El aporte de los voluntarios a los bomberos, no solo del Edo. Miranda sino de todo el territorio Nacional, es incalculable. Los voluntarios asumieron la responsabilidad de los bomberos en el país cuando estos carecían de vehículos, de cuarteles que muchos fueron improvisados; costearon con su propio dinero las necesidades inmediatas en los diferentes cuarteles, así como en diferentes servicios. Los Bomberos de Venezuela están llenos de héroes anónimos que en sus inicios formaron filas para hacer posible los bomberos que tenemos hoy; particularmente los bomberos del Edo. Miranda, los cuales en su mejor momento llegaron a tener más de 1.000 funcionarios voluntarios bomberiles en sus filas mencionarlos a todos es algo así como imposible.
El bombero que hoy nos honra con su presencia en esta página, pagó con su propio dinero su carrera bomberil, la cual incluye desde modestos cursos bomberiles hasta estudios en el extranjero; al mismo tiempo que dedicó innumerables fines de semana al igual que días feriados, al servicio voluntario de esta institución; tuve la suerte en varias oportunidades de trabajar bajo sus órdenes y puedo decir sin temor a dudas que fue un gran oficial, del cual nos sentimos orgullosos y hoy se lo entregamos a la Comunidad Mirandina en su propia palabra:
Yo nací en Calabozo, Distrito Miranda del Estado Guárico un 19 de julio de 1941. Soy el mayor de 3 hermanos: Cesar Augusto y Neudy de Jesús Padrón. Mis padres, Reinaldo Manfredis y María Guillermina Padrón. Mi padre, venezolano de origen italiano fue mecánico diésel; él se encargaba del mantenimiento de las plantas eléctricas de todos esos pueblos del llano; cada pueblo tenía su planta, si alguna fallaba ahí iba mi padre a ponérsela a funcionar; yo estaba cursando 4to año de bachillerato en San Juan de Los Morros, a principios de los años 60, cuando mi padre falleció, esto creó un desequilibrio familiar el cual supo superar mi madre con facilidad.
Mi madre, María Guillermina Padrón, era natural de Calabozo. Al igual que sus mayores desde muy niña se dedicó al trabajo del hogar; también hacia chinchorros, hamacas, confeccionaba ropa para caballeros y liki-liki; más sin embargo ella se hizo famosa por su jalea de mango; recuerdo que la gente hacia cola en la puerta de la casa, especialmente en carnaval, semana santa y navidad; recuerdo que el ministro de educación, de apellido Pitaluga, se llevó unas latas de jalea para EE.UU y al regreso, como él era de Calabozo, se llegó por mi casa y le dijo a mi madre <<Mira Guillermina, en Estados Unidos hay una gente interesada en la jalea, les gustó mucho y quieren para empezar 40.000.00 kilos>>… de vaina que no le da a mi madre un infarto. Si, ella trabajaba mucho para hacer una lata de 15 kilos, cuando le hablaron de 40.000.00 kilos para empezar se llevó las manos a la cabeza y respondió <<Usted se está burlando de mi o esa gente de allá está loca>>. Por lo demás fue una mujer dedicada al hogar y a la Iglesia.
Cesar Augusto, mi hermano actualmente está dedicado a las labores del campo. Neudy de Jesús de Pérez reside en calabozo junto a su familia y practica la pesca de rio, esa es mi hermana menor.
Mis primeras letras las aprendí en una pequeña casa que funcionaba como escuela cerca de mi casa.
Una vez que aprendí las letras y los números me inscribieron en el grupo escolar Estados Unidos de América. Era el único colegio que existía en Calabozo, ahí cursé hasta 6to grado; este colegio quedaba a un lado de la Plaza Bolívar, carrera 13 entre la calle 4 y 5. Al aprobar 6to grado pasé al liceo Humboldt, diagonal a la Escuela, donde se cursaba hasta 3er año, 4to y 5to año lo cursé en el Liceo Juan German Roció, de San Juan de los Moros, de donde egresé como Bachiller en Ciencias; de ahí una vez graduado me fui para Caracas a estudiar ingeniería en la UCV, donde cursé los 2 primeros años de ingeniería. En esa época el M.O.P (Ministerio de Obras Publicas) dictó un curso de hidrometría donde le daban a los estudiantes 600 bolívares mensuales, esta cantidad de dinero en esa época era un mundo de dinero, consistía en preparar gente para los diferentes sistemas de riego en Venezuela; de verdad mi madre no podía costearme la Universidad y yo vi en este curso una forma de independizarme. Al aprobar el curso me asignaron al sistema de riego tuy que estaba desde Cúa hasta pampero, en Ocumare del Tuy.
Mientras estuve en este trabajo cursé Dibujo Técnico, Dibujo Arquitectónico y Topografía, en la Academia Dental que estaba en la Av. Urdaneta en Caracas. En esta época contraje matrimonio con la que hoy es mi esposa Luisa Herminia Borges Ramos, hija de Arturo Borges y de Luisa Ramos de Borges. Hemos procreado 3 hijas y 2 hijos: Eduisa, Eskeila, Herminia, Eduardo y Reinaldo Padrón, también tengo a mi nieta Elimar.
Bombero
Todo empezó en las Reuniones de Karting, deporte que practiqué por años. En estas reuniones se encontraban comerciantes, industriales y diferentes profesionales. De entre ellos surgió la idea de los Bomberos Voluntarios, la cual llamó mi atención, ya que siempre estuve dado a todas las labores voluntarias. En realidad los bomberos solo me pedían los sábados y domingos, así como fechas de importancia: carnaval, semana santa, 1 de mayo, entre otras fechas; después de consultarlo con mi esposa, quien aprobó mi decisión al extremo que hasta mis hijas se fueron a la Brigada Juvenil de los Bomberos, no fue fácil ingresar, para ello fue necesario practicar orden cerrado, cursos de primeros auxilios; eran cursos de fin de semana y dos veces que incluían martes y jueves en las noches; esto unido a los Bomberos de Sucre que nos apoyaron mucho en nuestra formación. En junio de 1978 me fui a Houston, a la escuela de Bomberos de Texas, donde cursé rescate y combate de incendios. Este curso lo pagué con mi dinero. En 1980 regresé a Texas y cursé Materiales peligrosos y Rescate submarino.
En 1982 regresé a Texas donde cursé técnicas de enseñanzas, donde pude aprender cómo enseñar al mismo tiempo evaluar al alumno en materia bomberil. Formé parte junto al Comandante José Antonio Plasencia de la Comisión que fue a Puerto Rico. Por otras cosas que me complace haber compartido labores con hombres como el Comandante Machuca, Servitá López, José Miguel Castellanos, Miguel Serrano, Freddy Quintero, y haber estado a las órdenes del comandante José Antonio Plasencia.
Cabe destacar la maravillosa labor realizada por el comité de Damas Bomberiles, quienes aportaron mucho en pro de los Bomberos de este Estado. Para el mantenimiento de los bomberos de la época se realizaron diferentes actividades: rallys, tómbolas, rifas, toros coleados, entre otras actividades, ya que los bomberos no tenían presupuesto. El esfuerzo realizado por el voluntariado de bomberos en los primeros años es digno de ser recordado, por la maravillosa labor realizada por esas mujeres y hombres que dieron tanto para hacer realidad a Los Bomberos Del Estado Miranda. Me he mantenido como Bombero voluntario desde 1978 hasta hoy.
Quiero dar las gracias de manera muy especial al Sargento Esteban Trujillo por la maravillosa Idea de Recoger las memorias de los Bomberos de este estado. Por lo demás, gracias a todos.
Este extraordinario bombero, dejo de existir en la ciudad de Cua en el Estado Miranda el 12 de julio de 2017.
Q.E.P.D.
Honor a quien honor merece
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