¿SERÁ CÙA UN PUEBLO MALDITO?
ESTA LEYENDA TIENE UNA BASE DE VERDAD QUE CONTAMOS EN ESTA CRÒNICA.
Todos los pueblos tiene sus leyendas, sus mitos y se transmiten de generaciòn en generaciòn.. El terremoto de 1878, marca un antes y despuès en la vida de Cùa. Esperamos su opiniòn al respecto.
Durante el año 1877 llegó a Cúa el Padre JOSE MARIA CESPEDES, este Sacerdote era
bastante moreno de piel, pero con facciones muy finas. Guzmán Blanco había puesto de moda el
anticlericalismo, los principios de librepensadores y masones chocaban con la Iglesia
Católica. El Gobierno de Guzmán
introduce el matrimonio Civil, el registro Civil, desliga las actividades del
estado de la influencia de la religión católica El padre Céspedes era un antiguzmancista que utilizaba el púlpito para descargar en sus
sermones las actitudes del Presidente Guzmán Blanco contra el Arzobispo Guevara
y Lira, el cierre de los conventos, la demolición de iglesias. El gobierno de
Guzmán Blanco demolió el convento de las monjas Concepciones y construyó en su
lugar el Palacio Federal, hoy sede del
Poder Legislativo, demolió la Iglesia de San Pablo y construyó el teatro
Guzmán Blanco, hoy conocido como Teatro
Municipal. Confiscó las propiedades de la Iglesia.Prohibió el pago de diezmos y
primicias. Expulsó del país varias congregaciones. Desterró al Arzobispo de
Caracas Monseñor Dr. Silvestre Guevara y
Lira En síntesis en aquella época pelear con al Iglesia Católica era un signo
de tener una mentalidad de avanzada y progresista. Además Guzmán protegió la
Masonería. El padre Céspedes mantenía su
lucha contra el gobierno guzmancista, pero también los partidarios del Gobierno
asumieron una posición hostil contra el sacerdote, para obligarlo a dejar la
parroquia.Los partidarios de Guzmán Blanco querían ser más libre-pensadores y anti-clericales
que Guzmán. Necesitaban, como siempre ha sido, demostrar su incondicionalidad al jefe máximo, imitando al
jefe en sus manías anti-clericales, en sus peleas con la Iglesia. Para ese fin
estaba como víctima perfecta el padre Céspedes.
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Cùa después del terremoto cuadro de Cristòbal Rojas. |
La
tradición señala que el cura en sus sermones decía que llegaría el castigo de
Dios, que muchos tendrían que morir bajo la furia de grandes tragedias, que la
tierra se abriría y se tragaría pueblos enteros y solicitaba el arrepentimiento
de sus feligreses. Algunos tomaban aquellas palabras proféticas del padre
Céspedes a burla, incluso se puso de moda un refrán que decía: “Dame medio de
queso y la ñapa me la das de terremoto”. Cuenta en sus crónicas el escritor
Lucas Manzano, del libro “Caracas de Mil
y Pico”, según relato oral de su abuelo el General Pablo Manzano, a
quien le correspondió dirigir el cuerpo de tropas que estableció la custodia de
la ciudad después del terremoto, para evitar desordenes, saqueos y robos..
Cuenta Don Lucas que la situación entre algunos habitantes de
Cúa, principalmente de origen alemán (Habían en Cúa 11 alemanes) y el sacerdote
era muy tensa. Un día el Padre Céspedes celebraba la misa y cuando destapó el
Copón saltó una pequeña serpiente que habían
ocultado dentro de la sagrada vasija.
Estaba por comenzar la Semana
Santa de 1878. Era el día jueves 11 de abril, el cura terminó la misa e
informado de quienes habían sido los promotores de semejante sacrilegio, se fue
a la casa parroquial, recogió sus cosas, las monto en burro y tomó el camino a
Charallave, al llegar a la salida del pueblo, donde hoy esta la ceiba de la
Cruz Verde, según dice la tradición y reafirma Don Lucas, lanzó una maldición
contra el pueblo, sacudió sus sandalias Y DIJO "De ùa no quiero ni el polvo" en señal de no querer llevar nada de este pueblo.
Esta
leyenda se contaba de generación en generación, tal vez sea producto de la
imaginación de los pueblos. Lo cierto fue que ocurrió lo que el cura anunciaba.
Aquel viernes del Concilio 12 de abril de 1878 a
las 8.00 p.m. la floreciente ciudad de Cúa quedó totalmente destruida. La
población fue el epicentro de un
terremoto, la mayoría de las casas
quedaron en ruinas, los muertos y
heridos se contaban por miles, la vieja casona de la Hacienda Lecumberry, fue
una de las pocas que se salvó del poder de la naturaleza y se improvisó como
hospital de campaña para atender a los heridos,
el templo parroquial de Cúa quedó completamente destruido.
Así,
por mandato de la naturaleza termino la época de oro de la llamada
“PERLA DEL TUY”. . Se inicia desde el primer momento el auxilio del
gobierno nacional, presidido en ese
momento, por el General Francisco
Linares Alcántara, quien se hizo presente en la población. Se contaron
por miles los muertos y heridos, los daños materiales sumaron varios millones
por la destrucción de casi todas las viviendas del pueblo. El primer asilo de
huérfanos de Caracas, fundado por iniciativa del Dr. Agustín Aveledo, para atender los huérfanos del terremoto.
Esta tragedia, históricamente marca el comienzo de la decadencia de una ciudad
que prometía gran progreso espiritual y material. El éxodo y el estancamiento dominan la vida
cueña por décadas .
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General Francisco Linares Alcántara |
Hoy Cùa padece los efectos devastadores ,no de un terremoto sino de la ausencia de planificación urbana, de malos gobiernos. Creció como una enfermedad sin control. Estamos a tiempo de cambiar las consejas negativas y demostrar que nuestro pueblo no padece de un mal fario (Maldición`)
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