1950, cuando Cúa
producía comida para exportar
Es urgente volver al campo.
No simpre fuimos un pueblo menesteroso, tuvimos èpocas de oro como productores de diversos rubros alimenticios, fuimos un pueblo sin muchos ricos y ausencia de miserias. Cúa era diferente, pueblo de gente trabajadora, pero los cambios lamentablemente no han sido positivos. en 1950 el río Tuy era un río de verdad, no esta cloaca de hoy y había mucha comida, al alcance de todos.
El año 1950 marca el inicio en la modernización de la
producción lechera, con la instalación de ordeñadoras mecánicas y refrigeración
de la leche. Recordamos a la Hacienda Tazón de Don Henrique Lander, la Hacienda
Buena Vista de Don Rafael Fonseca y sus hijos Alfredo y Rafucho, la Hacienda
Piñango de Don Estanislao Acosta, la hacienda Aparay de Don José Antonio
Robles, la Hacienda Lecumberri de Elías Genaro Acosta entre otras. En
Charallave había dos plantas receptoras de leche fresca La Silsa de Don
Guillermo Guerra en Los Samanes y Sabana de Don José Antonio Robles en el Campito.
En Cúa en 1950 Cúa tenía 12.000 habitantes y 1.241
haciendas o fincas, de las cuales, de las cuales 47 se dedicaban a la
producción agropecuaria, con unas 10.265 cabezas de ganado, con una producción
de leche de 13.200 litros diarios aproximadamente. Había en las granjas
avícolas 94.414 aves. Se producían marranos en un número de 6.102.También 749
chivos. 747 caballos, 407 mulas y 2.514 burros. Había 1291 colmenas para la
producción de miel.
La producción de cacao había desaparecido totalmente y
la de café se había reducido a 85.820 kilogramos. Se producían 3.775.930 de
kilogramos de maíz. 384.506 kilogramos de caraotas, 9.400 kilos de arroz. Se
dedicaban 170 hectáreas a la producción de caña de azúcar con una producción de
16.500.000 kilogramos. Se producían 6.000 kilos de papas.
3.170 kilos de tabaco y 40.803 kilos de maní. Si hacemos una comparación con la
producción actual, con casi 200.000 habitantes, podemos deducir de donde
proviene nuestra pobreza, la marginalidad, la delincuencia y todos los males
que tiene la zona. No hay producción alimenticia, todo viene del mercado capitalino
y a su vez importado de todos los países. Hoy la leche viene de Nicaragua,
Ecuador o Uruguay, el arroz de USA, las caraotas de China e India. No hay
estadísticas actualizadas, apenas se producen algunos miles de kilos de verdura como la yuca, el ñame, el ocumo
Llegamos al extremo de no sembrar en los patios y corrales, ni una mata de
limón y preferimos un refresco artificial, elaborado con química, a una
refrescante limonada natural.
Hay que volver a producir comida, si ayer se pudo hoy
también se puede, solo hace falta crear los estímulos necesarios y darle al
campo calidad de vida.
Hay que volver
al campo, crear condiciones, seguridad para el agricultor, seguridad jurídica,
escuelas de formación agropecuaria para adaptarse a las nuevas tecnologías, hay
que motivar la vuelta al campo y valorar el trabajo del campesino pagando el
precio de mercado para estimular, facilitar créditos, seguros agrícolas y
algunos subsidios. Hay que producir para garantizar la seguridad alimentaria.
Creer que con los dólares del petróleo se puede seguir importando y subsidiando
a los alimentos es un crimen que hoy estamos pagando muy caro con la escasez
que generan políticas totalmente equivocadas. Es difícil entender el empeño de
algunos en obligar a vivir en la miseria
rodeados de tanta potencialidad para producir. Parece que es más rentable hacer
una cola para comprar mendrugos que madrugar a sembrar.
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