En 1921 llega a Cúa la luz eléctrica
.
Desde épocas inmemoriales en nuestros pueblos la forma más
práctica de alumbrarse en la oscuridad
de la noche era mediante velas, en algunos casos de cebo y en otros de cera,
esa luz dependía de las posibilidades económicas de los usuarios.
Posteriormente aparece un combustible derivado del petróleo llamado kerosén, el
cual servía para unas lámparas que hacían los latoneros de un metal suave, a la
que se le prendía una mecha. Así se alumbraban las calles de Cúa,
principalmente en los días de Semana Santa y Pascuas, (hoy llamadas
navidades).Con sus tradicionales faroleros.
A finales del siglo XIX aparece un producto que popularmente le
dicen carburo, el cual produce una luz al encenderse un gas que se genera al
contacto del carburo con agua, las lámparas de carburo requerían una
elaboración más cuidadosa para lograr su eficiencia, pues si la gota de agua
era mayor se apagaba y producía un olor muy desagradable. Ese material lo utilizaban
para madurar cambures y plátanos .En algunas casas y sitios públicos se hacían
unas instalaciones de tubería, con una fuente principal para alimentar las
lámparas de gas carburo, En la casa de Don Carmelo Arteaga funcionó por última
vez este sistema en esta población
También por aquella época llegaban del norte unas hermosas
lámparas marca “Coleman” que utilizaban
un combustible que posteriormente se haría el rey del mundo: la gasolina.
También las había de kerosén. Las de gasolina blanca alumbraban bastante, con una luz muy clara
pero eran sumamente peligrosas si no se
sabía manipular, pues fueron muchas las que explotaron causando quemaduras.
Así, entre velas y candiles trascurrían las noches cueñas, eran
muy famosos los bailes o joropos donde
algún guapo de los muchos que existían en esa época, por cualquier razón que el encontraba valedera terminaba dándole
un palo a la lámpara para formar un
pleito y terminar así el baile. Esa mala costumbre dio origen a un refrán de
esa época “Más feo que un pleito a machete en la oscuridad”.
Otra costumbre que desapareció con la llegada de la Luz eléctrica
fue la de la aparición de fantasmas, muertos o espantos como le decían
entonces. En las noches después de la cena, no había nada que hacer si no dormir
o conversar. La conversación siempre estaba matizada con cuentos de todo tipo,
que producían hilaridad, pero casi siempre terminaban con una sesión de cuentos
de aparecidos, de espantos y almas en pena que habían dejado un tesoro de
hermosas morocotas de oro. Necesitaban los difuntos que alguna persona generosa los sacara de
pena encontrando el tesoro y utilizando parte de él para ordenar en la iglesia varias novenas de misas. De
esta forma, influidos por los cuentos, los participantes veían fantasma, los cuales en realidad no
pasaban de ser hojas de plátanos movidas por el viento unidas al miedo y la
imaginación o quizás un “vivo” buscando
otra cosa.
El servicio eléctrico en la ciudad de Caracas había sido
inaugurado el 8 de agosto de 1897. Gracias a la iniciativa del Ingeniero
Ricardo Zuluaga Tovar, quien había constituido en 1895 la empresa ELECTRICIDAD
DE CARACAS con un capital de 500.000 bolívares.
En 1921 se constituye LA COMPAÑÍA ANONIMA GENERADORA DE FUERZA Y
LUZ ELECTRICA DEL TUY, con la finalidad de suministrarles el servicio eléctrico
a los diversos pueblos del Tuy. Se montó una planta generadora, movida por las
aguas (Hidroeléctrica) usaban el caudal de la quebrada de MACAGUITA O ANIAGUA
en la Hacienda Tazón de Cúa. Los
accionistas de la empresa era: Salvador Álvarez Michael (Presidente), Edgard
Sanabria, J. M: Aranda. Dr. Pedro Rafael Tinoco, Eugenio Casado y el hijo mayor
del Presidente de la Republica, el general José Vicente Gómez Bello, se nombró
como encargado a José Manuel Arocha y como mecánico al señor Arturo Gregorio...
Este servicio era muy irregular y eran
más las veces que estaba suspendido por accidentes, desperfectos o crecidas de
la quebrada. Cuando funcionaba normalmente era en el horario comprendido entre
las seis de la tarde y las seis de la mañana.
La existencia precaria de la electricidad permitió además de tener
un alumbrado público, manejado por un viejo farolero que con una larga vara
pasaba una cuchilla y así se encendía la luz cuadra por cuadra la posibilidad
de instalar maquinarias de mayor envergadura , las cuales trabajaban durante el
día con otro voltaje, distinto al de los bombillos.
Para la década de los treinta empezó a funcionar una planta
eléctrica a gasoil. Para el año 48 se
instaló en Ocumare del Tuy una inmensa planta eléctrica para dar energía a toda
la zona. En año 1954, dentro del
plan de electrificación de la
Corporación Venezolana de Fomento se fundó la empresa generadora de
electricidad MIRANDA C.A. con 8.219 clientes en todo el estado. La planta Eléctrica
con una capacidad de 5.600 KW, estaba ubicada en Caucagua En el año 58 se fundó
CADAFE y en los años 60 la energía empezó a llegar de Represa del Gurí, hasta
hoy que la empresa pública se denomina ELECENTRO.CORPOELEC o cualquier otro nombre inventado por un
burócrata.
Hoy hemos vuelto por desidia y la corrupción a los viejos tiempos de las velas y
con ellas también han llegado de nuevo los fantasmas, pero armados.
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