El día que las campanas las repicó el diablo.



                         El día que las campanas  de Cúa las repicó el Diablo.
                                                      Crónica sobre la maldición y el terremoto.
Campana de Cúa de 1726 (Santa Rosa del valle de Marín)

 (Leyendas)
El Evangelio San Marcos cap. 9 vers. 42, dice: “Ay de aquél que sirva de piedra de tropiezo a uno de mis pequeñitos, más le valiera atarse una rueda de molino al cuello y arrojarse al fondo de la mar”, también la palabra de Dios dice: “Pagarán justos por pecadores”.

Juan Bautista Fonseca Presidente del Concejo Municipal   salió aquella mañana de abril precipitadamente de la casa de gobierno, alguien le había dicho que su casa estaba llena de garrapatas negras , no se sabía de dónde habían salido aquellos millones de hematófagos , las paredes estaban tapizadas por aquellos asquerosos animalitos, en menos de una hora el perro de casa, un pastor que le habían regalado los Hendrich, alemanes dueños de haciendas y comercios, estaba saturado de garrapatas que parecían que tuviese una sobre piel. Era muy normal en aquellos años que las casas de muchos cueños se llenaran de garrapatas sin otra explicación que eran “Echadas”, es decir producto de un acto de magia o brujería. Al llegar al portón de la casa lo esperaba Santiago Riobueno, el viejo pescador de corronchos en río Tuy quien tenía la facultad de acabar con aquella plaga puesta con  malas mañas por algún envidioso
Primera foto tomada en Cúa. Ruinas del templo Cojo Ilustrado 1892
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Santiago preparó un cepillo con escoba amarga y en una palangana con cariaquito morao, albahaca, cuerno de ciervo y agua bendita, mediante unos rezos fue pasando la escoba por toda la casa, paredes, pisos y rincones. De la misma forma como habían llegado desaparecieron sin dejar rastro, ni el perro tenía garrapatas, ni señales de ellas. Don Juan Bautista le pregunta a Santiago el origen de ese extraño fenómeno
----Don Juan, hay alguien interesado en dañarle su casa para que usted se vaya del pueblo arruinado, usan la magia negra con tierra de muertos que recogen en el cementerio.  Hay mucha gente mala en este pueblo y brujos que se ocupan de hacer daños a cambio de dinero.
----No se preocupe Don Juan ya la contra está lista y no pueden con ella. Algo muy raro está pasando en Cúa, parece que todos los males están juntos, ya hace un año que no llueve, el ganado se está muriendo, las siembras se marchitaron, ya no hay que comer y en el río ya no hay ni corronchos.
__Santiago, hay gente que le han hecho la vida imposible al padre José María, simplemente porque es un mulato, como si Cúa no fuese un pueblo de negros.
Cuadro de Cristóbal Rojas: Ruinas de Cúa

___Así es Don Juan y el padre no pierde oportunidad en sus sermones para solicitar el arrepentimiento de tanto pecados y predice el castigo de Dios, mediante un gran terremoto que solo lo puede detener el sincero arrepentimiento. Pero la gente toma  a chercha lo que el cura dice y ahora hay un nuevo refrán, cuando se va a las pulperías a comprar se pide la ñapa de terremoto.
---Será que este pueblo con tanto dinero que produce el ganado, lo único que atrae son las putas de la calle El  Laberinto, los jugadores de batea y dados, brujos y curiosos, gente baja ralea, ladronzuelos y vagos.
---No creo Santiago aquí en Cúa hay mucha gente honorable, representantes de casas comerciales caraqueñas como Boulton y Cia,  Dunlop,  Santana Hermanos, alemanes como los Hendrich, hacendados gente de bien y muy trabajadora, la mayoría de los cueños no está de acuerdo con lo que el populacho le hace al padre Céspedes, promovido por un grupito de rufianes que vive del cuento. Lo que ocurre es que no se hacen sentir, callan ante tanta mala intención  y al final terminaremos pagando justos por pecadores, unos por acción y una mayoría por omisión
____Era muy común que ocurrieran en aquel pueblo hechos extraordinarios,  desde que llegó el padre José María Céspedes, un calor sofocante jamás visto, en las tardes se pone el tiempo para llover y de repente aparece nuevamente el sol y más calor, dicen algunos que vienen de los montes de Macaguita que en las noches se oye a la tierra bramar, un ruido desde el fondo de la tierra que no tiene explicación y que tiene aterrorizado a los habitantes de ese caserío. En Apamate y Quebrada Honda se abrió una zanja de la cual sale humo y un olor desagradable a huevo podrido, Hay días en que no se ve ni un pajarito y hace casi un mes que no se ve por ningún lado un Zamuro.  Pero lo más raro es la hacienda Lecumberry todo es normal, el ganado está gordo y no lo ataca la sequía, es cierto que tiene una gran acequia que viene del rio Tuy, pero tampoco las siembras y los cañamelares están secos y producen más que nunca, hay mucho papelón y mucho ganado que se va para Caracas.

___ Serán cosas de Nazareno, dice Santiago. Figúrese que  en la hacienda Marín, donde estuvo la imagen de Santa Rosa hasta hace poco, se quemaron los cañaverales y gran parte de la hacienda, entregaron la Santa y perdieron su protección.
___Mira Santiago hay cosas que uno no le encuentra explicación, lo peor es lo que ocurre desde hace tres días, una nube de humo tan espesa que no se ve a dos metros, los montes se queman y ya ni la brisa se siente, el ambiente es de un sopor insoportable.
__Bueno amanecerá y veremos. Lo importante que le dimos solución al problema de las garrapas.
Así transcurrían los primeros días del mes de abril de 1878, se acercaba la semana santa y la sequía había arruinado los campos, la mayoría de los cueños estaban asustados sobre todo ahora que el cura predicaba el castigo a los pecadores, las familias se reunían a rezar diariamente el rosario pidiéndole a Dios que llegara la lluvia, pues ya no había nada que comer.
El domingo  siete de abril los feligreses habían llegado muy temprano para asistir a la misa de las 7.00 a.m. Los enemigos del padre Céspedes le tenían preparada una sorpresa, en complicidad con el sacristán Pedro Hernández, le ordenaron colocar dentro del Copón de Consagrar un culebrita conocida popularmente como “viejita”, inofensiva por no ser venenosa. El Padre inicia la misa, como siempre utiliza el púlpito para llamar al arrepentimiento colectivo y condenar a los impíos que traerían grandes desgracias a la población, males que  ya se hacían sentir como anuncio de lo que podría venir. Continuó con la misa y al momento de la consagración destapó el Copón y la serpiente saltó y  pasó sobre la casulla  del cura, se oye en el templo un grito, los feligreses no saben lo que ocurre, algunos salen corriendo atropelladamente buscando las puertas, el padre llama a la calma, pero no da explicaciones, continúa la misa como si no hubiese ocurrido nada, al terminar se dirige a los presentes y dice: “Lamento decirles que esta situación ya es insoportable, llegar al extremo de cometer un sacrilegio colocando una serpiente en el sagrado Copón, es imperdonable, les informo que hoy mismo me voy de este pueblo, la iglesia se cierra hasta que el Señor Obispo nombre a otro sacerdote para que cumpla con los actos de la Semana Mayor, Yo llego hasta hoy, agradezco su solidaridad, pero la maldad ya no tiene límites y les recomiendo a los justos que abandonen este pueblo antes que ocurra una desgracia y terminen pagando justos por pecadores”.
Templo de Cúa 1926

El padre tomó sus cosas ordenó colocarlas  en una mula, se montó en su caballo y tomo el camino de la Cruz Verde, al llegar a la Ceiba se encontró con gran número de feligreses que lo esperaban para pedirle que no se marchara de Cúa, el padre bajó del caballo y les dijo a todos los presentes: __”Solo una manifestación de arrepentimiento puede salvar este pueblo, como yo sé que eso no ocurrirá, me voy”  
Quitándose las sandalias que tenía las sacudió y dijo: ---
--“Ni el polvo de este pueblo me quiero llevar”
Tomó el viejo camino de Charallave que pasaba por Quebrada de Cúa, La Culebra y El Dividive y se marchó dejando a Cúa lleno de malos presagios y todo tipo de comentarios.
El pueblo sigue en su estado de tensión.
En la pulpería de Don Ramón Del Ollo se sucede este diálogo:
---Don Ramón me puede vender una libra de queso llanero, no muy salado y la ñapa me la da de terremoto.
---- Mujer con esas cosas no se juega, ya este pueblo parece condenado a un trágico desenlace por tanta maldad y chisme
__Mire Don Ramón yo creo que a al mocho  Pedro  Hernández  se le pasó la mano, ponerle una culebra, así sea una viejita, en el copón es un sacrilegio y eso no es juego. Tengo miedo a la burla que se hace en todos lados, ayer hicieron joropo y lanzaron cohetes celebrando que el padre Céspedes había abandonado el pueblo.
----María Antonia me dijo Juan Carlos García que no fue el mocho Pedro, fue una culebra puesta por un brujo que hizo el trabajo.
---No creo Don Ramón no hay brujo que pueda poner una culebra en el Copón de Consagrar. Creo que estamos todos endiablados.
__Terremotos ya hemos padecido, en el año 12 la iglesia se cuarteó y años después la tumbaron para construir la que tenemos
Pasaron los días y llegó el viernes 12 de abril, aquel día no se podía distinguir nada diferente a los lo ocurrido  en esa semana. A las 8.40 p.m. se oye un ruido profundo que venía desde el centro de la tierra,  era como el bramido de una gran bestia que despertaba. Las campanas del templo empezaron a repicar como si el Demonio las tocara en con furor, lleno de cólera, el suelo se estremeció, el templo se desplomó casi en su totalidad, las  casas se fueron al suelo, curiosamente la única casa que no sufrió los embates del terremoto fue  la hacienda Lecumberry. Los muertos y heridos  no tenían quien los atendiera, Lecumberry se improvisa como refugio y hospital, la gente con cabía en sus corredores y todos le rezaban a El Nazareno.
El diario oficioso “La Opinión Nacional” en su edición del día 15 de abril de 1878 informaba:” Comunicamos a nuestros lectores de la República el desaparecimiento de aquella importante ciudad a consecuencia del terremoto del viernes 12 del presente a las 8 y 40 minutos de la noche…… Se refieren por otra parte, algunos fenómenos particulares que se han manifestado en el radio de Cúa: La quebrada de la  Magdalena creció extraordinariamente sin que en el pueblo  se viese  una sola gota de agua. Volcanes de arenas sulfurosas en las márgenes del rio Tuy.” El presidente de la República el general Francisco Linares Alcántara visitará  a Cúa y comisionó al coronel  Manzano  para manejar la emergencia”.
Fue así como se cumplió  lo que el cura José María Céspedes profetizó, un terremoto acabó con La Perla del Tuy, la ciudad más importante de los valles del Tuy. Ese día de abril de 1878 las campanas solas repicaron tragedia, en un arrebato que parecía obra del demonio. Desapareció Cúa.
Leyenda-
 11  de junio del 2015





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