LA GRAN CRECIENTE DEL TUY (Tradición
oral)
El 7 de octubre de 1892, día de la Virgen del
Rosario, por lo tanto el día mas importante de las fiestas patronales, el río
Tuy presentó una creciente recordada como una de las de mayor volumen de agua y
causante de muchos daños en las haciendas, destruyendo sembradíos, y arrastrando animales casas y ranchos lejanos
al cauce del Tuy, donde jamás habían llegado las crecidas, fueron devastadas y algunas personas murieron
ahogadas.
La
entrada sur de Cúa, era por paso del Tuy denominado “Los Claveles”, era la vía
del llano hacia San Casimiro, por donde llegaban miles de reses, traídas de
Apure y Guárico por el sistema de transporte a pie, también conocidas como
puntas de ganado. También se le conocía el paso con el nombre del Calicanto,
por los restos de de una acequia colonial que pasaba por el lugar. La principal
entrada del pueblo era por la Calle El Laberinto, la calle Agricultura, hoy
calle El Carmen, también la calle Roscio, hoy Zamora sector conocido como LOS CORRALES,
nombre que deriva de las romanas existentes allí, para pesar el ganado. Según
cuentan hasta allí llegó la creciente
del Tuy.
La
creciente daño también la única fuente existente de agua que surtía la
población, eran los famosos aljibes, unos pozos profundos que se abrían junto
al río, sobre todo en el invierno, de donde los aguadores o cargadores los
llevaban a las diversas casas a lomo de burros y en carretas. El río Tuy era en
ese entonces el centro de la vida para los cueños, a el recurrían durante la
semana cientos de lavanderas, en sitios especialmente acondicionado se lavaba
la ropa, los domingos y festivos siempre tenían un paseo a las playas del río,
donde se practicaba la natación y la pesca de corronchos y guabinas para hacer
los sabrosos sancochos de río. Era el rió Tuy la mayor riqueza de la región,
pues de el derivaban las acequias de riego para el campo y para mover muchos
trapiches que existían en la zona, además de ser el centro de la vida
recreativa de los habitantes de Cúa y lugares aledaños.
Todavía
en los años 60 del siglo XX, la presa de Marín era un balneario visitado los
días de fiesta y en especial durante la Semana Santa. El caudal del río, su
limpieza y claridad, desaparecieron. El río Tuy en los últimos 40 años terminó
convertido en un vertedero de aguas contaminadas, el peor crimen ecológico que
hemos cometido, ante la indiferencia de ciudadanos y autoridades.
Después
del terremoto la población de Cúa disminuyó notablemente, de diez mil que tenía
en 1872, para 1881 había disminuido a
3.666 y solamente 663 casas, para los años de 1890 al 1898 todas las calles del
centro de la población estaban empedradas, incluyendo la llamada bajada de la
Resbalosa, ya estaba ampliado el pueblo desde la plaza de San José o Santa Rosa
hacia la Cruz Verde y los primeros barrios periféricos se empezaban a formar
con los nombres de El Limón, el Matadero
y posteriormente La Vega.
Represa de Marín. |
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