El cacique Cué es una leyenda.




                             EL CACIQUE CUÉ UNA LEYENDA:

Manuel Monasterios
Resulta sumamente difícil cambiar un concepto que forma parte de la tradición cultural de una comunidad. Si bien es cierto que todos los pueblos  antiguos de la tierra, como los griegos, los romanos, los fenicios o los persas  crearon leyendas hermosas sobre su origen. Como ejemplo podemos señalar: la leyenda de Rómulo y Remo y la loba que los amamantó, antes de la fundación de la ciudad de Roma. En el caso de la población de Cúa, siempre se ha repetido y se ha escrito en diversas obras publicadas que la Fundación de Cúa fue obra del Sacerdote Capuchino español Fray Manuel de Alesón en el año de 1690, con la cooperación de un Cacique llamado Cué.
Una de las características más importante de las acciones misionales hechas por los Frailes Capuchinos era el riguroso registro que llevaban de todas las fundaciones, tanto de Misión, como de Doctrina que efectuaron en el territorio de los llanos de Caracas entre 1600 y 1700. Los Capuchinos en representación de la autoridad eclesiástica, casi siempre tenían problemas con las autoridades civiles y militares. Todo acto, toda petición de los Capuchinos quedo registrada en actas, correspondencias y en los libros propios de la Orden, tanto en Venezuela como en España.
Hay una obra fundamental, presentada en tres tomos, escrita por el Padre Buenaventura Carrocera, miembro de la Orden de los Capuchinos, editada por la Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, llamada “La Misión de los Capuchinos en los Llanos de Caracas” En esta obra esta detallada fundación por fundación, pueblo por pueblo, los años de la fundación y el Sacerdote responsable de la fundación. Sobre Cúa, sobre  el poblado de Santa Rosa de Marín, sobre Santa Rosa del Valle de Marín no hay referencia, ni siquiera tangencial, algo muy extraño, si tomamos en cuenta que esta Orden estuvo encargada de  Santa Rosa de Lima de Charallave. El  Padre Alesón estuvo también en Charallave, fundó otros pueblos como Lezama en los llanos de Orituco, pero sobre el pueblo de Cúa hay un silencio total, una forma contundente de ignorar a un poblado, que para 1690 ya existía. Sobre el Cacique Cué no hay referencia en lo absoluto. Lo más importante de la obra del padre Alesón es su defensa del indígena, incluso llegó a chocar con su Orden religiosa por defender los derechos de los nativos. Esta faceta del fraile es muy poco conocida y bien merece su divulgación.
Esta es una prueba irrebatible y documental sobre una leyenda sin fundamento. Para investigar sobre la fundación de Cúa es necesario buscar otras rutas, si no hay pruebas documentales hay que hacer inferencias, comparar fechas, indagar, eso es lo hemos tratado de hacer. No descalificamos a quienes mantienen el argumento de la fundación del Padre Alesón y el Indio Cué. Nosotros en 1980, en la publicación numero uno de la Revista Tesón, de la Parroquia de Cúa, también dimos por cierta esta tesis, con el tiempo, investigando hemos llegado a otra conclusión. Tal vez hace falta profundizar en las investigaciones documentales. 

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