Don Natalio Maurell nos cuenta una anécdota de su juventud.

                                MEMORIAS DE CUA.

Lavanderas en el río

Problemas de higiene colectiva

En la población de Cúa y las otras que integran los valles del Tuy, durante las primeras cuatro ´décadas del siglo XX los hábitos higiénicos eran los mismos desde la época colonial. Todas las casas contaban con patios y solares traseros donde se hacían las necesidades fisiológicas carecían de baños, se habilitaba un cuarto donde se usaban las palanganas y se utilizaban los aguamanil y las bacinillas, muchas aguas residuales corrían por las calles y no se conocían los acueductos, para tener agua había que contratar los servicios de un aguador  con burrito  traía el líquido del rio Tuy.
El primer acueducto de Cúa fue una iniciativa privada de Don Elías Acosta  y el coronel Tomás Quiroba,  construido a finales de los años treinta. A mediados de los cuarenta se construyen primeras cloacas solamente para las calles centrales del poblado, para las demás el servicio de Malariología del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social recién creado implementó las letrinas de hoyo. 
Don Natalio Maurell uno de los comerciantes más importantes de Cúa me contó que su primer trabajo fue la promoción de la construcción de letrinas en las casa de familia, me decía que nadie  las  quería, no le veían sentido a construir esos excusados de hoyo en las casas, muchos fueron los problemas que tuvo el joven Natalio que lo obligaron a renunciar al cargo y se dedicó al comercio como ayudante en  el negocio de la calle Florida  de Don Pablo Sierra. Posteriormente llegó a ser uno de los comerciantes más importantes de la población de Cúa.
Don Natalio Maurell

 Se construyeron dos lavanderos públicos una en el Matadero, donde hoy hay una cancha y el otro en Pueblo Nuevo donde hoy está la capilla. Antes se lavaba la ropa a la orilla del rio Tuy.

Los hábitos higiénicos en la población  eran tan malos que cada año  se generaba una epidemia de diarrea que llamaban popularmente mayo, porque en ese mes  empiezan las lluvias y las aguas arrastraban todo género de suciedades y se contaminaban las aguas para el uso domestico, El papel higiénico llegó en los años 50, se usaban para la limpieza hojas de algunas matas, la tusas y el papel de periódico. Hablar de éstas realidades grotescas es referirnos a unos 70 años atrás, fueron los gobiernos democráticos los que cambiaron esta triste  situación, aunque parece que vamos en proceso de regresión, estamos volviendo a las viejas pesas de carne en la vía pública donde se expenden los productos sin ningún control sanitario y se espantan las moscas con un trapo, el papel higiénico no se encuentra ya para la venta, el agua llega una vez por semana, apareció nuevamente el paludismo, las diarreas, los niños hambrientos y llenos de lombrices. En materia de higiene, de control de plagas y enfermedades endémicas, trabajo que costó años y una cuantiosa inversión se perdió, hoy todo regresó al período de J.V. Gómez  con el agravante que ahora no hay comida y todo se tiene que resolver con una humillante cola. Parece mentira pero aquellos años de atraso y primitivismo eran mejores que esta modernidad de carencias y miserias.
Letrina de hoyo

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