TODOS LLEVAMOS ALGUNA CRUZ ENCIMA.


 HAY QUE APRENDER A CARGAR LA CRUZ.



Los venezolanos tenemos años cargando una cruz sin redención,  se hace eterna y sin aparente solución, pagamos con esa cruz errores sociales y políticos acumulados por siglos. Todos los seres humanos cargamos nuestra propia cruz y al igual que las naciones puede ser más pesada o más liviana según nuestra experiencia, de acuerdo a nuestra inteligencia y actitud para superar los problemas. Cargar la cruz es imitar el calvario de Cristo, su paso por las calles de Jerusalén, su humillación por la redención de los hombres. Hay una actitud que hace inevitable esa cruz y se impone la idea que debe ser llevada sobre los hombros, más como un premio que como castigo, o  como señalan los hindúes como Karma.
El Nazareno de Cumaná, cambia , este año, la cruz por la bandera.  

 Es decir que desde el momento en que venimos al mundo todos tenemos reservada nuestra cruz, el asunto es que tenemos que aprender a llevarla, saber acomodarla sobre los hombros y tener la suerte de encontrar un Cirineo que nos la haga más liviana, pues la cruz nos acompaña  hasta la muerte, es seguro que cambiamos de cruz varias veces, superamos problemas y entramos en otros, es inevitable la palabra cristiano viene de cruz.
 Una enfermedad, una deficiencia física, mental o  emocional es una cruz, los problemas de carácter familiar, laboral, profesionales, la falta d recursos, el desempleo, la falta de medicinas, los problemas de los hijos, de los padres, de los hermanos de la familia, todos nos atormentan, pero un alto porcentaje de esos problemas se pueden resolver satisfactoriamente si tenemos buenos gobiernos, buenas condiciones que mejoren la calidad de la vida. Pero si pasa el tiempo y solo vemos que los problemas se agravan y la cruz se hace cada vez más pesada, las profundas preocupaciones nos causan estrés, nos enferman  y nos pueden llevar hasta la muerte.
El Nazareno de Lecumberry (Cúa)

 Sin calidad de vida la cruz se hace más pesada y afloran las enfermedades psicosomáticas,  aquella frase que decía:” Se murió de pena o de dolor”. El suicida no está hecho para cargar su cruz.
Si la cruz son los problemas de la vida no podemos despacharlos para no incomodarnos, no podemos por desahogo quitarnos los problemas y se los trasladamos a otros. La salida para alivianar la cruz es afrontar las dificultades con determinación, ponerle la cara y buscar la solución. La evasión es lo peor que se puede hacer, pues solo agrava y hace más pesada la cruz
 Si nos dejamos dominar por el peso de la cruz terminamos aplastados, fundidos y rendidos, hay que tener claro que la cruz forma parte de nuestra existencia, es parte fundamental de nuestro aprendizaje y el cristianismo nos enseña a llevarla con amor, con fuerza de esperanza , somos felices cada vez que alivianamos el peso de la cruz y no llegamos a la crucifixión. No es el conformismo y la resignación una alternativa, ni dejarnos abatir por el peso, el saber que Dios no nos abandona, aun en los peores momentos debe ser siempre nuestra Fe.
 Quien esté libre de problemas, que tire la primera piedra. Que esta semana de pasión nos sirva de reflexión para entender nuestro problema y saber cómo cargar la cruz que todos llevamos. Recuerda que Dios aprieta pero no ahorca y no hay mal que dure 100 años.





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