CON HAMBRE NO HAY EDUCACIÒN Y SIN EDUCACIÒN NO HAY REPÙBLICA..

 HEMOS VIVIDO DE MENTIRAS REPETIDA UN MILLÓN DE VECES.


                               Venezuela es un país rico.

El pesimismo del venezolano es producto de múltiples mutilaciones que sufrido nuestra historia, esa visión envilecedora nos ha llevado a las peores frustraciones, a las amarguras y esa angustia de estar conscientes de nuestro potencial  y comprobar con los hechos los pésimos resultados obtenidos.

El último de nuestros errores es el haber depositado toda la programación y ejecución de nuestro futuro como nación  a una cofradía  de militares fanatizados, ignaros cuya única credencial era conspirar al pie de un viejo samán aragüeño y ejecutar el más  chambón de cientos de golpes de  estado que hemos padecido en nuestra historia, solo superado por el llamado "carmonazo".

¿Qué nos ha pasado a los venezolanos?

¿Cómo se  puede explicar que una nación con los mayores ingresos en moneda dura en los últimos 50 años sea hoy el país mendicante de la región?

Es indudable que detrás de este desastre institucional no hay que buscar leyes, ni constitución, ni estructuras, ni sistemas, hay que buscar personas de carne y hueso. Hay una “enfermedad cultural” que nos contagió a los venezolanos para no acertar en soluciones que nos permitan avanzar, por el contrario en los últimos 20 años perdimos todo lo habíamos logrado en 40 de vida democrática formal.

HEMOS VIVIDO DE MENTIRAS REPETIDA UN MILLÓN DE VECES.

Venezuela es un país rico.

La sociedad venezolana se ha dejado engañar, es más se contenta con el engaño, aún a pesar de todos los golpes recibidos no se sabe todavía si está dispuesta y preparada para recibir noticias muy poco agradables. Hemos vivido de ilusiones, de cuentos, del corto plazo, de la ausencia de una visión de futuro, hemos brincado entre planes de rimbombantes nombres, del Nuevo Ideal Nacional de Pérez Jiménez, a La Gran Venezuela de Carlos Andrés, a las locuras del “Querer queriendo y del amor a la patria” de este esquizofrénico y piromaníaco socialismo del siglo XXI. Todos irrealizables, mascaradas para ocultar la verdad: Una corrupción desenfrenada, frenética que se tragó la mitad del ingreso petrolero de 80 años.

En conclusión podemos decir que la riqueza de un país está en la gente con valores, los recursos naturales no significan mucho sin un diseño claro de lo que queremos ser, pero sin gente preparada no hay república, gobernados por revolucionarios improvisados, por oportunistas de todas las pelambres, por mediocres engreídos por el poder, por desaforados corruptos, por ineptos funcionarios jamás levantaremos cabeza.

HAY UNA LUZ AL FINA DEL TUNEL PERO SE GOBIERNO SE EMPEÑA EN APAGARLA.

Ellos hacen su trabajo, "las y los" corifeos del régimen, al igual que los perros de presa cumplen sus funciones- Para eso están.
Don Fermín Toro no es el último venezolano, así los cubanos se revienten.
El derrotismo, el desaliento ya está fuera de menú, hay una voluntad unánime.  La decadencia solo corresponde a los corruptos, a los aprovechadores, a los sembradores de odio, a los gerentes de la mediocridad.



VENEZUELA COMO EL AVE FENIX RENACERÀ DE SUS CENIZAS

Para dolor de las aves carroñeras que están siempre "patrióticamente" listas.
















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