POLITICA SIN PRINCIPIOS ES UN CRIMEN


                        ¿DONDE ESTÁN LOS PRINCIPIOS?


En un closet guardados esperando que llegue la hora.

 La política sin principios es un crimen.

"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto”. George Cristoph Lichtenberg

Ser comparsa no es un camino ético para restaurar la República, no es  el pragmatismo de introducirse en un pozo séptico lo que  puede devolver a Venezuela su dignidad,
Resulta sorprendente que Luis Almagro, que Juan Manuel Santos, Piñera,  Macri, la Comunidad Europea, los EE.UU, México, Panamá, Costa Rica, Brasil, Canadá por solo nombrar algunos países y personeros de la política internacional estén muy claros en cuanto al cierre del camino electoral hasta tanto se logren las condiciones de decencia que reclama una elección para ser verdaderamente democrática ;  la presión y el cerco financiero  que ahoga al régimen es con el objetivo de  obligarlo a ceder y permitir unas condiciones  electorales  aceptables. Sin embargo no es suficiente argumento esta verdad para lograr unanimidad y unidad de acción en la oposición venezolana en cuanto a participar o no en unas elecciones que todos sabemos de antemano el resultado.

El gran dilema de Henry Falcón ante la historia es que después de su participación en el proceso electoral a conciencia de la ausencia de condiciones mínimas y declarado ganador Maduro por el CNE, estaría dispuesto a reconocer ese triunfo, afirmar que  legítimamente es el presidente    a sabiendas del fraude institucional y de todas las tracalerías existentes.
 Quizás puede  salir  diciendo que lo robaron y se marcharía a una rebelión armada. Pero no tiene ni votos, ni balas.
Tal vez pueda entre a formar parte del gobierno en una coalición para darle sustento y alguna legitimidad a cambio de algunos cargos.
 Mientras tanto Venezuela se acaba de hundir.


 Es inevitable, por ahora, que Nicolás Maduro siga con su combo de malandros desgobernando al país, las elecciones son  un escenario minado, es como ir un juego de cartas con un tahúr profesional que tiene todo arreglado para ganar, desde las cartas, pasando por la mesa y los mirones, todo es una trampa, un escenario para perder, las posibilidades son de un 0,001% de ganarle, pero el jugador compulsivo cree que la suerte lo puede ayudar, no ve el hueco y cae.
 Es muy posible que al día siguiente después de haber visto a Tibisay Lucena  anunciar el triunfo irreversible de Maduro por una pequeña diferencia para darle emoción a la farsa teatral y plantear el escenario  de una nueva oposición, un nuevo liderazgo cuya misión será servirle al régimen a cambio de una migajas. Una oposición fabricada a la medida que pueda dar un piso de legitimidad para poder seguir el desmadre, la diferencia es que a cambio hay una cuota de participación y los principios están el closet.
 Un cambio para que todo siga igual, la política es algo más que ganar o perder una elección aliñada, es la urgencia  de tener siempre presente  los principios, estos jamás pasan de moda, desde la antigua Grecia y Roma hasta hoy. Aunque muchos políticos afirman  que con principios no se llega  al poder, ni se come.

  Por otra parte se puede hablar de principios en política si la MUD convocó al pueblo venezolano a desconocer al régimen invocando el principio universal que establece el derecho a la rebelión frente a la tiranía, contenido el  Articulo 350 de la Constitución vigente, todas las manifestaciones que hicieron el año pasado y sentir el dolor de ver 150 venezolanos asesinados, miles detenidos y torturados, para que repentinamente se pusiera un freno invocando que no se tienen balas sino votos y para colmo de males se abandona a su suerte  al pueblo en medio de la batalla, se le deja sin orientación, sin guía, se tiene la audacia de convocar a unas elecciones regionales  y como un gran sector de votantes, decepcionados y frustrados tomaron la determinación propia de no votar para no validar tanta locura y falta de principios se les culpa por la derrota, el abstencionismo es el malhechor. Los principios siguen  guardados en el Closet.
 Serian muchos los ejemplos que evidencian una ausencia de principios en nuestros dirigentes, hay honrosas excepciones , pero no tienen la fuerza necesaria para ejercen un control sobre esa hiedra mil cabezas que es la oposición venezolana. Divide y vencerás
No es suficiente sentirse asqueado, atormentado y cansado del régimen de Maduro, sentir la necesidad impostergable de salir de este desgobierno para que milagrosamente se logre ese cambio, no es tampoco  la salida suicida de  ir sin condiciones mínimas   a unas elecciones que solo dejarán más frustración, no se puede ser tan ingenuo para creer que Henry Falcón tiene la más mínima posibilidad de ganar en medio de tantas vagabunderías, tracalerías oficiales y el peso  de una mayoría de venezolanos decepcionados y desesperanzados que no quieren saber nada de elecciones, en este momento ,no van a votar como una forma de manifestar su profunda indignación y sumarse al boicot internacional de desconocimiento  y deslegitimación de las elecciones..

Se podría argumentar  que creer en la presión internacional como factor de cambio sin presión interna es también una ingenuidad, puede ser, pero es la única luz clara en medio de esta oscuridad a que nos ha llevado una dirigencia  dividida y que no guía a su pueblo. El binomio de la presión internacional y presión interna es la clave, pero las elecciones del 20 de mayo rompen con ese binomio y se podría entender como una posición colaboracionista de los participantes opositores  al darle continuidad al régimen, pero las elecciones sin participación masiva   no  dan legitimidad,   lo que buscan con desesperación para romper el boicot financiero.
Al final de la jornada la oposición dividida colocará un nuevo laurel a la corona de las derrotas y frustraciones, Maduro seguirá como un cadáver insepulto destruyendo lo poco que queda de nuestra nación, la crisis  estructural se agudizará hasta proporciones apocalípticas, el hambre y la miseria será el denominador común y millones de venezolanos solo tendrán la esperanza de huir como sea y para donde sea.
Una rebelión popular sin organización no es posible, no pasaría de unos paros y saqueos aislados, las condiciones para transformar la indignación en rebelión civil están allí todavía, aunque agonizan después del frenazo y retroceso del año pasado, el peor de los crímenes cometidos por la dirigencia opositora  que minó la confianza del pueblo en su liderazgo y nos trajo a esta debacle.
 Solo la organización del pueblo con la participación de todos los sectores  de sociedad venezolana puede ser una alternativa, crear nuevas formas de hacer política frente al fracaso de los partidos para lidiar con el comunismo .Mientras tanto solo nos queda “aguantar la pela” como dicen ahora, hasta que el cuerpo aguante y se aprenda  la lección:
 “La política sin principios es un crimen”.


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