Históricamente la
sub-región de los valles del Tuy se ha caracterizado por su vinculación
económica, social y política con la ciudad de Caracas. Durante el período
colonial los valles del Tuy con su producción de cacao con la mano de obra esclava, generó los doblones
necesarios para enriquecer a la clase propietaria, llevándolos a la categoría
social conocida en Venezuela como mantuanos, los amos de las tierras tuyeras,
en su mayoría residentes de Caracas. Por esa riqueza generada en estos valles dejaron de ser los hijos y los nietos de
los aventureros que vinieron en busca de fortuna para ser, gracias al cacao, los nuevos hidalgos
del reino, los Condes, Marqueses y Señores o los” Grandes Cacaos” como los llamaba el pueblo
llano.
El poder político, administrativo, económico y religioso estaba en Caracas,estas tierras calientes eran de esclavos, libertos, mestizos e isleños.
Durante ese período del siglo XVIII se fundaron todos los pueblos del Tuy; fue el cacao y la mano
de obra esclava los elementos claves de la economía colonial y del crecimiento económico del Tuy.
Después de la guerra de Independencia los valles del Tuy, los cacaotales y sus haciendas quedaron destruidas, los esclavos con una promesa de libertad jamás cumplida , en su mayoría entraron a formar parte de bandas de asaltantes para poder sobrevivir. Los antiguos cacaotales se convirtieron en cañamelares, potreros ganaderos y cafetales. Los grandes árboles que daban
sombra al cacao se derribaron para aprovechar la madera para construcción de
las nuevas casas caraqueñas, para la leña y el carbón que necesitaban los fogones de la capital. El ganado se traía del llano, en las llamadas “puntas”, se
engordaban en los potreros de el Tuy para abastecer el mercado caraqueño, no solo de carne sino también de
cueros, de bestias de carga También el Tuy le daba a Caracas
maíz, caraotas, verduras, plátanos, frutas, quesos, carne de marrano, gallinas
y huevos se nos llamó por mucho tiempo “El Granero de Caracas”. además de las
mejores cocineras que le dieron una sazón muy especial a la gastronomía
caraqueña. Las cocinera y servicios de los caraqueños llegaban del Tuy. A Cúa
se le conoció en aquellos años como “La Perla del Tuy”,todo ese potencial se acabó con un terremoto en 1878. La recuperación de el Tuy y especialemte de Cúa fue muy lenta, todavía
en los años 50 podíamos encontrarnos con ruinas de edificaciones de dos plantas
ubicadas en la antigua plaza de Santa Rosa hoy Bolívar. Fueron muchos años
duros, donde los cueños tenían que buscar a Caracas para trabajar y mejorar sus
condiciones de vida. En Cúa No había trabajo.
En los años 50 se intensifica en el
Tuy la producción de leche, principalmente para envasarla bajo el sistema
pasteurizado, aparece la leche Silsa, posteriormente Sabana, aumenta la producción de leche de las
haciendas tuyeras para satisfacer el mercado caraqueño. En esos años el
gobierno del General Marcos Pérez Jiménez construye el Sistema Tuy 1 para
trasladar agua desde nuestro rio Tuy, todavía limpio, hasta la presa de la
Mariposa para suministrar agua a la población caraqueña de los años 50 En esa misma época el
proceso de transformación y modernización de Caracas necesitó de millones de
metros cúbicos de materiales de
construcción y las areneras ubicadas en Cúa, Ocumare, Yare Y Santa Teresa
suministraron toda la arena para construcción de calles, avenidas, autopistas,
edificios, casas caraqueñas.La política de cemento armado del General Pérez Jiménez no se hubiese podido hacer sin la arena del rio Tuy Lo que hoy es la Urbanización Lecumberry fue la
arenera más grande de la región, incluso con un ferrocarril interno para el traslado de arena, fue propiedad de las empresas de Don Eugenio Mendoza.
En los años 70, sin consultar con los Concejos Municipales, ni las asociaciones, ni la sociedad civil tuyera, a algún
burócrata caraqueño se le ocurrió que en el Tuy podía ubicarse el vertedero de basura de
Caracas, sin tomar en cuenta ni la opinión de los tuyeros, ni la contaminación de las quebradas de Mesia y Charallave con consecuencias muy graves para todos los habitantes de esta zona. El gobierno nacional le compra a los
herederos de Don José Cornejo la Hacienda La Bonanza y así es como surge esa
contradicción lingüística al llamar un vertedero de basura La Bonanza. El "botadero" de basura más grande de Venezuela, con graves problemas humanos y delincuenciales ,sin que que el estado haga algo para solucionarlos, pasan los años y la situación empeora, La Bonanza es tierra de nadie, incluso los muertos que allí se suceden con frecuencia a nadie le interesan, pues en su mayoría son "desechos" de la sociedad.
También en los años 70 se trasladaron al Tuy los presos de la Cárcel Modelo de Caracas derribada para la construcción del Metro, Así la población de Yare no solo se conoció por los Diablos Danzantes, sino por la violencia carcelaria, las páginas rojas de los periódicos nos señalan muy mal, en el Tuy hay una cárcel muy violenta y nos llegó de Caracas.
Hasta ahora podemos
sintetizar El Tuy le ha dado a Caracas:
La riqueza del cacao,
de la caña de azúcar, del ganado y del café.
Hemos alimentado a
Caracas con agricultura, leche, gallinas y huevos.
Qué nos ha dado
Caracas.
Es lamentable decirlo
pero la mayor contaminación de una fuente de agua: Todas las cloacas de Caracas
bajan por el Guaire y caen el Tuy, quien ya viene agonizando desde su
nacimiento en la colonia Tovar, a pesar de que existe una corporación del estado, llamada Corpomiranda, con la finalidad de sanear el río contaminado, Brasil le otorgó un crédito de 260 millones de dólares y la corporación se dedica a promover la política socialista y hacerle sombra a la gobernación de Miranda. Otra de nuestras desgracias tenemos dos gobernaciones.
Agregamos el problema más grave , trasladar sin las condiciones mínimas a miles de damnificados a los valles del
Tuy, es decir que durante 40 años hemos acumulado una migración forzosa con
graves desajustes sociales que hoy se reflejan diariamente en las páginas rojas
de la prensa.
El ferrocarril entre
el Tuy y Caracas que podría haber sido un mecanismo de integración al área
metropolitana, simplemente generó un impacto social de dimensiones jamás
vistas, sin los elementos estructurales necesarios para hacer del Tuy una nueva
ciudad sustentable con calidad de vida. El ferrocarril se ranchificó con vendedores ambulantes, payasos, toda una fauna de pedigüeños amparados por las autoridades del ferrocarril. El desorden, el colapso acabaron con un instrumento fundamental para el desarrollo de el Tuy.
No es que seamos negativos, ni pesimistas pero el balance para el Tuy es muy negativo, hemos dado todo lo bueno que tenemos, por más de trescientos años y Caracas en su egoísmo nos sembró todos los males urbanos. Qué le puede importar a las autoridades caraqueñas los problemas del Tuy, somos como la alfombra para tapar las basuras.
Para los tuyeros de corazón el
desafío de hacer una nueva ciudad, todavía hay oportunidad, apenas se ha ocupado en 20% del territorio . Debería ser una ciudad
planificada para ser la alternativa ordenada al crecimiento inevitable de la
ciudad, dentro de los esquemas modernos de sustentabilidad en lo ecológico, con
fuentes de trabajo propias, con hermosos parques, excelentes servicios.
Construcciones adaptadas al duro clima, integrar el ferrocarril a una malla
vial moderna, con un transporte público eficiente. Todo esto parece un sueño
imposible una utopía, pero su realización depende de la unificación de las fuerzas que hacen vida en el Tuy con una comunidad de objetivos, Sin
esas condiciones tenemos que conformarnos con ser eso que somos hoy,lo que despectivamente
llaman el patio trasero, el cuarto de los cachivaches o eufemísticamente una
“ciudad dormitorio”.
Si no aspiramos, ni soñamos con esa nueva ciudad y nos conformamos con este desastre de hoy, agregando los graves problemas nacionales de escasez de productos, baja calidad de vida y la delincuencia desbordada, realmente no tenemos nada en el presente, solo un pasado histórico , una memoria de gran valor y un futuro que depende de la voluntad de los tuyeros.
Estamos seguros que vamos a superar esta triste situación. Somos del tamaño de nuestro compromiso con la historia, así todo esté en contra.
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