así
lo dan a entender. No es prioridad para la sucursal de esa trasnacional que
tiene su sede principal en la Habana, el pueblo y la satisfacción de esas
necesidades de Venezuela. El juego geopolítico impone sacrificios y las muertes
por hambre, por falta de medicinas, por la violencia hamponil son costos menores
en esta absurda guerra donde nos hemos metido por voluntad del régimen.
Hemos llegado a un punto sin retorno donde el
camino electoral se derrumbó, se busca presionar para retomarlo, pero es en un 90% irreversible. El dialogo civilizado para
resolver conflictos es objeto de burla y utilizado para desprestigiar a la oposición
que se atreva a sentarse a conversar. Arrodillarse y rezar para pedir un
cambio, ya tenemos casi 20 años pidiendo y parece que nuestras plegarias no
llegan.
Cinco
millones de venezolanos han optado por resolver el problema, no como pueblo,
como comunidad, como nación sino de manera individual, me voy, me llevo mi
familia, me desplazo para salir de este infierno, pero esa salida favorece al régimen
que se quita presión interna en erogación de dólares para satisfacer
necesidades, menos gastos en servicios, menos agua, menos energía eléctrica,
menos comida que importar. Cada venezolano que huye es un problema menos para
el gobierno de Maduro. Eso ya lo utilizó Fidel Castro en Cuba, 60 años después hay
más cubanos en el exilio que dentro de Cuba. Es una salida que tiene sus límites cuando los países vecinos trancan las
fronteras.
Si todos
los cubanos que se fueron se hubieses quedado dentro de Cuba, la historia sería
diferente. Pero nadie le puede pedir a un venezolano de hoy que se quede si no
encuentra una salida colectiva al problema, si los opositores no se ponen de
acuerdo, si la oposición esta penetrada por el régimen, si un amplio sector de
la oposición repite como un mantra: “Solo hay un camino electoral, democrático,
constitucional, solo el dialogo”. Se quedan en el deber ser y se olvidan que el
régimen ya quemó las naves al elegir la ilegitima ANC, cuya razón de ser es
imponer por la calle del medio la dictadura. A estas alturas no se van a
devolver con la presión de la OEA, ni con los embargos, ni siquiera que los países
desconozcan la legitimidad de Maduro y retiren
los embajadores. Solo el boicot económico total, el cierre de todo tipo de negociación
por parte de empresas y ciudadanos de los países que desconocen al régimen pueden
tener algún efecto disuasivo y los obligue a aceptar unas nuevas elecciones con
un cambio del CNE, permitir el voto del exilio, supervisión internacional y eso
es casi imposible. Solo nos queda lo que nadie quiere, la acción definitiva
para la cual el régimen se ha preparado durante 20 años y la oposición no le
dio importancia a lo que era obvio, el choque final era inevitable. Los prolegómenos
de esa situación ya los estamos viviendo en el juego geopolítico y no nos damos
cuenta.
Hay que
estar claros, nada es gratis, alguien debe pagar el desayuno y Venezuela no es
el centro del universo y en este momento hay problemas en el juego geopolítico que no dan tregua y requieren
mayor atención. Mientras tanto el régimen respira y se prolonga la agonía, por
eso la clave hoy está en el boicot
total, el cierre de la llave comercial y financiera. Pero no podemos olvidar
los costos.
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