Discurso de
incorporación como Individuo de Número de Academia del Historia del Estado
Miranda
Profesor Manuel Vicente Monasterios Gómez
Para ocupar el Sillón Académico "J"
Vigencia del pensamiento de Don Tomás
Lander
Ciudadano: Dr. Don Fermín Luque Olivo
Director de la Academia del Estado Miranda.
Ciudadanas y ciudadanos
Académicos.
Invitados Especiales.
Señoras y Señores:
Reciban,
apreciados Académicos, mi más hondo agradecimiento por haberme elegido
Individuo de Número de la Academia de
la Historia del Estado Miranda y al mismo tiempo mi firme promesa de cumplir
con los deberes que se derivan de tan honrosa designación y de trabajar con
empeño en el cumplimiento de los objetivos de tan importante institución en la
vida cultural de nuestro estado. Agradezco su generosa decisión al permitirme
compartir con ustedes el apasionante trabajo de investigación y divulgación,
pero sobre todo el compromiso de anunciarle al pueblo que el conocimiento de nuestra
historia sin sesgos acomodaticios es la mejor defensa de la libertad, valor
supremo de nuestra vida republicana.
El
sillón que voy a ocupar esta distinguido con la letra “ J “ el cual ha sido honrado por el Académico
Profesor Don Adolfo Torres, nacido en
Mene Grande, estado Zuli, hijo adoptivo
y insigne de la ciudad de Los Teques quien tuvo
en su vida múltiples facetas :
Profesor de Educación Media, en las
Cátedras de historia y materias
humanísticas , destacado profesor Universitario, gremialista de los docentes
mirandinos, fundador de instituciones como la
Academia de la Historia del Estado Miranda, a la cual dedicó sus mejores
esfuerzos, a pesar de sus conocidos problemas de salud. Las finanzas, la sede
propia, las publicaciones de la Academia fue su constante lucha para darle a la
institución sus bases y fundamentos que le permitieran perdurar y consolidarse
en el cumplimiento de su misión.
El
Académico Profesor Adolfo Torres deja en su paso por la vida una profunda
huella en su familia, en sus alumnos, en quienes tuvimos la honra de ser sus
amigos y compartir con él responsabilidades, fue un hombre útil a su patria y
nos deja un legado de trabajo honesto, de una inteligencia al servicio del
bien. El mejor homenaje que podemos hacerle a su memoria es continuar su
tesonera labor por la consolidación de la Academia, sin duda podemos afirmar
que su ejemplo en lo personal me servirá de guía para continuar su camino en
éstos menesteres, espero estar a la altura del compromiso contraído.
Don
Tomás Lander:
.
He
escogido el tema de Don Tomás Lander
para mi discurso de incorporación por varias razones:
En primer término su vinculación como
hacendado en San Francisco de Yare, sus iniciativas de tanta trascendencia para la región como la
navegación por el rio Tuy desde Ocumare hasta su desembocadura al mar; su aliento
para la creación de la primera imprenta del Tuy en la población de Santa Lucía;
su trabajo en el impulso de la construcción de caminos y carreteros en el Tuy y
su comunicación con los llanos de Altagracia de Orituco. Don Tomás Lander fue,
sin duda, uno de los ideólogos de la Venezuela moderna con un pensamiento de
avanzada en los aspectos fundamentales en el manejo de la República. Recordemos
que sus escritos ocurren entre 1820 y 1845, cuando nacía Venezuela en medio de
las ruinas que nos dejó la guerra de Independencia. Las ideas y
los proyectos de don Tomás Lander no solamente están
vigentes, sino que nos con nos dan luz y esperanzas en medio de ésta crisis de valores que sufrimos
hoy los venezolanos. Su figura
intelectual y moral se nos presenta como
el más apasionado defensor de las libertades civiles, en un país donde aún el
militarismo con todas sus variantes ha tenido una supremacía de 150 años, en
200 de vida republicana. Tomas Lander fue quizás, el primer defensor en
Venezuela de la libertad de pensamiento y el derecho a
expresar su opinión sin cortapisas, ni censura previa por los medios disponibles en la época como la prensa escrita. Lander alertó en los albores de la república sobre
el daño que se hace a la conciencia democrática tener una administración de
justicia parcializada y sometida a la voluntad omnímoda del poder ejecutivo. En
sus escritos de prensa dedicó muchas cuartillas a señalar el vicio de las llamadas camarillas que medran a
la sombra del poderoso. Eso que hoy llamamos el entorno que coloca alfombras y
zalamerías al jefe a cambio de canonjías y privilegios.
Don Tomás Lander está por meritos propios
entre los esclarecidos fundadores de la Patria, conocedor y difusor por la
prensa de la época los principios avanzados de la doctrina liberal, del
predominio de lo civil sobre lo militar, pero al mismo tiempo impulsa los
modernos postulados de libertad de mercado con justicia social y
responsabilidad compartida, Su protesta a las leyes del corte agiotista y
especulador impulsadas por el gobierno del General José Antonio Páez y
propuestas por el sabio Michelena , inspiradas en el Laissez
faire, laissez
passer “dejar hacer, dejar pasar de los clásicos
de liberalismo inglés, francés y norteamericano, aunque su intención era
promover la productividad en un país arruinado, lo que generó fue la más cruel
especulación, la perdida por remate de
las haciendas por deudas impagables. Lander quien sufrió en lo personal la
crueldad del agio mercantilista de los comerciantes que hacían de prestamistas
y logreros, sobre los productores del campo que creaban la riqueza, es especial
del café, primer producto de exportación de la época. En Don Tomás Lander encontramos a un austero
republicano, con una propuesta doctrinaria que trasciende al partido liberal
del siglo XIX y llega hasta nuestros días, dando base ideológica de venezolanidad a los partidos democráticos
modernos. Cuyas diferencias se fundamentan básicamente en el mayor o menor
porcentaje de la combinación de libertad de mercado, justicia social y
responsabilidad empresarial.
Por ésta y otras razones que desarrollaré
sucintamente en mi discurso, trataré de demostrar la necesidad que tenemos los
venezolanos en ésta hora de abrevar en
el bagaje su sapiencia doctrinaria y de su ejemplo de ciudadanía.
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Académicos en reunión de trabajo en Los Teques. año 2014 |
Primera
Parte:
Don
Tomás Lander nace en Caracas el 29 de
diciembre de 1787, contemporáneo con la generación de la Independencia, en los
últimos años del período colonial donde el modelo impuesto por España había
dado sus frutos, empezaba el proceso de agotamiento y la élites económicas herederas
del cacao se consideraban suficientemente maduras para romper el dominio
político de la península, soplaban vientos de cambio en Europa y Norteamérica y
se cuestionaba el modelo teocrático que consideraba que el poder de los reyes
venía directo de Dios. Montesquieu y los enciclopedistas abordan el tema del origen del poder en el pueblo, en
la llamada soberanía popular, se empieza hablar de la división de los poderes,
de los derechos del hombre y autores como Thomas Paine influyen poderosamente
en la evolución y consolidación del término Democracia como forma de vida y al
rechazo con horror del sistema esclavista, piedra angular de la riqueza
colonial.
Fueron
los padres de Tomás Lander Don Pedro Lander y Doña Paula Alcal, ambos origen vasco, llegaron a las
tierras del Tuy, en la época de esplendor
de Compañía Guipuzcoana a la
hacienda cacaotera y añilera de los Piñango en las cercanías del pueblo de San
Francisco de Yare. Tenían como todos propietarios del Tuy de la época, su casa
principal en Caracas y su centro de trabajo en éstos fértiles valles. Es entre
la hacienda y la capital donde trascurren los primeros años de Tomás, al igual
que los jóvenes de su grupo social recibían clases particulares de maestros
destacados de la época. En documentos del archivo histórico de la Universidad
Central se evidencia que solicitó ingreso a la Regia y Pontificia Universidad
de Caracas el 4 de marzo de 1802, en la cual fue admitido inició estudios pero
no logra concluirlos, sin embargo para esa época ya era un lector consumado de
obras en francés e inglés que llegaban
clandestinamente en las bodegas de los veleros al servicio de la Guipuzcoana y
que su padre guardaba en su casa como unos sus tesoros más preciados. Recibe,
al igual que la elite de la generación libertadora la influencia de las
propuestas transformadoras de Ilustración
europea, además de una gran admiración por el proceso de la
Independencia de Norteamérica y lo ocurrido en Francia con su revolución.
En
esos años juveniles se produce la conspiración de Gual y España y la expedición
Mirandina a las costas de Venezuela. Es evidente que Tomás Lander pertenece por
herencia cultural, por los hechos que acompañan su existencia a esa generación
que se debate entre la fidelidad a la monarquía, sus formas, a su tradición e
instituciones y la propuesta de ruptura total con la fundación de nuevas instituciones
de carácter republicano. Que dominaban el panorama político de Francia,
Inglaterra, Holanda y la Colonias inglesas de Norteamérica. Lo que no paso por
la mente de ésta generación de ilustrados criollos fue que el camino de sedición contra la obsoleta
monarquía Borbónica se llevaría por delante sus privilegios y de estar en la
cúspide de la pirámide de una sociedad estratificada, bajar hasta la base por
fuerza de la realidad que forjó la Guerra de Independencia, obligados a abrir la puerta de poder político, económico y
social a la despreciada clase de los pardos, de los blancos de orilla y aceptar
la desaparición del grupo social dominante llamado mantuanaje.
Los
acontecimientos del 19 de abril de 1810 y del 5 de julio de 1811 los vive Tomás
Lander trabajando con su padre en sus posesiones agrícolas de Yare, aunque en determinado
momento tuvo algunas de desavenencias con su padre, quien siempre se mantuvo
fiel a la monarquía.
En
los archivos del general Francisco de Miranda reposa una carta fechada el 8 de
mayo de 1812 donde Tomás Lander le expone su estima y admiración|:”General,
vos sabéis el afecto que profeso al país en que vi luz: no debéis dudar del agrado con que serviría a las
inmediatas órdenes del Salvador de Venezuela”, se excusa de no poder
atender el llamado de incorporación al ejercito organizado por Miranda por
haber sufrido de una aparatosa caída de una hamaca que lo mantenía en su lecho.
No se tienen noticias exactas de su posible incorporación al ejército patriota,
pero el médico José de la Cruz Limardo en referencia del boletín de la Academia
Nacional de la Historia N° 128 relata:
”
Me detuve en Valencia por haberme instado Muñoz Tebar Secretario del General
Bolívar para ayudarle en la secretaría: Me encargó Muñoz de la sección de
Bogotá y de las Antillas (…) Seguí en Caracas y continué en la secretaria,
siendo mi oficial inmediato el señor Tomás Lander, harto conocido hoy, por
talento y sentimientos patrióticos”
Segunda
Parte:
La
caída de la República y la pérdida de la esperanza, cuando no se
veían sino las perspectivas más tristes, la provincia de Venezuela agonizaba en
medio del saqueo, la destrucción de la producción agrícola, el enseñoramiento
del crimen, cuando la Patria gemía bajo los cascos de más de 15.000 jinetes que
había logrado reunir bajo su mando de muerte y destrucción el primer caudillo
de la Venezuela irredenta: José Tomás Boves. Tomás Lander al
igual que miles de venezolanos toma el camino del exilio, solo la férrea
voluntad de Bolívar y la resistencia de los próceres orientales como Mariño,
Arismendi, Bermúdez, Sucre, Anzoátegui y el más osado y hábil guerrero
de aquella agónica república. Manuel Piar, mantienen una rendija a
libertad en medio del caos reinante.
Tomás Lander se va a las Antillas a isla de
San Thomas, donde se dedica entre 1814 y 1818 a la actividad comercial, Allí
comparte con su esposa la señora Manuela Machado y Orta viuda del teniente
coronel Blas Paz del Castillo, fallecido en la batalla de Urica en diciembre
del año 14. Por cierto hoy la población de Santa Lucía, en los valles del Tuy
lleva el nombre del prócer: Municipio Paz Castillo, capital Santa Lucía.
Vuelve
por corto tiempo a Venezuela y se radica en Europa por dos años donde además de
la actividad comercial profundiza su formación como autodidacta y consumado
lector de libros en inglés y francés. Retorna al país en 1820, en ese momento
apenas llegó al puerto de la Guaira y
puedo comprobar que la intolerancia y la ausencia de libertad de pensamiento
seguían reinado en Venezuela a pesar de las medidas de corte liberal que habían
tomado las Cortes españolas tratando de
ganarse nuevamente el pensamiento ilustrado de la América que luchaba por la
independencia total. La crisis española se había agudizado por la resistencia
del Rey Fernando VII de aceptar la Constitución de Cadiz, en ese momento se
había firmado un acuerdo de paz, un armisticio que duró muy poco, pero Pablo
Morillo regresó a España y dejó encargado al general Miguel de la Torre como
comandante de las tropas realistas del Centro y occidente de Venezuela, los
patriotas tenía parte del oriente, la provincia de Guayana, Apure, la Nueva
Granada, había sido liberada por Simón Bolívar con la batalla de Boyacá el 7 de
agosto de 1819. Se preparaba la batalla final que tuvo lugar en Carabobo el 24
de junio de 1821.
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Edición del Congreso Nacional "Colección del Pensamiento Político del Siglo XIX" |
Tomás
Lander se tropieza a su regreso con la iglesia en el puerto de la Guaira, entre
sus objetos personales venían algunos libros considerados peligrosos por el
Vicario de ese puerto Juan de Dios Echarri quien confisca los libros sediciosos
entre los cuales se destacan:” Fray Gerundio de Campazas de José Ignacio
Isla; Curso de Literatura de La Harpe; Historia
Filosófica de Raynal; La Conquista de México por Solís; Eusebio de Pedro Montegón;,
los escritos de Beuzut; Los Viajes de Atenor y los versos de Arriaza entre
otros”
Lander
protestó contra el abuso apoyándose en la legislación española constitucional
vigente para exigir la devolución de los libros, realizó quizás la primera
denuncia pública en Venezuela, utilizando el periódico caraqueño, denominado:”La
segunda Aurora”. El 21 de septiembre de 1820 publica un comunicado
donde señala el decomiso de sus libros “como un atentado al sagrado derecho de propiedad
y las justa miras del Gobierno constitucional, relativas a la propagación de
las luces”…… “Es muy posible que al abrigo de la distancia en que estamos de
los regeneradores de la nación, prenden muchos obstruir los medios de la
ilustración pública, contrariando de un modo directo los sabios decretos del
Gobierno Soberano.” Así, en pleno régimen español se constituyó en
defensor de la libertad de imprenta y de pensamiento, actitud que siempre
mantendría en todos sus escritos. De ésta forma terminó el pleito, aunque “expurgadas”
(Censurar la lectura de algunos capítulos), las obras le fueron devueltas menos
las sátiras del padre Islas conocidas como Don Gerundio de Campazas, que según
se extravió.
Desde
éste episodio de censura y denuncia la vida de Tomás Lander tendrá como lema permanente:
Censurar
hasta igualar, respetar la desgracia” En 1823 se le verá combatir la
expulsión de españoles decretada por el gobierno de Bogotá y pedir que sea
abolida, o por lo menos suavizada la ley de confiscación, vigente y a los
conspiradores contra el gobierno del Dr. José María Vargas solicita clemencia y
perdón, argumentando que la venganza y el odio no deben motivar a la justicia y
si se aplican las retaliaciones al final todos seremos victimas,
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Cuadro de las ruinas de la casa de Don Tomás Lander en San Francisco Yare |
Tercera
Parte:
Escribe
en el periódico caraqueño El Venezolano N° 28 del 23 de diciembre de 1822 un
extraordinario editorial del cual podemos extraer algunos párrafos de gran
interés y vigencia: ”La libertad no puede existir sin la independencia, aunque podemos ser
independientes sin ser libres”…”Por desgracia, la libertad civil no la dan la
victorias, ni estriba en constituciones y reglamentos, sino en el carácter de
los hombres, en sus virtudes y no en los escritos”…”El habito de la servidumbre
hace a los hombres indiferentes a su suerte hasta el punto vergonzoso de
considerar como una penosa tarea el velar por sus derechos, así como la tiranía
disfrazada con traje de la libertad, bajo las formas más halagüeñas y
seductoras pasa de unas manos a otras sin que cambie por esto la situación
humillante de los pueblos. El vicio no está sin embargo en los que mandan, sino en los que obedecen,
porque la tendencia natural de los gobiernos es a la tiranía, la resistencia
debe , pues estar de parte de los gobernados, pero esta resistencia está en
razón de sus virtudes y de sus luces, no de sus fuerzas físicas” Estas
ideas de Tomás Lander encierran en su contenido
no solamente lo dicho por Simón
Bolívar en el Discurso de Angustura sobre la moral , las luces o la educación
del pueblo como condiciones básica para vida en libertad, sino su vigencia
cuando nos dice que los pueblos se acostumbran a las cadenas y se dejar seducir
por tiranías disfrazadas con trajes de libertad, las cuales no solo oprimen,
sino que someten a los pueblos a las más vergonzosas humillaciones.
En
este mismo editorial de 1822 Tomás Lander dice:”La forma de gobierno por sí sola
no constituye la libertad, sino el grado de de virtud e ilustración de los
individuos que forman la sociedad y la
combinación feliz que establece la constitución entre las diferentes ramas de
la administración” Nos quiere decir que sin la división y la igualdad
entre los diversos poderes públicos es imposible que exista la libertad aunque
seamos independientes y un libro llamado constitución nos indique los deberes y
derechos.
Lander
nos muestra taxativamente algunos principios fundamentales que convienen a toda
constitución libre independiente de la forma de gobierno que se escoja y
enfatiza que si no se se ponen en
práctica es inútil pensar en libertad
civil, tales son los siguientes:
1-°
Que el poder legislativo, ejecutivo y judicial estén separados entre sí. En alguna oportunidad hemos escuchado a jueces de la República decir sin rubor que
el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo
es lo mismo y que la justica debe estar al servicio de los objetivos de quien
ejerce la Presidencia. En un discurso se pretende derrumbar todo el pensamiento
renovador de la ilustración del siglo XVIII. Sin la separación clásica de los
poderes los gobiernos terminan en neo monarquías y dictaduras totalitarias.
2-°
Que los ministros sean responsables a la nación y no a la persona que ejerce el
Poder Ejecutivo. Esa responsabilidad tuvo su origen en los
juicios de residencia durante la colonia, hoy los ministros y el mismo
presidente de la república deben presentar su informe anual ante el Congreso a
la Asamblea, no como una simple formula protocolar sino un informe detallado de
la gestión, del uso y destino del dinero público y de los planes
gubernamentales, lo hacen ante el cuerpo colegiado por ser la genuina
representación de la soberanía popular. Si no es así para qué se presentan
informes que ni siquiera se toman el trabajo de leer, mucho menos de criticar o
cuestionar, razón y esencia del cuerpo legislativo, esos informes de
responsabilidad están aprobados antes de llegar a un parlamento que no discute,
sino que impone por precaria mayoría.
3-°
Que los jueces sean vitalicios y no puedan ser removidos a ningún otro destino,
para que, no teniendo nada esperar, ni qué temer al gobierno, administren
justicia con toda rectitud. Imaginemos un país
donde los jueces vivan aterrorizados porque
sus decisiones tienen que ser del agrado del Poder Ejecutivo para poder
conservar el cargo, evitar la destitución, la detención y condena sin formula de juicio. Don Tomás Lander nos dice que en ese país es
inútil pensar en libertad, en democracia, en elecciones libres, en justicia y
mucho menos en estado de derecho.
4-°Que
los juicios sean públicos y por jurados.
5-°Que
la imprenta sea libre para que censure y aplauda con imparcialidad, tanto a los
magistrados como a los simples ciudadanos. Nos
habla de la más absoluta libertad de expresión
6-°
Que ningún individuo pueda ser arrestado sin que se le haga saber las causa de
su prisión y se juzgue dentro de los términos señalados por la Ley El
respeto por los derechos humanos
“Un gobierno cuyas verdaderas bases sean estas, sea cual
fuere el nombre que lleve, será un Gobierno Libre. El que no esté fundado en
estos principios será despótico y arbitrario, aunque veamos escritas las
palabras República y Libertad en la Constitución, en las calles y plazas” .
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Periódico "El Venezolano" Siglo XIX Pensamiento Liberal |
“Nosotros empezaremos a ser libres cuando estemos instruidos en nuestros deberes y nuestros derechos; para instruirnos necesitamos saber leer y después adquirir gusto por la lectura, debemos pues poner Énfasis en las escuelas en toda la extensión de la República. Escuelas limpias y dotadas, con buenos maestros, formar el espíritu público dando una educación moral y patriótica a nuestra juventud. Cuando hayamos vencido estos inconvenientes podremos lisonjearnos que estamos en aptitud de ser libres. Mientras tanto viviremos en aquella condición lamentable de la servidumbre, que sufre a la sombra de las constituciones cuyos principios son libres en teoría y tiránicos en la práctica.
Si convenimos pues que la piedra fundamental del templo de la Libertad es la educación y que sin ella el edificio de la República está sobre arenas y no podrá sostenerse ¿A qué razón podrá darse por no haber diseminado aquella enseñanza en todo el territorio? ¿No autoriza la ley sobre escuelas al Poder Ejecutivo para que las mande a establecer en todas las ciudades del territorio?...
“Ya oigo al Congreso preguntando a los encargados de la
ejecución de las leyes: ¿Qué habéis hecho
para cumplir éstas?
Seguramente no podrán contestar que han carecido de medios para llevarla a cabo, pues con la mitad de lo que se ha consumido en fiestas, bailes, iluminaciones y salvas que sólo han servido para insultar a la miseria pública, podrá haberse hecho venir a algunos maestros de Europa con todos los útiles que se necesitan para realizar tan útil proyecto. “
Seguramente no podrán contestar que han carecido de medios para llevarla a cabo, pues con la mitad de lo que se ha consumido en fiestas, bailes, iluminaciones y salvas que sólo han servido para insultar a la miseria pública, podrá haberse hecho venir a algunos maestros de Europa con todos los útiles que se necesitan para realizar tan útil proyecto. “
Al reunirse en 1821 en la Villa del Rosario de
Cúcuta La Asamblea Nacional
Constituyente para fundar las bases jurídicas de la República de Colombia, gran
parte del territorio de la Provincia de Venezuela se encontraba bajo el dominio
realista, incluida Caracas, por tal motivo la Municipalidad de Caracas solo
juramentó la nueva Constitución de manera condicionada dejando claro que no se
podían “Imponer a los pueblos de
ésta Provincia y al Departamento de Quito el deber de su estrecha e inalterable
observancia, cuando no han tenido parte
en su elaboración, ni creen adaptable a éste territorio disposiciones de aquel
código y de las leyes que emanan de él”.
Lo cual evidentemente demuestra que la separación de
Venezuela de la gran Colombia no fue obra de un general traidor a Bolívar, sino
que desde su nacimiento generó graves recelos. Porque es natural que quienes
lucharon buscando su soberanía por más de 14 años en una guerra que le costó a
Venezuela mucho más en vidas y destrucción que al resto de América,, aceptarían tranquilamente entregar
esa soberanía a Bogotá, tomando en cuenta la distancia y la efectiva comunicación.
A ese respecto en un editorial del periódico El Venezolano Tomás Lander expone
los inconvenientes del sistema centralista, impuesto por Bolívar y abogaba por
la adopción del Federalismo, con la aplicación de ésta medida y otras que
salvaguardaran la soberanía venezolana se hubiese podido salvar la Republica de
Colombia.
El triunfo de Ayacucho le permitió al Libertador
concentrar mayor poder en inmensos territorios de culturas muy diferentes,
desde el alto Perú, hasta Cumaná, se le dio el nombre de Bolivia al territorio
del Alto Perú y se propuso una Constitución con un Poder Ejecutivo vitalicio,
Esta actitud de exaltación personalista, concentración de poder sin
alternabilidad, sueño de las neo dictaduras americanas generó muchas críticas
en Venezuela, Tomás Lander escribe un folleto titulado “Reflexiones sobre el Poder Vitalicio que establece en su
Presidente la Constitución de Bolivia dirigido al Ministro de Corte de Justicia
doctor Francisco Javier Yánes”. Entre otras interesantes afirmaciones es su largo
escrito podemos extraer algunos párrafos. Nos dice: “Los artículos 76 y 79 de la Constitución dictada en
Chuquisaca por el Libertador Presidente para la República de Bolivia es lo que
ha sobresaltado nuestro celo, porque S.E. la ha considerado adaptable a
Colombia. Y como tal recomendándola para su establecimiento a los hombres
públicos de ella. Los mencionados artículos erigen un Presidente vitalicio e irresponsable, con la facultad de
nombrar sucesor en la persona del Vicepresidente, de conmutar las penas
capitales, sin acuerdo de los tribunales que la impusieron.
Creemos que al hacer tal recomendación el ínclito patriota,
el Hijo de Caracas, parece que perdió de vista la vasta extensión de territorio
a que su espada y sus talentos han dado libertad, los caracteres distintivos de
su querida patria, de la ilustrada Venezuela, pues los arroyos de sangre
inmaculada con que ésta región heroica, desde el 19 de abril de 1810 está escribiendo
constante las calidades de gobierno que intentó establecer, electivo y
responsable, no dejan dudas sobre el voto de sus pueblos y el objeto de sus
sacrificios.¿ Pero por ventura fue dada a los héroes la cualidad sólo divina de
la infalibilidad ? Y así continúa Lander éste extenso folleto no encuentra
justificación alguna para tal propuesta y la considera el origen de muchos
males. Un Ejecutivo con tales características sólo propiciaría la tiranía
Advierte que el hombre por naturaleza es ambicioso, más aún los militares:”…”
El soldado ambiciona ser oficial, el oficial llegar a general y el jefe de una
nación, su inmediato grado que es tiranizarla o anonadar las leyes para
extender su poder con perjuicio de la libertad”
Pa evitar estos peligros, los mejores diques eran la
alternabilidad y responsabilidad de los funcionarios públicos. El ejercicio
ciudadano de las elecciones constituía el remedio para contener las torpezas y
los excesos evitando recurrir a la violencia. Señalaba además que tales abusos
podrían despertar la oposición violenta de los pueblos decididos a arrancarle
por medio de una pugna sangrienta la autoridad que hubiese convertido en su
provecho, y revivir de esta manera sus derechos amortecidos. De este modo, la violencia
engendrada por la misma tiranía anegaría de sangre la república.
Definitivamente Tomás Lander defiende la supremacía
civil en el manejo de lo público, no tiene confianza en los militares para administrar
la cosa pública ni escenario político porque por su formación de obediencia
ciega no fomentaba el espíritu deliberativo sino la tendencia al autoritarismo, Decía “El hábito de obedecer sin réplica, ni examen es
evidente los aleja de las virtudes civiles”. “El ídolo de las milicias es el
pundonor y su pundonor consiste en vencer a como dé lugar, no hay terreno para
el dialogo”.
En 1834, a cuatro años de la ruptura con Colombia y
del primer gobierno del General José Antonio Páez vuelve nuevamente con su
defensa de la alternabilidad, principio republicano que la constitución de 1830
adoptó y que prohibía explícitamente la reelección como única forma de superar los
viejos hábitos del eterno gobierno manejado por un solo individuo, lo cual era
y es incompatible la igualdad y contrario a las costumbres republicanas
.
La defensa de los principios va seguida de una severa
condena al gobierno. A juicio de Lander, el gobierno de Páez ha establecido una práctica en el manejo de
los cargos públicos que no se encuentra apegada al ejercicio de la
alternabilidad. Han llegado a creerse los únicos venezolanos con aptitudes
de gobernar” (Lander, 1834: 42), violentando así la mayor garantía
de un pueblo libre.
La misma opinión sostiene en 1835, cuando el
congreso debía seleccionar al presidente de la República que sustituiría al
general José Antonio Páez. Descalifica a Soublette como candidato ya que su
elección anularía totalmente el canon alternativo. Ha vivido veinticinco
años mandando o pegado al que manda, y pasa de un destino a otro con tanta
facilidad como los jugadores de mano pasan las bolas de un cubilete a otro
(Lander, 1835b: 59)
Y, nuevamente en 1838, insiste sobre el tema al
denunciar las omisiones del gobierno en relación al cumplimiento de este
cardinal precepto del liberalismo, único instrumento de los ciudadanos para
desalojar del poder a quienes han actuado equivocadamente.
En 1840, las observaciones de Lander forman
parte del cuerpo doctrinario que fundamenta la creación del Partido Liberal. La
defensa del principio alternativo es ahora no sólo un derecho que deber ser
respetado porque está consagrado constitucionalmente, sino que se convierte en
el recurso mediante el cual se condena el usufructo del poder por parte de los
“godos” y en formidable bandera para justificar el derecho de los liberales a
conquistar el poder.
A partir de 1840, de acuerdo al diagnóstico que
elaboran, se abre una nueva era para Venezuela. La experiencia
política acumulada durante diez años de ejercicio republicano ha consolidado
los derechos ciudadanos y, la voluntad general tendrá la oportunidad de expresarse
electoralmente para modificar la situación y hacer imperar el principio
alternativo.
Será, pues, la voluntad general la encargada de
desalojar del gobierno a esa gavilla de traficantes ambiciosos, de
impedir que un solo hombre se sostenga en el poder después de 21 años de
gobierno ininterrumpido, de corregir esa anomalía de la democracia y acabar con esa usurpación del
poder.
El discurso liberal pretende así descalificar a
quienes han detentado el mando por espacio de una década. Se condenan sus arbitrariedades,
se censura la iniquidad de sus leyes, la ignavia de los comisarios públicos, la
corrupción en las asambleas, el personalismo, el engaño y la desnaturalización
del sistema que ha terminado por destruir la moral civil.
La sentencia liberal no deja lugar a dudas:
sólo el relevo de tan perjudicial colectivo puede devolver la tranquilidad
pública a Venezuela. La práctica de la alternabilidad constituye entonces el
antídoto contra los males de la “oligarquía” y ellos, los liberales, la única
opción de poder capaz de dar cumplimiento al preciado derecho liberal, de allí
la pertinencia de agruparse en un partido político
A juicio de los liberales, la constitución de
partidos es una de las esencialidades del sistema republicano. Son
indispensables para la conservación
de la libertad civil y política de los pueblos regidos por gobiernos
representativos (El Agricultor, 1845) en la medida que
representa la única posibilidad de dirimir las opiniones sin encarnizamiento ni
persecución. Son, pues, inevitables en un régimen de libertades. Representan la
más legítima ruptura con el modelo absolutista de poder en el cual los partidos
constituyen un delito en virtud de la “omnipotencia del monarca”, de la
ausencia de derechos civiles, del predominio de la opresión.
Al igual que ha ocurrido en las naciones
civilizadas, en donde los disímiles intereses de la sociedad se encuentran
representados en partidos opuestos, en Venezuela, al alcanzar su madurez
política, es a todas luces conveniente la presencia de dos partidos que dividan
de manera pacífica la opinión de los venezolanos. Ello contribuiría, sin duda,
al perfeccionamiento de las instituciones, a la defensa de los principios
constitucionales, a garantizar el equilibrio del sistema. Su acción civil
ordenaría y canalizaría la opinión en las contiendas electorales. Cada
agrupación, de acuerdo a sus principios, estaría en la posibilidad de enarbolar
sus propias banderas, combatir cívicamente a sus adversarios y disputarse la
preferencia de los electores.
La legitimidad de su iniciativa al constituirse
en partido está sostenida, en términos doctrinarios, por lo que consideran un
indiscutible factor “civilizatorio” y de progreso. En los hechos, se trata de
consolidar un vehículo que les permita acceder al poder para impedir retrocesos
en la marcha del liberalismo. Le corresponderá a la prensa independiente
difundir este mensaje libertario.
Cuarta Parte
La libertad de imprenta
Si bien en un principio no hay mayores
diferencias en torno a la pertinencia de un régimen de libertades en el cual la
prensa ocupe destacado lugar, también es cierto que en torno al punto están
presentes diversidad de matices. No estaba nítidamente perfilado cuáles eran
los límites adecuados y convenientes de la libertad de expresión. De allí que
tempranamente surjan diferencias de criterios sobre el punto, hasta culminar en
una clara confrontación entre los bandos.
Al comenzar la edición de sus Fragmentos,
en 1833, Tomás Lander alertaba sobre los peligros que podría acarrear
restringir o condicionar este derecho. En su criterio, siguiendo a Constant: La esclavitud de la imprenta será siempre
compañera o precursora de la esclavitud civil (Lander, 1833: 163)
Al año siguiente, Rufino González, editor de El
Demócrata, sale en defensa de la libertad de imprenta. La concibe como el
paladión de las demás libertades, sin ella no hay justicia, ni república, ni
patria (El Demócrata, 1834). Posteriormente, en ocasión de
discutir la aprobación de un nuevo código de imprenta, la opinión se encuentra dividida,
al punto que es devuelto el proyecto por los mismos hombres del gobierno, hasta
que, finalmente, en 1839 se aprueba el nuevo estatuto fijando los linderos en
los cuales podría ejercerse el preciado derecho liberal.
En 1834, por iniciativa del Ministro de
Hacienda, Santos Michelena, se sanciona la Ley de Libertad de Contratos cuya
finalidad era favorecer la libre concurrencia de los particulares en las
transacciones económicas. Se pretendía con esta fórmula eliminar las trabas
existentes para la libre fijación de las tasas de interés y el monto del remate
de las propiedades en hipoteca. El objetivo era dar mejores garantías al
capital para superar los problemas del financiamiento de las actividades
productivas.
Esta ley se vio acompañada de otras medidas. En
1836 se sanciona el establecimiento de los Tribunales Mercantiles, responsables
de dirimir los asuntos que se desprendiesen de la aplicación de la Ley
de 10 de Abril; luego en 1841, se aprueba la Ley de Espera y Quita,
según la cual, para la ejecución de las acreencias, no era necesario el
consentimiento de todos los poseedores de exigencias contra una propiedad.
También, ese mismo año, se crea el Banco Nacional de Venezuela para la emisión,
descuento y giro de libranzas y letras de cambio. El Estado participaba con una
quinta parte de las acciones y el resto eran suscritas por el capital privado,
50% para 4 accionistas mayoritarios: Juan Nepomuceno Chaves, Guillermo Ackers,
Juan Elizondo y Adolfo Wolf; el resto serían ofrecidas en venta al público.
Las iniciativas del gobierno, al poco tiempo,
crean malestar en el grupo de los propietarios, en particular entre aquellos
que comienzan a ver afectados sus intereses como consecuencia de la ejecución
de las medidas económicas gubernamentales. La disensión comienza como asunto
individual, aislado, pero rápidamente va cobrando cuerpo hasta convertirse en
problema colectivo. El objetivo es alcanzar una modificación sustancial de la
situación, cuyos resultados se traduzcan en un mejoramiento significativo de
las condiciones en las cuales desempeñan los agricultores su actividad
económica.
Tomás Lander es además de un polemista y un
avanzado ideólogo del liberalismo fue un hacendado, dedicado a las labores
productivas del café y sufrió los problemas propios de contraer una deuda
impagable por aumento creciente, debido a unos intereses agiotistas y usureros de los que Lander denominaba
logreros . Se dedica con ahínco a organizar a los productores de los valles del
Tuy, el 25 de agosto de 1834 toma la iniciativa conjuntamente con otros
propietarios de fundar La Sociedad de Agricultores de la Sabana de
Ocumare y así lo hace del conocimiento del gobierno a través de una comunicación dirigida a la
Secretaría de Interior y Justicia, notificando los objetivos y convoca a todos
los hacendados de la región tuyera a incorporarse a la esfuerzo de mejorar la
productividad y prosperidad de la región. En el Mismo documento expone la
necesidad de canalizar el rio Tuy para evitar los males del desborde y recuerda
la conveniencia de canalizar el rio para facilitar una salida directa al mar “Nuestros
frutos irían sin escala al puerto de la Guayra, y el flete sería apenas la
mitad de lo que pagamos ahora de Ocumare a Caracas.”
El proyecto además contempla aspectos
fundamentales como el compromiso por parte de los hacendados de apoyar la
educación de las primeras letras, indispensable para la formación espiritual y
material de la nación, buscaban unir voluntades “Para ver si es posible hacer algo
en unos lugares fértiles y saludables en sumo grado, inmediatos al litoral,
abundantes en agua y en montañas, que participa de varios climas y que bien
habría llamado la tierra prometida
cualquier nieto de Abraham”.
El documento es firmado el 25 de agosto de 1834
por los hacendados de las Sabanas de Ocumare: Diego, Saravia, Fermín
Castilloveitia, Felipe Macero, Wenceslao Urrutia, José Gabriel Lugo, Juan
Manuel Manrique, José Vicente Mercader y Tomás Lander.
La inciativa de Tomás Lander de fundar ésta
Sociedad de Agricultores de la Sabana de Ocumare puede ser considerada históricamente
como el primer antecedente de organización gremial de productores venezolanos.
Los hacendados del Tuy productores de café, primer fruto de exportación de la
Venezuela del siglo XIX. Esta organización tuvo como motivación fundamental el enfrentamiento
de orden económico entre los hacendados dedicados al cultivo, recolección,
almacenamiento y transporte del café y el gremio de comerciantes compradores y
exportadores que hacían de prestamistas a muy alto interés, con un riesgo que
solo pesaba sobre los hombros de los agricultores debido a la protectora Ley
del 10 de abril de 1834. Se produce el desplome de los precios mundiales del
café y los agricultores endeudados con los comerciantes entraban en quiebra.
Ante ésta difícil situación de quiebra y
embargo los agricultores de los valles del Tuy, organizados para defender sus
intereses frente al gremio de comerciantes fue el antecedente del Partido
Agricultor organizado en 1838 y la simiente a su vez del Partido
Liberal fundado en 1840, quien tuvo en Tomás Lander uno de sus
principales promotores e ideólogos.
Don Tomás Lander es uno de los próceres civiles
en la república naciente donde se consideraba que quienes tenían el privilegio
de gobernar la república eran los próceres de la gesta militar, jamás dejó de
´predicar con el ejemplo y la palabra la
importancia que tenía para Venezuela de transitar el camino de los
pueblos civilizados, fundando una institucionalidad responsable y respetable,
enmarcados en los más puros ideales de libertad y democracia
Tomás Lander fallece el 6 de diciembre de 1845
en la ciudad de Caracas a los 58 años , la causa de su muerte se atribuye a una
aneurisma, la familia decide embalsamarlo y el trabajo se le encomendó al
médico alemán Gottfried Kanoche, quien dejó una leyenda de cuerpos embalsamados
y un castillo en las serranías del Ávila, El cuerpo de Tomás Lander estuvo en
la entrada de su casa sentado en
escritorio en postura de escritor, así permaneció 38 años en perfecto estado
hasta el año 1884 en que fueron trasladados al Panteón Nacional, donde han
estado hasta hoy
Parte Final:
Nuestra
historia republicana desde 1821 ha estado amarrada al ejercicio del poder que
se expresa por medio de la fuerza bruta, 27 constituciones, miles de códigos,
leyes, resoluciones no han garantizado el libre ejercicio del pensamiento, nos
sentimos como pueblo más inclinados al decreto del ejecútese que al ejercicio
reflexivo del cumplimiento de la Ley, nos encantan los códigos para violarlos.
Razones históricas como el amor la guerra, la admiración al militarismo
golpista, al autoritarismo primitivo, la creación de una teología bolivariana
desde el guzmanato hasta hoy nos amarra a un uniforme, una charretera o una boina,
todo ha contribuido a crear un pueblo
acostumbrado a dictaduras, al ejerció de la política por militares, más de 100
asonadas durante el siglo XIX, unos cuantas decenas de intentos en el siglo XX,
dos cambios fundamentales en el 45 y 58 producto de golpes de estado, la
glorificación de los frustrados intentos golpistas del 92, No son más que
sentimientos atávicos de creer que el sumo bien de la patria depende una sola voluntad, de algún hombre providencial y
carismático que empuñe la espada vengadora o justiciera eso que los positivistas venezolanos llamaron Cesarismo
Democrático, la tesis del Gendarme necesario que tiene por
tradición el poder para burlar la Constitución y las leyes de la República. ,La
violación algún artículo de la Constitución fue siempre la bandera de
subversión para todas nuestras revueltas, siempre se consideró una traición que
colocaba al gobernante fuera de la ley, pero el que toma el poder para
restituir el orden violado, pero también el restaurador cae en la misma
práctica de abuso y transgresión. Héroes
civiles como Toro, Roscio, Rodríguez, Bello, Yánez, Rendón, Michelena, Vargas, Aranda,
Lander por solo mencionar algunos, fueron con sus escritos y acciones la fuerza
moral de la República allí están esperando que tomemos sus banderas para salir
definitivamente del caos, la desorganización social, la anarquía y la
fatalidad, con su ejemplo podremos superar nuestro estado crónico de regresión
al preferir a un Monagas que a un Vargas.
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constituciones reposan en el cementerio constitucional venezolano, Si de ello
dependiera nuestra estabilidad institucional, con ese record, nadie nos ganaría,
pero no es así, hay que luchar todos los días para que la libertad sea algo más
que una consigna demagógica y no se confunda la democracia con el simple
derecho al voto, pero sin capacidad para elegir. Son los dedos del todopoderoso los que
eligen y el pueblo asiste a la mesa de votación como un cortejo de
acompañamiento de las decisiones ya tomadas.
Volvamos nuestros ojos procerato civil, veamos que hay algo más allá
de la heroica batalla, de la espada y el arrojo personal. Nuestra historia
tiene que superar la visión romántica que nos plantea que solo
se puede llamar próceres a los militares El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
define prócer, en sus dos primeras acepciones, como “1. Eminente, elevado,
alto. 2. Persona de la primera distinción o constituida en alta dignidad”. En
ninguna parte dice que los próceres sean exclusivamente militares. Los grandes hacedores de lo bueno que hay en
Venezuela han sido los civiles o militares que se han despojado de su
uniforme”. Don Tomás Lander, junto a Don Andrés Bello, Simón Rodríguez,
Santos Michelena, José María Vargas, Francisco
Espejo, Cristóbal Mendoza, Juan Germán Roscio, Estanislao Rendón,
Francisco Javier Yanes, José Rafael Revenga por solo mencionar algunos de los
fundadores de la Patria, con sus ideas y escritos Todos merecedores de nuestro reconocimiento y de la
investigación de su obra para evitar interpretaciones sesgadas y manipulaciones que pretenden hacer de la historia un traje a la medida. Lo que
ha llamado el Dr. Carrera Damas:” La ideología de remplazo” porque al
final todo se reduce a que nuestros próceres Libertadores dejaron su trabajo
inconcluso y es hoy cuando se consolida
la Independencia. Ante tamañas falacias estamos obligados a difundir la verdad
histórica por todos los medios disponibles, tal como lo hizo Don Tomás Lander
en su época. Hay que salirle al paso a esa disquisiciones adobadas y colocar la
verdad por delante, Finalizo haciendo llamado a la investigación y la difusión
del rico legado que nos dejan nuestros pensadores, para encontrar de una vez por todas el camino del
progreso republicano en libertad y en democracia.
Mil gracias por su atención.-
LOS TEQUES 13 DE FEBRERO DEL AÑO 2013
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