EL CALICANTO PRIMERA ENTRADA DE CÚA



             EL CALICANTO Y EL PASO DE LOS CLAVELES.


 MEMORIAS DE CÚA                                                                                                     MANUEL MONASTERIOS
El camino carretero del sur a San Casimiro, construido durante el primer gobierno del General Antonio Guzmán Blanco, inaugurado personalmente por el mencionado General el 14 de   agosto de 1875 tenía su entrada principal por el llamado paso de Los Claveles (Río Tuy) allí  se podía vadear el río y llegar a  El Calicanto y a Los Corrales donde estaba la vieja romana y se pesaban las reses que traían los llaneros de Guárico  y Apure en las llamadas “Puntas de Ganado”
Río Tuy paso de Los Claveles en Cúa


El nombre de Calicanto nos llega por una acequia utilizada para regar las tierras de la hacienda Lecumberry construido por el sistema colonial de mampostería donde unían ladrillos cocidos con una argamasa de piedra caliza (Cal), arena y bosta de ganado, método de construcción utilizado por los romanos, el cual nos llegó de España, todavía no se había inventado el cemento.

El Calicanto y Los Claveles además de paso obligado tenía un sabor muy especial que le daban los “aguadores” con sus burritos y carros de mano donde transportaba el agua que surtía el pueblo, pues no había acueducto, sino aljibes a la orilla del río, las lavanderas ocupaban las orillas, golpeando la ropa y las sábanas a las piedras utilizando el jabón  azul de castilla o agua de parapara y añil para blanquear. La romería diaria por ese camino la completaba la presencia de enfermos y fallecidos que transportaban  en lo que llamaban parihuela, un  simple un horcón o bambú del cual colgaba   una hamaca con su carga humana, sus respectivos  cargadores y una cobija de pelo que tenía un lado negro y otro rojo, si la cobija se veía el lado negro era un difunto y si se veía el lado rojo era un enfermo. A los difuntos en ese sitio de El Calicanto los pasaban de la hamaca a la urna de caridad, para trasladarlos al templo donde se rezaban los oficios y al cementerio, allí lo sacaban de urna y colocaban en la fosa directamente, la urna estaba disponible para otro fallecido.
Automóvil de Manuel Monasterios Fonseca en el río Tuy paso de los Claveles
En El Calicanto vivía una mujer muy popular en el pueblo llamada Rosa (La Manca) por sus diarias borrachera y porque tenía como residencia el tronco carcomido de un  inmenso árbol conocido popularmente como “Mijao”.el cual crece todavía a las orillas del Tuy.
 Eran àrboles para dar sombra a los cacotales sembrados durante la colonia.

En el año de 1914 por primera vez pasó por El Calicanto y  los Claveles un automóvil, fue un Ford de los llamados “tablita”, propiedad de José A. Bocardo, dueño de la hacienda Marín en esos años y conducido por el señor Enrique Duc, del cual se conserva una foto pasando el rio  Tuy por ese sitio.

En El Deleite se instaló en los años 20 una enorme caldera para fabricar azúcar, propiedad de Don Elías Acosta, pero es crónica la cuenta mejor El “Morocho” Rafael M. Fuentes en su libro “Pedacitos H-istóricos de Cúa” publicado por iniciativa de la Fundación María Teresa Manzo de Angelino y el Cronista Emérito de Cúa Don Adolfo Angulo Pérez
El vendedor de agua
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El  7 de octubre de 1892, día de la Virgen del Rosario, por lo tanto el día más importante de las fiestas patronales, el río Tuy presentó una creciente recordada como una de las de mayor volumen de agua y causante de muchos daños en las haciendas, destruyendo sembradíos, y  arrastrando animales casas y ranchos lejanos al cauce del Tuy, donde jamás habían llegado las crecidas, fueron  devastadas y algunas personas murieron ahogadas.

La entrada sur de Cúa, era por paso del Tuy denominado “Los Claveles”, era la vía del llano hacia San Casimiro, por donde llegaban miles de reses, traídas de Apure y Guárico por el sistema de transporte a pie, también conocidas como puntas de ganado. También se le conocía el paso con el nombre del Calicanto, por los restos de de una acequia colonial que pasaba por el lugar. La principal entrada del pueblo era por la Calle El Laberinto, la calle Agricultura, hoy calle El Carmen, también la calle Roscio, hoy Zamora sector conocido como LOS CORRALES, nombre que deriva de las romanas existentes allí, para pesar el ganado. Según cuentan hasta allí  llegó la creciente del  Tuy.
Primer carro que llegó a Cúa en el paso del río Tuy Los Claveles
La creciente daño también la única fuente existente de agua que surtía  la población, eran los famosos aljibes, unos pozos profundos que se abrían junto al río, sobre todo en el invierno, de donde los aguadores o cargadores los llevaban a las diversas casas a lomo de burros y en carretas. El río Tuy era en ese entonces el centro de la vida para los cueños, a el recurrían durante la semana cientos de lavanderas, en sitios especialmente acondicionado se lavaba la ropa, los domingos y festivos siempre tenían un paseo a las playas del río, donde se practicaba la natación y la pesca de corronchos y guabinas para hacer los sabrosos sancochos de río. Era el rió Tuy la mayor riqueza de la región, pues de el derivaban las acequias de riego para el campo y para mover muchos trapiches que existían en la zona, además de ser el centro de la vida recreativa de los habitantes de Cúa y lugares aledaños.
Torreón de la hacienda El Deleite

Todavía en los años 60 del siglo XX, la presa de Marín era un balneario visitado los días de fiesta y en especial durante la Semana Santa. El caudal del río, su limpieza y claridad, desaparecieron. El río Tuy en los últimos 40 años terminó convertido en un vertedero de aguas contaminadas, el peor crimen ecológico que hemos cometido, ante la indiferencia de ciudadanos y autoridades.



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