PRODUCIMOS O MORIMOS EN EL INTENTO.
Este régimen socialista es tan absurdo que si hubiese planificado los millones de horas hombres que se desperdician en las colas para adquirir alimentos en fabricar zapatos, seríamos el primer país productor de calzado en el mundo. Pero el venezolano en general no tiene un noción muy clara de lo que vale un recurso no renovable como es el TIEMPO. Cómo podemos los venezolanos soportar y entender el tiempo que se pierde en la administración pública más ineficiente del planeta, hacer un oficio requiere meses para que pase por varias manos, uno lo piensa, otro lo redacta, nadie lo corrige, cuando se va imprimir no hay papel, cuando llega el papel no hay tinta, la final se hace y otro funcionario lo sella, tienen que pasar varios días para que se firme el mencionado oficio porque jefe que se respeta no firma sino un día a la semana y si no llueve. En ese despelote de incuria siempre se necesita una palanca o una "colaboración" para que dicho oficio pueda llegar a las manos del ciudadano. Si se trata de pagar deudas el movimiento del Estado venezolano es peor que una tortuga coja, te piden mil papeles que nadie lee, copias y copias que luego se botan a la basura cada vez que preguntas por tu cheque se han inventado un giro del lenguaje con características esotéricas: "El Cheque no ha bajado"Uno se pregunta si viene del cielo, será que los cheques los hacen en aviones o globos, pero no es que los altos funcionarios venezolanos siempre están arriba y resto de lo que hoy llaman gente de a pie siempre están en el rastrero suelo, luego el cheque tiene que bajar, pero no funciona la ley de gravedad, si quieres que baje con más rapidez debes poner a funcionar la ley de la vulgar "matraca".
Si una característica define la Venezuela de hoy es la poca o nula productividad. Empezamos con una educación improductiva, cara como la mejor, es una educación para fabricar pobres al por mayor, una educación cuya máxima aspiración es que lo pongan donde "hay". No trabajar productivamente. Esa educación de calidad que debería ser nuestra máxima prioridad solo tienen acceso a ella una minoría de venezolanos, con lo cual se crea un abismo entre unos venezolanos que están dotados para producir con eficiencia, muchachos hablan dos idiomas, por lo menos, Jóvenes que han están desarrollando su talento y por otro lado una inmensa masa de venezolanos que no tiene ninguna preparación para enfrentar un mundo muy competitivo.
Ya entramos en era post-petrolera, durante 90 años la escena productiva la dominó un petroestado que nos permitió disfrutar de la modernidad sin trabajarla, no metió en la cabeza que éramos un país muy rico , que la prosperidad no es producto del trabajo sino el estar bien ubicado en el canal de distribución. Tuvimos la capacidad económica para crear una Venezuela de fantasía que nos permitió comprar e importar desde los pollos hasta los más lujosos autos. Pero esa Venezuela Petrolera se acabó y lo más grave se desperdició en bagatelas y corrupción el ingreso para apalancar el verdadero desarrollo de nuestra nación. El legado en un grupito muy pequeño de multimillonarios que tienen como vivir muy bien fuera del país y una nación entera sumida en la más espantosa miseria económica y moral.
Hay que estar muy claros que si queremos prosperidad y calidad de vida hay que producirla trabajando y para hacer una sociedad productiva necesitamos una educación con ese enfoque, no educación para burócratas y para hacer colas. El talento humano será la gran riqueza de la Venezuela del futuro, pero lo lamentable es que todavía no hayamos tomado ese camino y todavía tenemos gobernantes que solo aspiran un aumento en el precio del barril petrolero para continuar corriendo la arruga irresponsablemente y seguir con el desmadre de corrupción en que vivimos.
O PRODUCIMOS TRABAJANDO MUY DURO O SIMPLEMENTE SEGUIREMOS DANDO TUMBOS ENTRE SUEÑOS DE RIQUEZA Y LA MISERIA MÁS ABYECTA.
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