María Sarell de Mirabal
MANUEL MONASTERIOS G
.
Al leer esta mañana en el diario digital "La Gran Ciudad" que una mujer tuyera tuvo que parir a las puertas del Hospital General de los valles del Tuy ubicado en Ocumare del Tuy, mi mente evocó el recuerdo de aquellas mujeres que hacían de comadronas o parteras, con una sabiduría ancentral, servidoras de la salud del recien nacido y de la madre,poseedoras del arte de partear antes de la aparición de la obstreticia como especialidad médica, más aprendían de ellas los pichones de médicos que en las aulas de universidad.Los dedos de una partera eran como un aparato de ultrasonido que les permitía diganosticar la posición del bebé, una experiencia nata que venía de las madres y abuelas, además los partos se hacían en las casas , hasta allí tenían que trasladarse las parteras, caminar en algunas ocasiones durante horas en el día o la noche para atender el parto y la dificíl situación de una madre en ese momento crucial. Cuando veo esta desgracia de una mujer pariendo a la puerta de un hospital no puedo menos que agradecer a mujeres como la negra Antonia Correa en Charallave, Luisa Arguinzones en aquella Cúa de los años 20 y más recientemente a una mujer que llegó a Cúa a finales de los años cuarenta, una partera que sabía combinar perfectamente con profunda sabiduría y amor al prójimo los conocimientos ancentrales de las parteras tradicionales y el adiestramiento que proporcionaba la farmacopea moderna y las técnicas de ginecología y obtetricia que proporcionaban los estudios formales de enfermería en aquellos años, me refiero a DOÑA MARÍA SARELL DE MIRABAL,quien nació un 30 de enero de 1922, casada con DON RAMÓN MIRABAL, también dedicado a la enfermería . Doña María llegóa Cúa a trabajar el el viejo hospital Dr. Osío de la celle Florida, trabajó con médicos de la talla de Álvarez Valverde, Abigail Villalba,Teléforo Rosales entre otros.
Por más de 20 años el viejo hospital de Cúa fue la gran maternidad de los valles del Tuy, incluso de otras regiones de Venezuela pues la buena fama la proporcionaba en gran parte la fe y confianza que inspiraba en las parturientas Doña María de Mirabal.Se puedan contar por miles a los cueños y cueñas que nacieron por las manos de esta mujer maravillosa, quien además fundo su hogar al lado del hospital para dedicarse a su trabajo sin limitaciones de tiempo o traslados. Su vida era ver nacer y crecer sanos a los cueños. Pero a veces lo bueno no dura mucho con apenas 63 años Doña María murió en 1985, el Concejo Municipal presidido por el Dr. Antonio Requena Padrón decretó día de duelo local por su muerte, se hizo un cuadro con su imegen el cual forma parte de la galería de ilustres cueños ubicada en el Concejo Municipal. Cúa está en deuda con María Sarell de Mirabal, sería justo que las autoridades competentes dieran el nombre de la esquina del viejo hospital, hoy conocido como El Ateneo o una nueva maternidad para rendir homenaje a esta mujer, a esta partera de la cueñidad.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE.
![]() |
DOÑA MARÍA DE MIRABAL |
MANUEL MONASTERIOS G
.
Al leer esta mañana en el diario digital "La Gran Ciudad" que una mujer tuyera tuvo que parir a las puertas del Hospital General de los valles del Tuy ubicado en Ocumare del Tuy, mi mente evocó el recuerdo de aquellas mujeres que hacían de comadronas o parteras, con una sabiduría ancentral, servidoras de la salud del recien nacido y de la madre,poseedoras del arte de partear antes de la aparición de la obstreticia como especialidad médica, más aprendían de ellas los pichones de médicos que en las aulas de universidad.Los dedos de una partera eran como un aparato de ultrasonido que les permitía diganosticar la posición del bebé, una experiencia nata que venía de las madres y abuelas, además los partos se hacían en las casas , hasta allí tenían que trasladarse las parteras, caminar en algunas ocasiones durante horas en el día o la noche para atender el parto y la dificíl situación de una madre en ese momento crucial. Cuando veo esta desgracia de una mujer pariendo a la puerta de un hospital no puedo menos que agradecer a mujeres como la negra Antonia Correa en Charallave, Luisa Arguinzones en aquella Cúa de los años 20 y más recientemente a una mujer que llegó a Cúa a finales de los años cuarenta, una partera que sabía combinar perfectamente con profunda sabiduría y amor al prójimo los conocimientos ancentrales de las parteras tradicionales y el adiestramiento que proporcionaba la farmacopea moderna y las técnicas de ginecología y obtetricia que proporcionaban los estudios formales de enfermería en aquellos años, me refiero a DOÑA MARÍA SARELL DE MIRABAL,quien nació un 30 de enero de 1922, casada con DON RAMÓN MIRABAL, también dedicado a la enfermería . Doña María llegóa Cúa a trabajar el el viejo hospital Dr. Osío de la celle Florida, trabajó con médicos de la talla de Álvarez Valverde, Abigail Villalba,Teléforo Rosales entre otros.
Por más de 20 años el viejo hospital de Cúa fue la gran maternidad de los valles del Tuy, incluso de otras regiones de Venezuela pues la buena fama la proporcionaba en gran parte la fe y confianza que inspiraba en las parturientas Doña María de Mirabal.Se puedan contar por miles a los cueños y cueñas que nacieron por las manos de esta mujer maravillosa, quien además fundo su hogar al lado del hospital para dedicarse a su trabajo sin limitaciones de tiempo o traslados. Su vida era ver nacer y crecer sanos a los cueños. Pero a veces lo bueno no dura mucho con apenas 63 años Doña María murió en 1985, el Concejo Municipal presidido por el Dr. Antonio Requena Padrón decretó día de duelo local por su muerte, se hizo un cuadro con su imegen el cual forma parte de la galería de ilustres cueños ubicada en el Concejo Municipal. Cúa está en deuda con María Sarell de Mirabal, sería justo que las autoridades competentes dieran el nombre de la esquina del viejo hospital, hoy conocido como El Ateneo o una nueva maternidad para rendir homenaje a esta mujer, a esta partera de la cueñidad.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE.
Comentarios
Publicar un comentario