VIGENCIA DEL PENSAMIENTO DE DON TOMáS LANDER (DISCURSO)


Discurso de incorporación como Individuo de Número  de Academia del Historia del Estado Miranda
            



                                 Profesor Manuel Vicente Monasterios Gómez
                                       Para ocupar el Sillón Académico "J"

             Vigencia del pensamiento de Don Tomás Lander


Ciudadano: Dr.  Don Fermín Luque Olivo Director de la Academia del Estado Miranda.
Ciudadanas y ciudadanos Académicos.
Invitados Especiales.
Señoras y Señores:

                                    

Reciban, apreciados Académicos, mi más hondo agradecimiento por haberme elegido Individuo   de Número de la Academia de la Historia del Estado Miranda y al mismo tiempo mi firme promesa de cumplir con los deberes que se derivan de tan honrosa designación y de trabajar con empeño en el cumplimiento de los objetivos de tan importante institución en la vida cultural de nuestro estado. Agradezco su generosa decisión al permitirme compartir con ustedes el apasionante trabajo de investigación y divulgación, pero sobre todo el compromiso de anunciarle al pueblo que el conocimiento de nuestra historia sin sesgos acomodaticios es la mejor defensa de la libertad, valor supremo de nuestra vida republicana.
El sillón que voy a ocupar esta distinguido con la letra “ J “   el cual ha sido honrado por el Académico Profesor Don  Adolfo Torres,  nacido en Mene Grande, estado Zuli,  hijo adoptivo y insigne de la ciudad de Los Teques quien tuvo  en su vida  múltiples facetas : Profesor de Educación  Media, en las Cátedras de  historia y materias humanísticas , destacado profesor Universitario, gremialista de los docentes mirandinos, fundador de instituciones como la  Academia de la Historia del Estado Miranda, a la cual dedicó sus mejores esfuerzos, a pesar de sus conocidos problemas de salud. Las finanzas, la sede propia, las publicaciones de la Academia fue su constante lucha para darle a la institución sus bases y fundamentos que le permitieran perdurar y consolidarse en el cumplimiento de su misión.
El Académico Profesor Adolfo Torres deja en su paso por la vida una profunda huella en su familia, en sus alumnos, en quienes tuvimos la honra de ser sus amigos y compartir con él responsabilidades, fue un hombre útil a su patria y nos deja un legado de trabajo honesto, de una inteligencia al servicio del bien. El mejor homenaje que podemos hacerle a su memoria es continuar su tesonera labor por la consolidación de la Academia, sin duda podemos afirmar que su ejemplo en lo personal me servirá de guía para continuar su camino en éstos menesteres, espero estar a la altura del compromiso contraído.

Don Tomás Lander:
.
He escogido el  tema de Don Tomás Lander para mi discurso de incorporación por varias razones:
 En primer término su vinculación como hacendado en San Francisco de Yare, sus iniciativas  de tanta trascendencia para la región como la navegación por el rio Tuy desde Ocumare hasta su desembocadura al mar; su aliento para la creación de la primera imprenta del Tuy en la población de Santa Lucía; su trabajo en el impulso de la construcción de caminos y carreteros en el Tuy y su comunicación con los llanos de Altagracia de Orituco. Don Tomás Lander fue, sin duda, uno de los ideólogos de la Venezuela moderna con un pensamiento de avanzada en los aspectos fundamentales en el manejo de la República. Recordemos que sus escritos ocurren entre 1820 y 1845, cuando nacía Venezuela en medio de las ruinas que nos dejó la guerra de Independencia. Las  ideas y  los  proyectos  de don Tomás Lander no solamente están vigentes, sino que nos con nos dan luz y esperanzas  en medio de ésta crisis de valores que sufrimos hoy  los venezolanos. Su figura intelectual y moral se  nos presenta como el más apasionado defensor de las libertades civiles, en un país donde aún el militarismo con todas sus variantes ha tenido una supremacía de 150 años, en 200 de vida republicana. Tomas Lander fue quizás, el primer defensor en Venezuela   de  la libertad de pensamiento y el derecho a expresar su opinión sin cortapisas, ni censura previa por los medios  disponibles en la época como  la prensa escrita. Lander  alertó en los albores de la república sobre el daño que se hace a la conciencia democrática tener una administración de justicia parcializada y sometida a la voluntad omnímoda del poder ejecutivo. En sus escritos de prensa dedicó muchas cuartillas a señalar  el  vicio de las llamadas camarillas que medran a la sombra del poderoso. Eso que hoy llamamos el entorno que coloca alfombras y zalamerías al jefe a cambio de canonjías y privilegios.
 Don Tomás Lander está por meritos propios entre los esclarecidos fundadores de la Patria, conocedor y difusor por la prensa de la época los principios avanzados de la doctrina liberal, del predominio de lo civil sobre lo militar, pero al mismo tiempo impulsa los modernos postulados de libertad de mercado con justicia social y responsabilidad compartida, Su protesta a las leyes del corte agiotista y especulador impulsadas por el gobierno del General José Antonio Páez y propuestas por el sabio Michelena , inspiradas en el Laissez faire, laissez passer “dejar hacer, dejar pasar de los clásicos de liberalismo inglés, francés y norteamericano, aunque su intención era promover la productividad en un país arruinado, lo que generó fue la más cruel especulación, la perdida  por remate de las haciendas por deudas impagables. Lander quien sufrió en lo personal la crueldad del agio mercantilista de los comerciantes que hacían de prestamistas y logreros, sobre los productores del campo que creaban la riqueza, es especial del café, primer producto de exportación de la época. En  Don Tomás Lander encontramos a un austero republicano, con una propuesta doctrinaria que trasciende al partido liberal del siglo XIX y llega hasta nuestros días, dando base ideológica  de venezolanidad a los partidos democráticos modernos. Cuyas diferencias se fundamentan básicamente en el mayor o menor porcentaje de la combinación de libertad de mercado, justicia social y responsabilidad empresarial.
 Por ésta y otras razones que desarrollaré sucintamente en mi discurso, trataré de demostrar la necesidad que tenemos los venezolanos en ésta hora de abrevar  en el bagaje su sapiencia doctrinaria y de su ejemplo de  ciudadanía.
Académicos en  reunión de trabajo en Los Teques.  año 2014

Primera Parte:
Don Tomás Lander  nace en Caracas el 29 de diciembre de 1787, contemporáneo con la generación de la Independencia, en los últimos años del período colonial donde el modelo impuesto por España había dado sus frutos, empezaba el proceso de agotamiento y la élites económicas herederas del cacao se consideraban suficientemente maduras para romper el dominio político de la península, soplaban vientos de cambio en Europa y Norteamérica y se cuestionaba el modelo teocrático que consideraba que el poder de los reyes venía directo de Dios. Montesquieu y los enciclopedistas abordan  el tema del origen del poder en el pueblo, en la llamada soberanía popular, se empieza hablar de la división de los poderes, de los derechos del hombre y autores como Thomas Paine influyen poderosamente en la evolución y consolidación del término Democracia como forma de vida y al rechazo con horror del sistema esclavista, piedra angular de la riqueza colonial.
Fueron los padres de Tomás Lander Don Pedro Lander y Doña Paula  Alcal, ambos origen vasco, llegaron a las tierras del Tuy, en la época de esplendor   de Compañía Guipuzcoana a la hacienda cacaotera y añilera de los Piñango en las cercanías del pueblo de San Francisco de Yare. Tenían como todos propietarios del Tuy de la época, su casa principal en Caracas y su centro de trabajo en éstos fértiles valles. Es entre la hacienda y la capital donde trascurren los primeros años de Tomás, al igual que los jóvenes de su grupo social recibían clases particulares de maestros destacados de la época. En documentos del archivo histórico de la Universidad Central se evidencia que solicitó ingreso a la Regia y Pontificia Universidad de Caracas el 4 de marzo de 1802, en la cual fue admitido inició estudios pero no logra concluirlos, sin embargo para esa época ya era un lector consumado de obras en francés e inglés  que llegaban clandestinamente en las bodegas de los veleros al servicio de la Guipuzcoana y que su padre guardaba en su casa como unos sus tesoros más preciados. Recibe, al igual que la elite de la generación libertadora la influencia de las propuestas transformadoras de Ilustración  europea, además de una gran admiración por el proceso de la Independencia de Norteamérica y lo ocurrido en Francia con su revolución.
En esos años juveniles se produce la conspiración de Gual y España y la expedición Mirandina a las costas de Venezuela. Es evidente que Tomás Lander pertenece por herencia cultural, por los hechos que acompañan su existencia a esa generación que se debate entre la fidelidad a la monarquía, sus formas, a su tradición e instituciones y la propuesta de ruptura total con la fundación de nuevas instituciones de carácter republicano. Que dominaban el panorama político de Francia, Inglaterra, Holanda y la Colonias inglesas de Norteamérica. Lo que no paso por la mente de ésta generación de ilustrados criollos fue que  el camino de sedición contra la obsoleta monarquía Borbónica se llevaría por delante sus privilegios y de estar en la cúspide de la pirámide de una sociedad estratificada, bajar hasta la base por fuerza de la realidad que forjó la Guerra de Independencia, obligados a  abrir  la puerta de poder político, económico y social a la despreciada clase de los pardos, de los blancos de orilla y aceptar la desaparición del grupo social dominante llamado mantuanaje.
Los acontecimientos del 19 de abril de 1810 y del 5 de julio de 1811 los vive Tomás Lander trabajando con su padre en sus posesiones agrícolas de Yare, aunque en determinado momento tuvo algunas de desavenencias con su padre, quien siempre se mantuvo fiel a la monarquía.
En los archivos del general Francisco de Miranda reposa una carta fechada el 8 de mayo de 1812 donde Tomás Lander le expone su estima y admiración|:”General, vos sabéis el afecto que profeso al país en que vi luz: no debéis  dudar del agrado con que serviría a las inmediatas órdenes del Salvador de Venezuela”, se excusa de no poder atender el llamado de incorporación al ejercito organizado por Miranda por haber sufrido de una aparatosa caída de una hamaca que lo mantenía en su lecho. No se tienen noticias exactas de su posible incorporación al ejército patriota, pero el médico José de la Cruz Limardo en referencia del boletín de la Academia Nacional de la Historia N° 128 relata:
” Me detuve en Valencia por haberme instado Muñoz Tebar Secretario del General Bolívar para ayudarle en la secretaría: Me encargó Muñoz de la sección de Bogotá y de las Antillas (…) Seguí en Caracas y continué en la secretaria, siendo mi oficial inmediato el señor Tomás Lander, harto conocido hoy, por talento y sentimientos patrióticos”

Segunda Parte:
La caída de la  República  y la pérdida de la esperanza, cuando no se veían sino las perspectivas más tristes, la provincia de Venezuela agonizaba en medio del saqueo, la destrucción de la producción agrícola, el enseñoramiento del crimen, cuando la Patria gemía bajo los cascos de más de 15.000 jinetes que había logrado reunir bajo su mando de muerte y destrucción el primer caudillo de la Venezuela irredenta: José Tomás Boves. Tomás Lander al igual que miles de venezolanos toma el camino del exilio, solo la férrea voluntad de Bolívar y la resistencia de los próceres orientales como Mariño, Arismendi, Bermúdez, Sucre, Anzoátegui y el más osado y hábil guerrero de aquella agónica república. Manuel Piar, mantienen una rendija a libertad en medio del caos reinante.
 Tomás Lander se va a las Antillas a isla de San Thomas, donde se dedica entre 1814 y 1818 a la actividad comercial, Allí comparte con su esposa la señora Manuela Machado y Orta viuda del teniente coronel Blas Paz del Castillo, fallecido en la batalla de Urica en diciembre del año 14. Por cierto hoy la población de Santa Lucía, en los valles del Tuy lleva el nombre del prócer: Municipio Paz Castillo, capital Santa Lucía.
Vuelve por corto tiempo a Venezuela y se radica en Europa por dos años donde además de la actividad comercial profundiza su formación como autodidacta y consumado lector de libros en inglés y francés. Retorna al país en 1820, en ese momento apenas  llegó al puerto de la Guaira y puedo comprobar que la intolerancia y la ausencia de libertad de pensamiento seguían reinado en Venezuela a pesar de las medidas de corte liberal que habían tomado las Cortes  españolas tratando de ganarse nuevamente el pensamiento ilustrado de la América que luchaba por la independencia total. La crisis española se había agudizado por la resistencia del Rey Fernando VII de aceptar la Constitución de Cadiz, en ese momento se había firmado un acuerdo de paz, un armisticio que duró muy poco, pero Pablo Morillo regresó a España y dejó encargado al general Miguel de la Torre como comandante de las tropas realistas del Centro y occidente de Venezuela, los patriotas tenía parte del oriente, la provincia de Guayana, Apure, la Nueva Granada, había sido liberada por Simón Bolívar con la batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819. Se preparaba la batalla final que tuvo lugar en Carabobo el 24 de junio de 1821.
Edición del Congreso Nacional  "Colección  del Pensamiento Político del Siglo XIX"

Tomás Lander se tropieza a su regreso con la iglesia en el puerto de la Guaira, entre sus objetos personales venían algunos libros considerados peligrosos por el Vicario de ese puerto Juan de Dios Echarri quien confisca los libros sediciosos entre los cuales se destacan:” Fray Gerundio de Campazas de José Ignacio Isla;  Curso de Literatura de La Harpe; Historia Filosófica de Raynal; La Conquista de México por Solís; Eusebio de Pedro Montegón;, los escritos de Beuzut; Los Viajes de Atenor y los versos de Arriaza entre otros”
Lander protestó contra el abuso apoyándose en la legislación española constitucional vigente para exigir la devolución de los libros, realizó quizás la primera denuncia pública en Venezuela, utilizando el periódico caraqueño, denominado:”La segunda Aurora”. El 21 de septiembre de 1820 publica un comunicado donde señala el decomiso de sus libros “como un atentado al sagrado derecho de propiedad y las justa miras del Gobierno constitucional, relativas a la propagación de las luces”…… “Es muy posible que al abrigo de la distancia en que estamos de los regeneradores de la nación, prenden muchos obstruir los medios de la ilustración pública, contrariando de un modo directo los sabios decretos del Gobierno Soberano.” Así, en pleno régimen español se constituyó en defensor de la libertad de imprenta y de pensamiento, actitud que siempre mantendría en todos sus escritos. De ésta forma terminó el pleito, aunque “expurgadas” (Censurar la lectura de algunos capítulos), las obras le fueron devueltas menos las sátiras del padre Islas conocidas como Don Gerundio de Campazas, que según se extravió.
Desde éste episodio de censura y denuncia la vida de Tomás Lander tendrá como lema permanente: Censurar hasta igualar, respetar la desgracia” En 1823 se le verá combatir la expulsión de españoles decretada por el gobierno de Bogotá y pedir que sea abolida, o por lo menos suavizada la ley de confiscación, vigente y a los conspiradores contra el gobierno del Dr. José María Vargas solicita clemencia y perdón, argumentando que la venganza y el odio no deben motivar a la justicia y si se aplican las retaliaciones al final todos seremos victimas,
Cuadro de las ruinas de la casa de Don Tomás Lander en  San Francisco Yare


Tercera Parte:
Escribe en el periódico caraqueño El Venezolano N° 28 del 23 de diciembre de 1822 un extraordinario editorial del cual podemos extraer algunos párrafos de gran interés y vigencia: ”La libertad no puede existir sin la independencia, aunque podemos ser independientes sin ser libres”…”Por desgracia, la libertad civil no la dan la victorias, ni estriba en constituciones y reglamentos, sino en el carácter de los hombres, en sus virtudes y no en los escritos”…”El habito de la servidumbre hace a los hombres indiferentes a su suerte hasta el punto vergonzoso de considerar como una penosa tarea el velar por sus derechos, así como la tiranía disfrazada con traje de la libertad, bajo las formas más halagüeñas y seductoras pasa de unas manos a otras sin que cambie por esto la situación humillante de los pueblos. El vicio no está sin embargo  en los que mandan, sino en los que obedecen, porque la tendencia natural de los gobiernos es a la tiranía, la resistencia debe , pues estar de parte de los gobernados, pero esta resistencia está en razón de sus virtudes y de sus luces, no de sus fuerzas físicas” Estas ideas de Tomás Lander encierran en su contenido  no solamente  lo dicho por Simón Bolívar en el Discurso de Angustura sobre la moral , las luces o la educación del pueblo como condiciones básica para vida en libertad, sino su vigencia cuando nos dice que los pueblos se acostumbran a las cadenas y se dejar seducir por tiranías disfrazadas con trajes de libertad, las cuales no solo oprimen, sino que someten a los pueblos a las más vergonzosas humillaciones.
En este mismo editorial de 1822 Tomás Lander dice:”La forma de gobierno por sí sola no constituye la libertad, sino el grado de de virtud e ilustración de los individuos que forman la sociedad y  la combinación feliz que establece la constitución entre las diferentes ramas de la administración” Nos quiere decir que sin la división y la igualdad entre los diversos poderes públicos es imposible que exista la libertad aunque seamos independientes y un libro llamado constitución nos indique los deberes y derechos.
Lander nos muestra taxativamente algunos principios fundamentales que convienen a toda constitución libre independiente de la forma de gobierno que se escoja y enfatiza  que si no se se ponen en práctica es inútil  pensar en libertad civil, tales son los siguientes:
1-° Que el poder legislativo, ejecutivo y judicial estén separados entre sí.  En alguna oportunidad hemos escuchado  a jueces de la República decir sin rubor que el Poder Judicial y el  Poder Ejecutivo es lo mismo y que la justica debe estar al servicio de los objetivos de quien ejerce la Presidencia. En un discurso se pretende derrumbar todo el pensamiento renovador de la ilustración del siglo XVIII. Sin la separación clásica de los poderes los gobiernos terminan en neo monarquías y dictaduras totalitarias.
2-° Que los ministros sean responsables a la nación y no a la persona que ejerce el Poder Ejecutivo.  Esa responsabilidad tuvo su origen en los juicios de residencia durante la colonia, hoy los ministros y el mismo presidente de la república deben presentar su informe anual ante el Congreso a la Asamblea, no como una simple formula protocolar sino un informe detallado de la gestión, del uso y destino del dinero público y de los planes gubernamentales, lo hacen ante el cuerpo colegiado por ser la genuina representación de la soberanía popular. Si no es así para qué se presentan informes que ni siquiera se toman el trabajo de leer, mucho menos de criticar o cuestionar, razón y esencia del cuerpo legislativo, esos informes de responsabilidad están aprobados antes de llegar a un parlamento que no discute, sino que impone por precaria mayoría.
3-° Que los jueces sean vitalicios y no puedan ser removidos a ningún otro destino, para que, no teniendo nada esperar, ni qué temer al gobierno, administren justicia con toda rectitud. Imaginemos un país donde los jueces vivan aterrorizados porque  sus decisiones tienen que ser del agrado del Poder Ejecutivo para poder conservar el cargo, evitar la destitución, la detención y  condena sin formula de juicio. Don  Tomás Lander nos dice que en ese país es inútil pensar en libertad, en democracia, en elecciones libres, en justicia y mucho menos en estado de derecho.
4-°Que los juicios sean públicos y por jurados.
5-°Que la imprenta sea libre para que censure y aplauda con imparcialidad, tanto a los magistrados como a los simples ciudadanos. Nos habla de la más absoluta libertad de expresión
6-° Que ningún individuo pueda ser arrestado sin que se le haga saber las causa de su prisión y se juzgue dentro de los términos señalados por la Ley El respeto por los derechos humanos

“Un gobierno cuyas verdaderas bases sean estas, sea cual fuere el nombre que lleve, será un Gobierno Libre. El que no esté fundado en estos principios será despótico y arbitrario, aunque veamos escritas las palabras República y Libertad en la Constitución, en las calles y plazas”   .
Periódico "El Venezolano" Siglo XIX Pensamiento Liberal


“Nosotros empezaremos a ser libres cuando estemos instruidos en nuestros deberes y nuestros derechos; para instruirnos necesitamos saber leer y después adquirir gusto por la lectura, debemos pues poner Énfasis en las escuelas en toda la extensión de la República. Escuelas limpias y dotadas, con buenos maestros, formar el espíritu público dando una educación moral y patriótica a nuestra juventud. Cuando hayamos vencido estos inconvenientes podremos lisonjearnos que estamos en aptitud de ser libres. Mientras tanto viviremos en aquella condición lamentable de la servidumbre, que sufre a la sombra de las constituciones cuyos principios son libres en teoría y tiránicos en la práctica.

Si convenimos pues que la piedra fundamental del templo de la Libertad es la educación y que sin ella el edificio de la República está sobre arenas y no podrá sostenerse ¿A qué razón podrá darse por no haber diseminado aquella enseñanza en todo el territorio? ¿No autoriza la ley sobre escuelas al Poder Ejecutivo para que las mande a establecer en todas las ciudades del territorio?...
“Ya oigo al Congreso preguntando a los encargados de la ejecución de las leyes: ¿Qué habéis hecho  para cumplir éstas?

Seguramente no podrán contestar que han carecido de medios para llevarla a cabo, pues con la mitad de lo que se ha consumido en fiestas, bailes, iluminaciones y salvas que sólo han servido para insultar a la miseria pública, podrá haberse hecho venir a algunos maestros de Europa
con todos los útiles que se necesitan para realizar tan útil proyecto. “

Al reunirse en 1821 en la Villa del Rosario de Cúcuta La  Asamblea Nacional Constituyente para fundar las bases jurídicas de la República de Colombia, gran parte del territorio de la Provincia de Venezuela se encontraba bajo el dominio realista, incluida Caracas, por tal motivo la Municipalidad de Caracas solo juramentó la nueva Constitución de manera condicionada dejando claro que no se podían “Imponer a los pueblos de ésta Provincia y al Departamento de Quito el deber de su estrecha e inalterable observancia, cuando no  han tenido parte en su elaboración, ni creen adaptable a éste territorio disposiciones de aquel código y de las leyes que emanan de él”.
Lo cual evidentemente demuestra que la separación de Venezuela de la gran Colombia no fue obra de un general traidor a Bolívar, sino que desde su nacimiento generó graves recelos. Porque es natural que quienes lucharon buscando su soberanía por más de 14 años en una guerra que le costó a Venezuela mucho más en vidas y destrucción que al resto de  América,, aceptarían tranquilamente entregar esa soberanía a Bogotá, tomando en cuenta la distancia y la efectiva comunicación. A ese respecto en un editorial del periódico El Venezolano Tomás Lander expone los inconvenientes del sistema centralista, impuesto por Bolívar y abogaba por la adopción del Federalismo, con la aplicación de ésta medida y otras que salvaguardaran la soberanía venezolana se hubiese podido salvar la Republica de Colombia.
El triunfo de Ayacucho le permitió al Libertador concentrar mayor poder en inmensos territorios de culturas muy diferentes, desde el alto Perú, hasta Cumaná, se le dio el nombre de Bolivia al territorio del Alto Perú y se propuso una Constitución con un Poder Ejecutivo vitalicio, Esta actitud de exaltación personalista, concentración de poder sin alternabilidad, sueño de las neo dictaduras americanas generó muchas críticas en Venezuela, Tomás Lander escribe un folleto titulado “Reflexiones sobre el Poder Vitalicio que establece en su Presidente la Constitución de Bolivia dirigido al Ministro de Corte de Justicia doctor Francisco Javier Yánes”. Entre otras interesantes afirmaciones es su largo escrito podemos extraer algunos párrafos. Nos dice: “Los artículos 76 y 79 de la Constitución dictada en Chuquisaca por el Libertador Presidente para la República de Bolivia es lo que ha sobresaltado nuestro celo, porque S.E. la ha considerado adaptable a Colombia. Y como tal recomendándola para su establecimiento a los hombres públicos de ella. Los mencionados artículos erigen un Presidente  vitalicio e irresponsable, con la facultad de nombrar sucesor en la persona del Vicepresidente, de conmutar las penas capitales, sin acuerdo de los tribunales que la impusieron.
Creemos que al hacer tal recomendación el ínclito patriota, el Hijo de Caracas, parece que perdió de vista la vasta extensión de territorio a que su espada y sus talentos han dado libertad, los caracteres distintivos de su querida patria, de la ilustrada Venezuela, pues los arroyos de sangre inmaculada con que ésta región heroica, desde el 19 de abril de 1810 está escribiendo constante las calidades de gobierno que intentó establecer, electivo y responsable, no dejan dudas sobre el voto de sus pueblos y el objeto de sus sacrificios.¿ Pero por ventura fue dada a los héroes la cualidad sólo divina de la infalibilidad ? Y así continúa Lander  éste extenso folleto no encuentra justificación alguna para tal propuesta y la considera el origen de muchos males. Un Ejecutivo con tales características sólo propiciaría la tiranía Advierte que el hombre por naturaleza es ambicioso, más aún los militares:”…” El soldado ambiciona ser oficial, el oficial llegar a general y el jefe de una nación, su inmediato grado que es tiranizarla o anonadar las leyes para extender su poder con perjuicio de la libertad”
Pa evitar estos peligros, los mejores diques eran la alternabilidad y responsabilidad de los funcionarios públicos. El ejercicio ciudadano de las elecciones constituía el remedio para contener las torpezas y los excesos evitando recurrir a la violencia. Señalaba además que tales abusos podrían despertar la oposición violenta de los pueblos decididos a arrancarle por medio de una pugna sangrienta la autoridad que hubiese convertido en su provecho, y revivir de esta manera sus derechos amortecidos. De este modo, la violencia engendrada por la misma tiranía anegaría de sangre la república.
Definitivamente Tomás Lander defiende la supremacía civil en el manejo de lo público, no tiene confianza en los militares para administrar la cosa pública ni escenario político porque por su formación de obediencia ciega no fomentaba el espíritu deliberativo sino la tendencia al autoritarismo, Decía “El hábito de obedecer sin réplica, ni examen es evidente los aleja de las virtudes civiles”. “El ídolo de las milicias es el pundonor y su pundonor consiste en vencer a como dé lugar, no hay terreno para el dialogo”.
En 1834, a cuatro años de la ruptura con Colombia y del primer gobierno del General José Antonio Páez vuelve nuevamente con su defensa de la alternabilidad, principio republicano que la constitución de 1830 adoptó y que prohibía explícitamente la reelección como única forma de superar los viejos hábitos del eterno gobierno manejado por un solo individuo, lo cual era y es incompatible la igualdad y contrario a las costumbres republicanas
.
La defensa de  los principios va seguida de una severa condena al gobierno. A juicio de Lander, el gobierno de Páez  ha establecido una práctica en el manejo de los cargos públicos que no se encuentra apegada al ejercicio de la alternabilidad. Han llegado a creerse los únicos venezolanos con aptitudes de gobernar” (Lander, 1834: 42), violentando así la mayor garantía de un pueblo libre.
La misma opinión sostiene en 1835, cuando el congreso debía seleccionar al presidente de la República que sustituiría al general José Antonio Páez. Descalifica a Soublette como candidato ya que su elección anularía totalmente el canon alternativo. Ha vivido veinticinco años mandando o pegado al que manda, y pasa de un destino a otro con tanta facilidad como los jugadores de mano pasan las bolas de un cubilete a otro (Lander, 1835b: 59)
Y, nuevamente en 1838, insiste sobre el tema al denunciar las omisiones del gobierno en relación al cumplimiento de este cardinal precepto del liberalismo, único instrumento de los ciudadanos para desalojar del poder a quienes han actuado equivocadamente.
En 1840, las observaciones de Lander forman parte del cuerpo doctrinario que fundamenta la creación del Partido Liberal. La defensa del principio alternativo es ahora no sólo un derecho que deber ser respetado porque está consagrado constitucionalmente, sino que se convierte en el recurso mediante el cual se condena el usufructo del poder por parte de los “godos” y en formidable bandera para justificar el derecho de los liberales a conquistar el poder.
A partir de 1840, de acuerdo al diagnóstico que elaboran, se abre una nueva era para Venezuela. La experiencia política acumulada durante diez años de ejercicio republicano ha consolidado los derechos ciudadanos y, la voluntad general tendrá la oportunidad de expresarse electoralmente para modificar la situación y hacer imperar el principio alternativo.
Será, pues, la voluntad general la encargada de desalojar del gobierno a esa gavilla de traficantes ambiciosos, de impedir que un solo hombre se sostenga en el poder después de 21 años de gobierno ininterrumpido, de corregir esa anomalía de la democracia y acabar con esa usurpación del poder.
El discurso liberal pretende así descalificar a quienes han detentado el mando por espacio de una década. Se condenan sus arbitrariedades, se censura la iniquidad de sus leyes, la ignavia de los comisarios públicos, la corrupción en las asambleas, el personalismo, el engaño y la desnaturalización del sistema que ha terminado por destruir la moral civil.
La sentencia liberal no deja lugar a dudas: sólo el relevo de tan perjudicial colectivo puede devolver la tranquilidad pública a Venezuela. La práctica de la alternabilidad constituye entonces el antídoto contra los males de la “oligarquía” y ellos, los liberales, la única opción de poder capaz de dar cumplimiento al preciado derecho liberal, de allí la pertinencia de agruparse en un partido político
A juicio de los liberales, la constitución de partidos es una de las esencialidades del sistema republicano. Son indispensables para la conservación de la libertad civil y política de los pueblos regidos por gobiernos representativos (El Agricultor, 1845) en la medida que representa la única posibilidad de dirimir las opiniones sin encarnizamiento ni persecución. Son, pues, inevitables en un régimen de libertades. Representan la más legítima ruptura con el modelo absolutista de poder en el cual los partidos constituyen un delito en virtud de la “omnipotencia del monarca”, de la ausencia de derechos civiles, del predominio de la opresión.
Al igual que ha ocurrido en las naciones civilizadas, en donde los disímiles intereses de la sociedad se encuentran representados en partidos opuestos, en Venezuela, al alcanzar su madurez política, es a todas luces conveniente la presencia de dos partidos que dividan de manera pacífica la opinión de los venezolanos. Ello contribuiría, sin duda, al perfeccionamiento de las instituciones, a la defensa de los principios constitucionales, a garantizar el equilibrio del sistema. Su acción civil ordenaría y canalizaría la opinión en las contiendas electorales. Cada agrupación, de acuerdo a sus principios, estaría en la posibilidad de enarbolar sus propias banderas, combatir cívicamente a sus adversarios y disputarse la preferencia de los electores.
La legitimidad de su iniciativa al constituirse en partido está sostenida, en términos doctrinarios, por lo que consideran un indiscutible factor “civilizatorio” y de progreso. En los hechos, se trata de consolidar un vehículo que les permita acceder al poder para impedir retrocesos en la marcha del liberalismo. Le corresponderá a la prensa independiente difundir este mensaje libertario.
Cuarta Parte


La libertad de imprenta
Si bien en un principio no hay mayores diferencias en torno a la pertinencia de un régimen de libertades en el cual la prensa ocupe destacado lugar, también es cierto que en torno al punto están presentes diversidad de matices. No estaba nítidamente perfilado cuáles eran los límites adecuados y convenientes de la libertad de expresión. De allí que tempranamente surjan diferencias de criterios sobre el punto, hasta culminar en una clara confrontación entre los bandos.
Al comenzar la edición de sus Fragmentos, en 1833, Tomás Lander alertaba sobre los peligros que podría acarrear restringir o condicionar este derecho. En su criterio, siguiendo a Constant: La esclavitud de la imprenta será siempre compañera o precursora de la esclavitud civil (Lander, 1833: 163)
Al año siguiente, Rufino González, editor de El Demócrata, sale en defensa de la libertad de imprenta. La concibe como el paladión de las demás libertades, sin ella no hay justicia, ni república, ni patria (El Demócrata, 1834). Posteriormente, en ocasión de discutir la aprobación de un nuevo código de imprenta, la opinión se encuentra dividida, al punto que es devuelto el proyecto por los mismos hombres del gobierno, hasta que, finalmente, en 1839 se aprueba el nuevo estatuto fijando los linderos en los cuales podría ejercerse el preciado derecho liberal.
En 1834, por iniciativa del Ministro de Hacienda, Santos Michelena, se sanciona la Ley de Libertad de Contratos cuya finalidad era favorecer la libre concurrencia de los particulares en las transacciones económicas. Se pretendía con esta fórmula eliminar las trabas existentes para la libre fijación de las tasas de interés y el monto del remate de las propiedades en hipoteca. El objetivo era dar mejores garantías al capital para superar los problemas del financiamiento de las actividades productivas.
Esta ley se vio acompañada de otras medidas. En 1836 se sanciona el establecimiento de los Tribunales Mercantiles, responsables de dirimir los asuntos que se desprendiesen de la aplicación de la Ley de 10 de Abril; luego en 1841, se aprueba la Ley de Espera y Quita, según la cual, para la ejecución de las acreencias, no era necesario el consentimiento de todos los poseedores de exigencias contra una propiedad. También, ese mismo año, se crea el Banco Nacional de Venezuela para la emisión, descuento y giro de libranzas y letras de cambio. El Estado participaba con una quinta parte de las acciones y el resto eran suscritas por el capital privado, 50% para 4 accionistas mayoritarios: Juan Nepomuceno Chaves, Guillermo Ackers, Juan Elizondo y Adolfo Wolf; el resto serían ofrecidas en venta al público.
Las iniciativas del gobierno, al poco tiempo, crean malestar en el grupo de los propietarios, en particular entre aquellos que comienzan a ver afectados sus intereses como consecuencia de la ejecución de las medidas económicas gubernamentales. La disensión comienza como asunto individual, aislado, pero rápidamente va cobrando cuerpo hasta convertirse en problema colectivo. El objetivo es alcanzar una modificación sustancial de la situación, cuyos resultados se traduzcan en un mejoramiento significativo de las condiciones en las cuales desempeñan los agricultores su actividad económica.
Tomás Lander es además de un polemista y un avanzado ideólogo del liberalismo fue un hacendado, dedicado a las labores productivas del café y sufrió los problemas propios de contraer una deuda impagable por aumento creciente, debido a unos intereses agiotistas  y usureros de los que Lander denominaba logreros . Se dedica con ahínco a organizar a los productores de los valles del Tuy, el 25 de agosto de 1834 toma la iniciativa conjuntamente con otros propietarios de fundar La Sociedad de Agricultores de la Sabana de Ocumare y así lo hace del conocimiento del gobierno  a través de una comunicación dirigida a la Secretaría de Interior y Justicia, notificando los objetivos y convoca a todos los hacendados de la región tuyera a incorporarse a la esfuerzo de mejorar la productividad y prosperidad de la región. En el Mismo documento expone la necesidad de canalizar el rio Tuy para evitar los males del desborde y recuerda la conveniencia de canalizar el rio para facilitar una salida directa al mar “Nuestros frutos irían sin escala al puerto de la Guayra, y el flete sería apenas la mitad de lo que pagamos ahora de Ocumare a Caracas.”
El proyecto además contempla aspectos fundamentales como el compromiso por parte de los hacendados de apoyar la educación de las primeras letras, indispensable para la formación espiritual y material de la nación, buscaban unir voluntades “Para ver si es posible hacer algo en unos lugares fértiles y saludables en sumo grado, inmediatos al litoral, abundantes en agua y en montañas, que participa de varios climas y que bien habría llamado  la tierra prometida cualquier nieto de Abraham”.
El documento es firmado el 25 de agosto de 1834 por los hacendados de las Sabanas de Ocumare: Diego, Saravia, Fermín Castilloveitia, Felipe Macero, Wenceslao Urrutia, José Gabriel Lugo, Juan Manuel Manrique, José Vicente Mercader y Tomás Lander.
La inciativa de Tomás Lander de fundar ésta Sociedad de Agricultores de la Sabana de Ocumare puede ser considerada históricamente como el primer antecedente de organización gremial de productores venezolanos. Los hacendados del Tuy productores de café, primer fruto de exportación de la Venezuela del siglo XIX. Esta organización tuvo como motivación fundamental el enfrentamiento de orden económico entre los hacendados dedicados al cultivo, recolección, almacenamiento y transporte del café y el gremio de comerciantes compradores y exportadores que hacían de prestamistas a muy alto interés, con un riesgo que solo pesaba sobre los hombros de los agricultores debido a la protectora Ley del 10 de abril de 1834. Se produce el desplome de los precios mundiales del café y los agricultores endeudados con los comerciantes entraban en quiebra. Ante ésta difícil situación  de quiebra y embargo los agricultores de los valles del Tuy, organizados para defender sus intereses frente al gremio de comerciantes fue el antecedente del Partido Agricultor organizado en 1838 y la simiente a su vez del Partido Liberal fundado en 1840, quien tuvo en Tomás Lander uno de sus principales promotores e ideólogos.
Don Tomás Lander es uno de los próceres civiles en la república naciente donde se consideraba que quienes tenían el privilegio de gobernar la república eran los próceres de la gesta militar, jamás dejó de ´predicar con el ejemplo y la palabra la  importancia que tenía para Venezuela de transitar el camino de los pueblos civilizados, fundando una institucionalidad responsable y respetable, enmarcados en los más puros ideales de libertad y democracia
Tomás Lander fallece el 6 de diciembre de 1845 en la ciudad de Caracas a los 58 años , la causa de su muerte se atribuye a una aneurisma, la familia decide embalsamarlo y el trabajo se le encomendó al médico alemán Gottfried Kanoche, quien dejó una leyenda de cuerpos embalsamados y un castillo en las serranías del Ávila, El cuerpo de Tomás Lander estuvo en la  entrada de su casa sentado en escritorio en postura de escritor, así permaneció 38 años en perfecto estado hasta el año 1884 en que fueron trasladados al Panteón Nacional, donde han estado hasta hoy
Parte Final:
 Nuestra historia republicana desde 1821 ha estado amarrada al ejercicio del poder que se expresa por medio de la fuerza bruta, 27 constituciones, miles de códigos, leyes, resoluciones no han garantizado el libre ejercicio del pensamiento, nos sentimos como pueblo más inclinados al decreto del ejecútese que al ejercicio reflexivo del cumplimiento de la Ley, nos encantan los códigos para violarlos. Razones históricas como el amor la guerra, la admiración al militarismo golpista, al autoritarismo primitivo, la creación de una teología bolivariana desde el guzmanato hasta hoy nos amarra a un uniforme, una charretera o una boina, todo ha contribuido a crear  un pueblo acostumbrado a dictaduras, al ejerció de la política por militares, más de 100 asonadas durante el siglo XIX, unos cuantas decenas de intentos en el siglo XX, dos cambios fundamentales en el 45 y 58 producto de golpes de estado, la glorificación de los frustrados intentos golpistas del 92, No son más que sentimientos atávicos de creer que el sumo bien de la patria depende una  sola voluntad, de algún hombre providencial y carismático que empuñe la espada vengadora o justiciera eso  que los positivistas venezolanos llamaron Cesarismo Democrático, la tesis del Gendarme necesario que tiene por tradición el poder para burlar la Constitución y las leyes de la República. ,La violación algún artículo de la Constitución fue siempre la bandera de subversión para todas nuestras revueltas, siempre se consideró una traición que colocaba al gobernante fuera de la ley, pero el que toma el poder para restituir el orden violado, pero también el restaurador cae en la misma práctica de abuso y transgresión.  Héroes civiles como Toro, Roscio, Rodríguez, Bello, Yánez, Rendón, Michelena, Vargas, Aranda, Lander por solo mencionar algunos, fueron con sus escritos y acciones la fuerza moral de la República allí están esperando que tomemos sus banderas para salir definitivamente del caos, la desorganización social, la anarquía y la fatalidad, con su ejemplo podremos superar nuestro estado crónico de regresión al preferir a un Monagas que a un Vargas.
 26 constituciones reposan en el cementerio constitucional venezolano, Si de ello dependiera nuestra estabilidad institucional, con ese record, nadie nos ganaría, pero no es así, hay que luchar todos los días para que la libertad sea algo más que una consigna demagógica y no se confunda la democracia con el simple derecho al voto, pero sin capacidad para  elegir. Son los dedos del todopoderoso los que eligen y el pueblo asiste a la mesa de votación como un cortejo de acompañamiento de las decisiones ya tomadas.
Volvamos nuestros ojos  procerato civil, veamos que hay algo más allá de la heroica batalla, de la espada y el arrojo personal. Nuestra historia tiene que superar   la visión romántica que nos plantea que solo se puede llamar próceres a los militares El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define prócer, en sus dos primeras acepciones, como “1. Eminente, elevado, alto. 2. Persona de la primera distinción o constituida en alta dignidad”. En ninguna parte dice que los próceres sean exclusivamente militares. Los grandes hacedores de lo bueno que hay en Venezuela han sido los civiles o militares que se han despojado de su uniforme”.   Don Tomás Lander, junto a Don Andrés Bello, Simón Rodríguez, Santos Michelena, José María Vargas, Francisco  Espejo, Cristóbal Mendoza, Juan Germán Roscio, Estanislao Rendón, Francisco Javier Yanes, José Rafael Revenga por solo mencionar algunos de los fundadores de la Patria, con sus ideas y escritos Todos  merecedores de nuestro reconocimiento y de la investigación de su obra para evitar interpretaciones sesgadas  y manipulaciones que  pretenden hacer  de la historia un traje a la medida. Lo que ha llamado el Dr. Carrera Damas:” La ideología de remplazo” porque al final todo se reduce a que nuestros próceres Libertadores dejaron su trabajo inconcluso y es hoy  cuando se consolida la Independencia. Ante tamañas falacias estamos obligados a difundir la verdad histórica por todos los medios disponibles, tal como lo hizo Don Tomás Lander en su época. Hay que salirle al paso a esa disquisiciones adobadas y colocar la verdad por delante, Finalizo haciendo llamado a la investigación y la difusión del rico legado que nos dejan nuestros pensadores, para  encontrar de una vez por todas el camino del progreso republicano en libertad y en democracia.
Mil gracias por su atención.-
LOS TEQUES 13 DE FEBRERO DEL AÑO 2013


BIBLIOGRAFÍA:
Gil Fortoul, José. Historia Constitucional de Venezuela, Caracas, Parra León Hermanos, Editorial Sur América, 3 vol., 1930
Lander, Tomás (1833) “Fragmentos Nº 3”, Pensamiento Político venezolano del siglo XIX, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, tomo IV, 1961
Lander, Tomás (1835) “A mis censores”, Pensamiento Político venezolano del siglo XIX, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, tomo IV, 1961
Lander, Tomás (1836) “Petición de Tomás Lander”, Pensamiento Político venezolano del siglo XIX, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, tomo IV, 1961
Lander Tomás (1834) “A los ciudadanos de la República de Venezuela”, Inés Quintero (comp) Pensamiento Liberal del siglo XIX, Monte Ávila Editores, 1991
Lander, Tomás (1835b) “Petición al Congreso de Venezuela”, Inés Quintero (comp) Pensamiento Liberal del siglo XIX, Monte Ávila Editores, 1991
Lander, Tomás: (1837) “Los Tribunales de Comercio y la Constitución”, Pensamiento Político Venezolano del siglo XIX, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, tomo IV, 1961
Lander, Tomás:” La Doctrina Liberal” Pensamiento Político Venezolano del siglo XIX. Tomo IV Ediciones Conmemorativas del Bicentenario del Natalicio del Libertador Simón Bolívar. Congreso de la República. Caracas. 1983.
Lezama, Migdalia: Tomás Lander Biblioteca Biográfica Venezolana. Volumen 128. Editora El Nacional Caracas. 2011
Mijares, Augusto:”Lo afirmativo venezolano” Caracas Monte Ávila Editores Tomo IV. 1998
Pino Iturrieta, Elías. Las ideas de los primeros venezolanos, Caracas, Fondo Editorial Tropykos, 1987.
Urbaneja, Diego Bautista: La idea política de Venezuela, Caracas, Cuadernos Lagoven, Serie Cuatro Repúblicas, 1988.










Comentarios