La Desolladora del General Páez


LA AVENTURA COMERCIAL DEL GENERAL PÁEZ EN ARGENTINA.

Foto del general José Antonio Paez tomada en Nueva York




                     Dos fotos del general  José Antonio Páez,

Es quizás el único Prócer de la Independencia  que tuvo chance de que se crearan fotos, por su larga vida y porque esas fotos fueron tomadas en el  extranjero.
 En esta oportunidad presentamos una foto del General Páez en Nueva York, la cual se conserva en el Museo Bolivariano de Caracas.
 La otra foto tomada en una estancia de la pampa argentina, vemos al general Páez compartiendo con los gauchos. Fue la última aventura comercial y financiera de un prócer que estaba en la ruina después de haber ejercido la presidencia varias veces y ser uno de los mayores terratenientes de Venezuela.

Est foto es una rareza fue tomada en una estancia de la pampa argentina y el general Páez al a derecha con traje de gaucho.
 (Memorias de la ganadería en Argentina.)

                        La máquina desolladora de reses.

El señor Horace Lewis, inventor, había ofrecido a Páez la representación para toda Suramérica de un artefacto de su invención: una máquina movida a vapor que podía desollar hasta 1.000 reses bovinas en una hora, a razón de un cada 16 segundos

"El señor Lewis esperaba que, habiendo sido Páez presidente de una nación suramericana que exportaba cueros de res y acaso el mayor terrateniente ganadero de Venezuela, la desolladora de vapor pudiese atraer su atención. Lewis esperaba así promover la venta del prototipo en aquellos países suramericanos con cuyos gobernantes Páez tenía estrecha amistad".(1)
"La señora Warner, estadounidense y secretaria privada de Páez, recoge en su diario que este anunció a sus amistades la decisión de emprender un viaje de negocios a la muy agropecuaria Argentina"#.
El contrato firmado con Lewis exigía a Páez registrar en Buenos Aires, a  nombre del gringo, la patente de la desolladora. El precio de cada desolladora era de 74 dólares, de los cuales a Páez tocarían siete dólares con cincuenta centavos. Para tener una utilidad de, digamos, 1.000 dólares, Páez tendría que colocar no menos de 133 desolladoras.

"¡Ciento treinta y tres desolladoras! ¿Cuánto tiempo tomaría colocarlas todas a aquel comisionista cercano ya a los 80 años?  ¿Habría en la Argentina de entonces tantas reses y tantos estancieros interesados en mecanizar sus faenas? Para Páez, muy anciano ya, sin dinero ni contactos en la Argentina, ¿dónde podía estar el negocio? ¿Por dónde empezar?"(2)

Páez residió en la Argentina entre 1868 y 1873 llevado de la mano de Domingo F. Sarmiento, próximo a asumir la Presidencia, vinculándose a los más importantes "círculos de decisión (grandes propietarios, gobernantes, militares, masones, intelectuales), y como sus objetivos personales no interferían en los conflictos propios de la élite, era considerado en general como un héroe en desgracia que merecía apoyo de todos.
 Ya en la presidencia Sarmiento le brinda a Páez una modesta ayuda financiera para sobrevivir. El proyecto de la maquina desolladora de reses, no logró entusiasmar  a ningún estanciero. Luego en la boca del Riachuelo, el de la canción de la niebla, trato hacer una demostración de la máquina, pero no hubo forma de ensamblarla le faltaban piezas y todo fue un “paquete chileno” de sus inventores  que habían engañado al general fingiendo una exitosa demostración en Nueva York.
 El General asimiló su fracaso con estoicismo, Regresa pobre a Nueva York donde muere el 6 de mayo de 1873 sin dejar herencia a su familia. Sola la  gloria y el recuerdo del “Centauro de los llanos”.

Bibliografìa.
Rivas, Ricardo Alberto Cuadernos del CISH Cita sugerida Rivas, R. A. (1998) Abreu e Lima, Páez y la élite argentina [En línea]. Cuadernos del CISH, 3(4). Disponible en: http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2714/p r.2714.pdf Abreu e Lima, Páez y la élite argentina.
 Ibsen Martínez La vejez del Centauro. Amèrica 2.1




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