".....La aspiración legítima de los ciudadanos en el reparto de la renta petrolera llevó a consentir que Hugo Chávez pudiese llevar a cabo cualquier ocurrencia populista o socializante, aunque se violara el ordenamiento jurídico, incluso la misma Constitución, la gente con tal de no disgustar al repartidor y así de recibir su ración de la gran torta de la renta nacional."
EL DESASTRE EMPEZÓ CON EL "MILLARDITO"-
LA SOCIEDAD CIVIL.
EL DESASTRE EMPEZÓ CON EL "MILLARDITO"-
LA SOCIEDAD CIVIL.
En los EE. UU se ha
desarrollado una sociedad civil fuerte que se hace sentir incluso desde antes
de la toma del poder por parte del nuevo Presidente Trump, las gentes
organizadas en grupos de interés colectivo manifiestan su inconformidad con las
políticas autoritarias, de corte populista, con una alta dosis de
discriminación y xenofobia, millones manifiestan, las instituciones funcionan y
frenan a Trump restaurando los derechos ciudadanos. Ese es el poder de la
sociedad civil.
En Venezuela la sociedad civil siempre ha sido
débil ante un Estado que por el manejo de la renta petrolera se hizo dueño del
país. Los gobernantes con vocación autoritaria tratan siempre de colocarse por
encima de las instituciones, no respetan el equilibrio de poderes, la única
forma de frenarlos en ese deslizamiento del populismo al autoritarismo y del
autoritarismo al totalitarismo es con una participación activa de presión
popular.
En el caso del gobierno
chavista la sociedad civil ha sido exageradamente tolerante con los desplantes
de autoritarismo del Comandante y del heredero. La aspiración legítima de los ciudadanos en el
reparto de la renta petrolera llevó a consentir que Hugo Chávez pudiese llevar
a cabo cualquier ocurrencia populista o socializante, aunque se violara el
ordenamiento jurídico, incluso la misma Constitución, la gente con tal de no
disgustar al repartidor y así de recibir su ración de la gran torta de la renta
nacional. La sociedad civil venezolana con su pasividad legitimó la destrucción
institucional y permitió que el estado venezolano fuese un remedo o una
caricatura de una democracia, se toleró que el gobierno manejara todas las
ventajas del poder para hacer que la balanza electoral siempre se inclinara su
favor. Un simple detalle evidencia hasta que niveles se ha llegado en esa
permisividad cómplice: Todas las obras públicas, todos los vehículos de
servicio público oficial, son instrumentos silvestres de una brutal propaganda
política con los retratos del presidente, el gobernador, el alcalde, con
consignas políticas que evidencian un descaro y ventajismo oficial. Todos los medios
de comunicación del Estado se convirtieran es agencias de propaganda
gubernamental. La sociedad lo tolera y hasta lo justifica, es más eso no tiene
mayor importancia para el venezolano promedio.
Ni los partidos opositores,
ni la sociedad civil ha tenido en Venezuela la fuerza suficiente para frenar el
abuso autoritario, ha sido una relación asimétrica donde el Estado manejado con
conceptos apabullantes y todo con el multimillonario presupuesto, manejado con
muy pocos escrúpulos se ha impuesto sobre los ciudadanos y la sociedad.
El Estado venezolano no
está al servicio del ciudadano, tiene a su
disposición todos los resortes del poder, cuenta con la inmensa autoridad que otorga el libre
manejo de la renta petrolera, puede cooptar, utilizar la coerción, la
represión, el manejo de la nómina de millones de empleados públicos que tienen que someterse
a todo tipo de abusos si quieren conservar su trabajo, los miles de
contratistas ,de becarios, de participantes en programas asistencialistas como
las misiones que se tienen que convertir en fichas políticas si quieren recibir
su canonjía . Se llega al extremo del descaro de la utilización de ese poder
que los ciudadanos tienen que obtener un carnet de identificación política
oficial para poder recibir los beneficios populistas que maneja el Estado.
Un gobierno socialista radical se apodero de los poderes, privatizó el Estado
para ponerlo al servicio de un partido político, privatizó a las FF.AA para
hacerlas unas milicias y una guardia pretoriana al servicio de un partido que
se confunde, privatizaron el CNE, al TSJ, a la Contraloría y si pierden una elecciones como la Asamblea ,
una Gobernación o una alcaldía
simplemente desconocen la voluntad del pueblo, ignoran la institucionalidad,
anulan su actuación hasta llevarla a un estado de inexistencia de hecho,
irrespetan a los Diputados, los Gobernadores y Alcaldes opositores. Pero, aun
así, la presión popular es mínima, desde el primer momento los Diputados
opositores debieron fortalecer sus vínculos con la sociedad, para defensa del
parlamento, pero es que ellos tampoco creen en el poder de la sociedad civil
organizada, no les interesa la competencia.
El gobierno no respeta
a la sociedad civil porque no la necesita, sus ingresos vienen de la renta
petrolera y los impuestos no representan en Venezuela el valor de una contraprestación,
no hay conciencia de lo que significa un ciudadano que paga sus impuestos. No
hemos logrado desarrollar esa cultura. Venezuela prácticamente no es una
República, su forma práctica de gobierno responde más a un sultanato petrolero,
donde un jeque o un Emir es el dueño absoluto y la gente no son tratados como ciudadanos, sino súbditos,
siervos dominados por el hambre, la presión de sufrir un despido de su trabajo,
de no tener una ayuda, de no conseguir una beca, un contrato, participar en un
reparto de renta, la gente tiene que hacer silencio, no puede criticar lo está
mal, porque las amenazas se hacen realidad al negarles el derecho a comprar una
miserable bolsa de comida. Es el uso del poder del Estado para humillar al
ciudadano.
El chavismo en 18 años
ha potenciado la concentración de poder sobre el Estado venezolano para
controlar en forma totalitaria a la sociedad. Es el mismo concepto que
manejaban los conquistadores y colonizadores tan criticados por ellos, el
partido de gobierno ejerce las funciones de conquistadores y saqueadores de la
riqueza del Estado, para colonizar a la sociedad y ponerla su servicio.
Para superar esta situación
tan crítica es necesario fortalecer a la sociedad civil, para que presione, no
solamente sobre el gobierno, sino sobre los partidos de la oposición que
tampoco le interesa la participación de la sociedad, ya que juegan a sus
propios intereses. La MUD es simplemente una federación de partidos opositores,
no tiene representación de la sociedad civil y mientras no se logre esa
incorporación es muy difícil, por no decir imposible salir del gobierno actual.
Mientras en Venezuela haya
líderes del gobierno y opositores que pregunten: “Cómo se come eso de la
sociedad civil”, no le interese fortalecer al ciudadano y el objetivo sea
siempre la utilización del Estado para dispensar favores y ellos sean los
repartidores jamás saldremos del foso, podemos cambiar de gobierno, pero eso no
cambia nada, todo sigue igual.
SIN SOCIEDAD CIVIL NO
HAY VERDADERA DEMOCRACIA.NI HAY REPÚBLICA.
ES UNA CULTURA, UN
NUEVO PARADIGMA POR DESARROLLAR.
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