El Tuy, 10 años de un ferrocarril y 20 años
perdidos.
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Estación General Ezequiel Zamora del ferrocarril Cúa Foto Gladys Zambrano |
“Fue inaugurado en octubre del 2006 sin
tomar en cuenta el impacto demográfico, económico, social y ambiental en el
Tuy. La improvisación convirtió al proyecto del siglo para el Tuy en un grave
problema para la zona, no es el ferrocarril la causa de estos males que
vivimos, es la forma irresponsable de asumir el crecimiento urbano de una
región que podía haber sido la mejor ciudad de Venezuela”.
El gran vacío
que hemos padecido los tuyeros en los últimos 20 años es el de la adopción de
políticas urbanísticas modernas, sostenibles desde el punto de vista de la
calidad de vida de los habitantes de la sub-región, políticas respetuosas del
medio ambiente, por ejemplo el río Tuy, padre de nuestra región, agoniza como
una pestilente cloaca, a pesar de haberse creado una Fundación con el nombre de
Corpomiranda, cuya finalidad estatutaria es el saneamiento de la cuenca del
río, a pesar de contar con créditos
blandos para ese fin, otorgados por Brasil, sus objetivos hoy son políticos,
pretende ocupar el espacio de la Gobernación de Miranda y los planes de
sostenibilidad y rescate del rio no se ven por ningún lado, lo cual es muy
lamentable. La recolección de basuras sigue siendo un problema sin resolver
satisfactoriamente y el llamado relleno sanitario de La Bonanza, es hoy
dominado por la violencia y la delincuencia. Los problemas urbanos en el Tuy
han crecido geométricamente en los últimos 10 años.
El sistema
ferroviario de los valles del Tuy fue un plan cuyos estudios se remontan al
gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, en 1960 el gobierno de Don Rómulo
Betancourt inicia los estudios para la realización del Plan Ferrocarrilero
Nacional, ya para el año 1973 el Primer plan de Desarrollo Urbano de Cúa,
elaborado por el Ministerio de Obras Públicas
y CORDIPLAN indicaba que la población de Cúa sería el centro nacional de
convergencia de la red de trenes que llegarían de Oriente, del Llano y de
Occidente de Venezuela , con la construcción en esta población del Instituto
Universitario de Formación de Profesionales del Ferrocarril, la construcción de
los grandes talleres nacionales y la Estación Central para el control nacional
de toda la red. Esta afirmación se puede comprobar con la lectura de las
Memorias y Cuentas de los organismos y ministerios encargados del proyecto.
En 1999 en plena construcción del proyecto del
tren, el cual había comenzado en 1990. Año del Tricentenario de Cúa, en que el
presidente Carlos Andrés Pérez se comprometió públicamente a dar inicio a las
obras e incluso afirmó que asistiría a su inauguración, ganó las elecciones el
teniente coronel Hugo Chávez Frías y entre sus proyectos revolucionarios no se
consideraba prioridad la red nacional de
ferrocarriles, en un principio se trató de paralizar la obra, luego se planteó
que el tren solo llegaría hasta Charallave, las actas de la Cámara de
Industriales del Tuy recogen todas gestiones hechas por sus integrantes
argumentado lo nefasto que sería no llevar a feliz término el proyecto tal como
estaba planteado.
El Consorcio
Internacional CONTUY quien había ganado la licitación en el año 1989, integrado
por las empresas italianas: IMPREGILO. S.P.A, GHELLA SOGEONE, ASTALDI S.P.A.,
las empresas japonesas MARUBEN encargadas del proyecto eléctrico, la empresa
venezolana OTAOLA INGENIERÍA C.A, la cual tenía entre sus muchas obras construidas
en más de 50 años, su importante participación en la construcción de los
viaductos de la autopista Caracas la Guaira, los Distribuidores El Pulpo, El Ciempiés
en Caracas. Estas empresas amenazaron con una demanda multimillonaria si no se
le daba cumplimiento a un contrato firmado con el Estado Venezolano por un
monto de 1700 millones de dólares, con el compromiso de concluir la obra en el
año 2006, con sus estaciones en Charallave y Cúa y el empalme con el
ferrocarril del centro que parte de Puerto Cabello y el del llano. El gobierno
logró cambiar algunos aspectos fundamentales del proyecto: La arquitectura de
las estaciones era totalmente distinta, más modernas y funcionales y además
estaban integradas a los nuevos terminales terrestres de Cúa y Charallave, eso
no se construyó y al lado de los terminales de ferrocarril, siguen funcionado
unos terminales obsoletos e disfuncionales. No se construyeron en Cúa los
grandes talleres, ni el Instituto Universitario del Ferrocarril. Tampoco se
invirtió en la nueva malla vial para el servicio de los autobuses alimentadores
del ferrocarril. En definitiva, el proyecto se descuartizó y los trenes que
eran de última generación se cambiaron por unos anticuados modelos franceses y
al final toda la tecnología se les entregó a los chinos, quienes no aplicaron
en el sistema sus últimos adelantos, sino que se contrataron trenes con más de
20 años de antigüedad, más baratos y de menor calidad.
El proyecto
del Sistema de Transporte Sub-urbano del ferrocarril tenía como eje central, no
la simple incorporación de los valles del Tuy al área metropolitana de Caracas,
sino el desarrollo de una nueva ciudad alterna a Capital, sin los graves
problemas y las carencias de Caracas, pero ese proyecto también fue descartado,
simplemente, tal como estaba previsto fue inaugurado en octubre del 2006 sin
tomar en cuenta el impacto demográfico, económico, social y ambiental en el
Tuy. La improvisación convirtió al proyecto del siglo para el Tuy en un grave
problema para la zona, no es el ferrocarril la causa de estos males que
vivimos, es la forma irresponsable de asumir el crecimiento urbano de una
región que podía haber sido la mejor ciudad de Venezuela.
El impacto
del ferrocarril para los valles del Tuy se puede resumir en los siguientes
aspectos:
DESEQUILIBRIO
INSTITUCIONAL: Los organismos públicos y la iniciativa privada no han tenido la
capacidad de responder a las necesidades múltiples y variadas de los habitantes
de la sub-región, no se implementó el Distrito Metropolitano que permitiría la
fundamentación jurídico territorial para darle al Tuy el perfil de ciudad,
unificando con una autoridad única para llevar adelante los planes y prestar
los servicios coordinados en cada una de las poblaciones. Jamás se ha pensado
en planes, ni en presupuestos y esa necesidad tampoco ha sido prioridad para
los políticos, ni para los empresarios, ni para el gobierno. A poca gente le ha
interesado el proyecto de la nueva ciudad, el pueblo se conformó con el ferrocarril
y el servicio que al comienzo fue eficiente, pero el impacto demográfico no fue
previsto. Hoy ninguna de las Alcaldías tiene la capacidad gerencial, ni presupuestaria,
ni jurídica para enfrentar los graves problemas demográficos, urbanísticos,
sociales y económicos de El Tuy. La carga de población marginal y pauperizada
es superior a la que puede atender eficientemente, no hay ingresos, ni presupuestos
que soporten tan graves problemas.
URBANISMO OBSOLETO: El Tuy a pesar de tener un
ferrocarril sigue estancado con un urbanismo de los años 60, la movilidad en la
sub-región es arcaica, no hay una malla vial, ni un servicio de transporte
público alimentador del ferrocarril con muy bajos niveles de eficiencia y calidad.
SEGURIDAD: El servicio de seguridad ciudadana
es totalmente deficiente, el hampa se adueñó del Tuy, los niveles de muertes
violentas es muy superior por cien mil habitantes a las ciudades más violentas
del mundo. El Tuy está sometido al poder de bandas organizadas que secuestran,
roban y matan y no hay fuerza policial
que los frene.
LA CULTURA
DEL FERROCARRIL. Una de las fallas más
notables es que no hubo jamás una preocupación por desarrollar una cultura del ferrocarril,
un sentido de pertenencia y de orgullo por tener ese servicio y prestarlo con
la mayor eficiencia. Hoy el solo ingresar al tren en las horas pico es un
verdadero caos, donde se evidencia una falta total de civilidad y buenos
modales y para complemento los vagones del tren fueron ocupados por el
buhonerismo y la informalidad con el respaldo de las autoridades. Evidentemente
que esas autoridades no tienen ni la mínima noción de lo que significa un
servicio de esa naturaleza, pues en su indiferencia hoy el ferrocarril es el
más vivo ejemplo del caos urbano, social y moral que vivimos los venezolanos.
SERVICIOS: La infraestructura de los servicios
públicos es insuficiente, no hay agua suficiente para darle a los tuyeros y
servicio diario, hay un sistema de racionamiento permanente y muchos son los
sectores donde el agua jamás llega.
No hay suficiente energía eléctrica, un
servicio de muy mala calidad con cortes a diario sin ninguna justificación.
No hay suficientes cupos escolares ni en
colegios públicos y privados.
Los servicios de salud son ineficientes.
No hay
suficientes parques, ni lugares de recreación.
EMPLEOS:
No hay empleos de calidad y la mayoría de los habitantes tienen que buscar
trabajo en Caracas, razón por la cual la zona del Tuy es hoy un gran dormitorio
deshumanizado.
Sin servicios
adecuados, sin seguridad, sin parques, sin calidad de vida el Tuy es lamentablemente,
a pesar de su belleza natural, de su historia y de sus hijos ilustres un
vividero, donde la muerte violenta está en cualquier esquina.
COMIDA:
La oferta alimentaria también es deficitaria, antiguamente el Tuy fue llamado
el “Granero de Caracas”, durante más de 200 años alimentamos a Caracas, hoy no
se produce nada y lo único que se siente es mucha pobreza y necesidades, la
delincuencia en las zonas rurales no permite ni la siembra, ni la tranquilidad.
En los pueblos tuyeros hay hambre, no hay suficientes en productos para
satisfacer la demanda.
EL GRAN DESAFÍO: Todavía estamos a tiempo de retomar los proyectos de ciudad que fueron
descartados, hace falta en primer lugar la voluntad de los tuyeros para llevarlos
adelante, unir a todas las fuerzas vivas y convencerlos que el Tuy puede ser la
mejor ciudad de Venezuela, la alternativa urbana a la capital. Comprometer al
poder político a darle al Tuy su autonomía jurídica-administrativa, sus
respectivos presupuestos para que una autoridad única coordine los diferentes
entes públicos y privados y lleve adelante el proyecto de ciudad.
La solución
del Tuy no es el ferrocarril, ya se demostró, sin la ciudad planificada con
calidad de vida solo reina el caos. El ferrocarril es un medio de transporte y
sin una ciudad sustentable, con buenos servicios, con seguridad ciudadana, con
trabajos y empleos de calidad, con recreación y cultura no vale para nada.
El Tuy pude
ser diferente si colocamos como prioridad en nuestra hoja de ruta ciudadana: HACER
UNA VERDADERA CIUDAD, no asumirlo es condenar a los tuyeros a tener que vivir
en un infierno. Con 10 años de un ferrocarril, ya colapsado y 20 de
negligencias continuas.
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