PDVSA se hundió y se llevó a Venezuela.


                                         SALVAR A PDVSA

Para cubrir las  obligaciones el régimen de Maduro necesita vender el barril por encima de los 130 dólares, producir un barril cuesta  alrededor de los 20 $ y la venta promedio hoy es de unos 10$. Es decir que la factura petrolera no cubre los gastos y allí esta la razón de la hiperinflación, se cubre el déficit emitiendo dinero inorgánico, es decir  se generan mas bolívares por dolar.
Hay escasez de combustible y se importa a precios internacionales,
 se regala al consumidor practicamente.

La primera empresa productora de divisas de Venezuela está técnica, contable y éticamente quebrada, colapsada, el cúmulo de infinita corrupción la condujo a esta catástrofe que se lleva Venezuela, pues el 96% de las divisas que el régimen necesita para operar provienen de esta empresa petrolera. No hay una sola actividad que no presente lamentables indicadores de deterioro. La empresa se convirtió en la caja financiera del socialismo del siglo XXI. La producción cayó a niveles alarmantes y la tendencia es a empeorar, al desastre y mientras dependa del régimen se hace irreversible.

No tiene hoy PDVSA el personal capacitado, ni el financiamiento que le permita frenar el deterioro, mucho menos aumentar la producción. Su nómina aumento de 75.000 empleados en 1999 a más de 250.000 hoy, de los cuales 120.000, no son técnicos petroleros sino activistas del partido de gobierno. Mientras la producción bajo de 2.200.000 barriles diarios a 600.000  hoy.(Informe OPEP) un mínimo histórico en 80 años,  El deterioro operativo es  una vergüenza y representa un alto riesgo para la seguridad del personal. Los pocos técnicos que quedan están emigrado porque los sueldos y salarios pasaron ser los más bajos del mundo en una empresa productora de petróleo. El ambiente de trabajo prioriza la política y el activismo socialista por encima de la productividad, se considera más importante la lealtad política que la eficiencia. Cualquier empresa manejada con estos criterios está condenada a la quiebra.
Esos ingresos, más de un millón de millones de dolares, se esfumó en la corrupción  récord mundial.

Para colmo de males la corrupción es el único incentivo  para continuar trabajando en PDVSA, hay una organización interna de mafias y clanes que solo se ocupa de la defensa de  su parcela de corrupción llámese contrabando, contratación y distribución.
PDVSA es un reflejo de la Venezuela de hoy, era imposible que fuese de otra manera. Para salvar a PDVSA es necesario salir del régimen, causante de este cataclismo empresarial y financiero que hundió al país.


Comentarios