"De que vuelan, vuelan", El brujo de El Yagual.




                     Estanislao el Brujo de El Yagual..


Cuento                                                                                                 Manuel Monasterios.

La brujería es un conjunto de creencias y actividades populares en personas con supuestas habilidades mágicas que ayudan con magia blanca o producen daño con la magia negra, (Lewis.) Y es sinónimo de pensamiento mágico.
Se supone que las brujas son mujeres que han hecho pacto con el demonio y por esto pueden hechizar y causar el mal, con posiciones mágicas que preparan en sus grandes calderos. Viste generalmente de negro y viajan en una escoba voladora. "De que vuelan, vuelan"
Representación del “lado oscuro” de la mujer, la bruja es a menudo representada como una vieja horrenda, con un rostro deforme por la maldad y con un gato negro como única compañía. Vuela en una escoba, y he aquí la razón por la cual ha aterrorizado a los hombres durante siglos. El vuelo sobre la escoba no es más que una alegoría de la liberación femenina.En nuestro cuento nos ubicamos a comienzos del siglo XX en el caserío El Yagual de Cúa, cualquier habitante de estos campos sabe que lo narrado en este cuento se repite de boca en boca y de generación en generación. Estanislao fue un "curioso" que vivió en aquellas tierras y hoy se recuerda.



En el camino de San Casimiro, cerca de El Yagual en lo que llamaban la vuelta del perro vivía Estanislao Rondón un hombre de los que llamaban faculto en el conocimiento y curación de enfermedades naturales y puestas, Estanislao era capaz de curar el mal de ojo con una oración, las garrapatas y los gusanos del ganado los eliminaba con solo saber de qué color era el cuero de la res, una descompostura la arreglaba mejor que un traumatólogo con solo tomar un trapito rojo coser con una aguja y rezar. Los enfermos llegaban al rancho de Estanislao de Cúa, San Casimiro, del llano guariqueño y hasta de Caracas, a veces tenían que acampar en rancho que él había hecho para recibirlos, sus curas lograron fama en toda la comarca. Gente que traían en parihuelas, en hamacas colgadas de una vigueta de vera, salían caminando como si jamás hubiesen estado enfermos. Algunas veces se encontraba con enfermos que por su condiciones tan precarias de salud no estaban en condiciones de hacer el largo viaje, a Estanislao le bastaba para diagnosticar el mal y ordenar la cura que le llevaran una pertenencia que hubiese usado el enfermo por ejemplo pañuelos, ropas, si el mal era puesto por otro brujo pedía que le trajeran cabellos, uñas, sortijas o zarcillos de enfermo, eso nada más le bastaba para curar lo natural y lo puesto.
Su lugar de trabajo era muy sencillo, dos sillas de cuero, una mesa de madera con un mantel blanco, un viejo catre, un aguamanil , una ponchera cientos de frascos con yerbas de variados colores, habían algunos que tenían componentes tan extraños como culebras de dos cabezas, huesos de animales, tenía piedras de todos los tipos, utilizaba dos velones que prendía para hacer los ensalmes y un pequeño altar rodeado de cintas de colores, unos muñecos de trapo que pintaba con sangre de paloma, colibrí y ruiseñor, en el centro del altar un cuadro muy antiguo con la imagen parecida a Nuestra Señora de la Concepción, no utilizaba más imágenes ni santos.

Cuentan personas muy cercanas a Estanislao que una noche sintió en el patio de la casa un ruido muy extraño parecido al graznido de un ave muy grande, desde el principio el curioso Estanislao supo que ese era el ruido que producían las brujas cuando se transformaban en grandes pajarracos negros. Estanislao tomó la determinación de cazar el inmenso pájaro que se posaba en las ramas más altas de un cotoperí. Cogió los pantaloncillos sin lavar los extendió sobre un cajón los untó con mostaza y lo colocó al pie del árbol, realizó unos conjuros y de inmediato se sintió un fuerte golpe contra el suelo, era un animal parecido a un zamuro que se restregaba de dolor contra el piso de tierra y lanzaba no un graznido sino unos profundos quejidos. Comprobó que el pájaro era su comadre que vivía unos metros de su rancho. En ese mismo momento lo llamaron de la casa de la comadre para decirle que se moría y necesitaban sus servicios.
 Estanislao la curó quemándole unas hojas y rezando unas oraciones en un lenguaje parecido al latín; cuando la comadre volvió en si le dijo: __ Comadre hoy se salva, pero si sigue con esas vagabunderías de bruja voladora y mala yo no respondo.
Machos años después Estanislao murió en su cama de viejo, desde entonces en la vuelta del perro del camino de El Yagual se aparece una luz y un espanto que asusta a quienes se atreven a caminar durante las noches por esos campos.

 
San Miguel Arcángel protéjenos de todo mal











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