La Cruz Verde y su ceiba patrimonio ecològico y emblema de cueñidad.

Memorias de Cúa

 

             LA CALLE CRUZ VERDE DE CÚA Y SU CEIBA


200 años de historia un emblema de la cueñidad.
Manuel Monasterios

“Los pueblos que no conocen su historia y sus tradiciones desaparecen.
En los pueblos hay esquinas emblemáticas, lugares que recogen todo el sabor local, sitios en que se puede pulsar el sentir y el palpitar de una comunidad, en este oportunidad nos vamos a referir a la tradicional calle Cruz Verde de Cúa, hoy rebautizada con el nombre de nuestro primer prócer el general  José María Carreño.


Los terrenos propiedad de la Iglesia que permitieron el traslado de la población de Marín a su ubicación actual tenían su lindero oeste en lo que hoy conocemos como la calle La Florida (Plaza Bolívar), allí empezaban las tierras de la hacienda San José propiedad en el siglo XVIII del Marqués del Toro y sus herederos, en el siglo XIX perteneció a Don Carlos Herniáis. Es decir que el pueblo de Cúa llegaba solo hasta la calle Florida, sin embargo la presión demográfica en los años de bonanza que tuvo Cúa antes  del terremoto de 1878, dio inicio al poblamiento de  los alrededores de antigua Plaza de Santa Rosa (Hoy Plaza Bolívar) y el famoso plan de San José (Cuadra donde hoy está ubicado el Palacio Municipal)
Cúa es un pueblo atípico en cuanto a su crecimiento, generalmente los pueblos crecían formando cuadrículas partiendo de la plaza mayor o principal, frente a dicha plaza se construía el templo, la casa de gobierno, las casas de los habitantes principales y así hasta llegar a los sitios más alejados que denominaban despectivamente “orillas”. En el caso de Cúa el crecimiento parte del templo, ubicado conjuntamente con una plaza de mercado, la cual recibe posteriormente el nombre de Plaza Roscio y en el siglo XX su nombre actual plaza Zamora. Cúa no tuvo una plaza principal con sus cuatro esquinas, es a finales del siglo XIX en que aparece un terreno con mucho desnivel que la gente llamaba Plaza de Santa Rosa y a partir del año 1911,con motivo del Centenario de la Independencia, en que recibe la denominación oficial de Plaza Bolívar, al colocar en su  punto central un busto del Libertador Simón Bolívar, donado por el señor Andrés  Lasseres y elaborado en Francia por el escultor  francés Vital Dubray  el mismo que hizo la estatua pedestre del general Ezequiel Zamora.
En la última década del siglo XIX, la presidencia del gran estado Miranda ejercida por el general José María García compra a Don Carlos Herniáis un lote de terreno de la hacienda San José destinados al crecimiento de la población bajo la condición de ejidos municipales lo cual permitió el poblamiento, con la construcción de viviendas en una calle que recibió el nombre de Cruz Verde, haciendo alusión a la cruz de la Inquisición que se colocaba en la entrada principal de las poblaciones ,para evitar la entrada del mal a los pueblos y ciudades, es de interés señalar que la inquisición tuvo poco trabajo en estas tierras. En nuestro caso la cruz estaba colocada al lado de una gran ceiba que alguien sembró para que la cruz del catolicismo y la ceiba milagrosa protegieran al pueblo. Ese lugar  que marcada la bifurcación del camino a Tácata y a Charallave y según la leyenda  allí el cura Céspedes sacudió sus sandalias para no llevarse de aquel pueblo ni el polvo. Todavía hoy está la ceiba, este árbol perteneciente a la especie“Ceiba Pentandrade origen americano,  a la cual diversas culturas atribuyen poderes mágicos y sanadores, las almohadas rellenas del algodón que cubre su semilla eran usados para el buen dormir y la tranquilidad espiritual, transmitiendo a quien la use energía sanadora, en Cuba la religión africana Yoruba, los caribes la utilizaban para fabricar curiaras, la ceiba es el árbol nacional de Guatemala. Existe una creencia en la isla de Cuba que quien  le de 12 vueltas a las 12 de la noche a una ceiba se le cumplirá su deseo 
La Ceiba de la Cruz Verde

Debemos los cueños darle a esta ceiba protección especial y declararla como el árbol simbólico de Cúa, pues al igual que la campana de 1726 y el Nazareno de la hacienda Lecumberry han sido testigos de nuestro acontecer histórico. Rescatemos la ceiba de la Cruz Verde y también rescatemos la casona del Nazareno. La campana hay que averiguar dónde está o quien la tiene.

La calle Cruz Verde, conjuntamente con la calle Comercio concentraban las principales casa comerciales de la población y las viviendas de las familias representativas del pueblo, en estas calles se celebraban antes de su en cementado los toros coleados. En la primera etapa y los años correspondientes al siglo XX, recordamos, por relatos orales que nos han llegado, algunos de las familias propietarias y ocupantes de viviendas en dicha calle:
Partiendo nuestro recorrido en el tiempo desde la plaza Bolívar hasta la ceiba y la cruz verde
En la esquina de la Plaza Bolívar funcionó desde tiempos inmemoriales la Farmacia San José, fundada por Don José Perdomo, posteriormente pasó a manos de Don José Manuel Medina Serrano, el popular “Machete” y También estuvo Don Heriberto Bello
La famosa esquina de Don Rafael Serrano
El bar Caracas de Don Abraham García, posteriormente de  Don Otilio Osorio y hace unos cuarenta años se convirtió en la primera arepera que tuvo Cúa, al lado estuvo una de las casas de dos plantas que perteneció a Don Doroteo Angelino y en los años cincuenta Don Antonio Minicozzi construyó el primer edificio de los Valles del Tuy
La casa de habitación de Don Silvestre Hernández, posteriormente de Don Carmelo Arteaga, famoso por un árbol de olivo en la entrada, hoy funciona el edificio de Banesco, al lado la casa de la familia Hernández
A calle Cruz Verde tenía en su comienzo de la Plaza Bolívar una redoma de cemento donde se sentaban a tomar fresco debajo de un frondoso Samán, a frente funcionó la pensión de Doña Luisa Requena, en la esquina el negocio de Don Rafael Serrano y un poco más allá la barbería El Sol del “Maestro” León Guzmán.
1940 calle Cruz Verde hoy J.M. Carreño
Frente a esa barbería funcionó la escuela federal de varones Ezequiel Zamora, en la antigua casa de Don Manuelito Barco, Blas Santaella, hoy de la sucesión de Don Nazario Dugúm F.
Las esquinas, hoy con calle San Rafael, estuvieron los negocios de Don Luís Ricardo Ramos y al frente de Don Blas Santaella, hoy propiedad de Don Ramón Espinoza, al lado la casa de Doña Avelina Monasterios y de Don Tito Hernández hoy edificio Ocsami.

La esquina de la panadería fue la casa de las Poleo, hoy de los Quintiliani, al lado la casa de Don Pancho Monasterios hoy de la familia Manrique.
Don Arturo Borges construyo su casa al lado de la casona de Don Rafael Morante, hoy de la familia Osío Caballero, en esa misma cuadra estaban las casas de Don Félix Sosa, hoy de la familia Duc y de Oscar Marrero, al frente la casa que fue de los Angelino, posteriormente del Dr., Álvarez Valverde, hoy de familia Ventureli Lara, al lado estaba la casa de habitación de la familia de Don Ramón Oramas. La familia Piñango al frente, a vieja casa del telégrafo donde vivió la familia Jerez, posteriormente la familia de Don José Gregorio Piña, su esposa Laura  y Doña Ermelinda de Arteaga de grata recordación y al lado Mario Valetta construyó sobre el lecho del zanjón la edificación donde hoy está el restaurant Chino , seguido de la residencia de la familia Ramírez
Calle J.M. Carreño hoy antes calle Cruz Verde

La casa de habitación de Don Estanislao Acosta , quien construyó en sus patios utilizados para el secado de café una trilladora con una rueda de madera, la cual todavía está hoy en el edificio Candelaria propiedad de Don Salvador Minicozzi, un poco más allá la residencia de la familia Laseres Díaz-, Don Pedro Díaz, hoy clínica La Candelaria y en la esquina la residencia de Don Lope Díaz Milano y familia y funcionó el negocio de Don Sebastián Sotillo, hoy Centro Comercial Cruz Verde propiedad de los Angelino Díaz.
De renombre comercial fue siempre la casa de los Alfajores, por unos adornos en su cornisa en forma de los dulces de alfajores, propiedad de los Díaz Piñango. Terminaba la calle Cruz Verde con la centenaria ceiba, donde se quemaban los Judas Iscariote, los Domingos de Resurrección,después de la lectura del testamento,elaborado en tiempos remotos por los García y “la Justanera” y recientemente por los Díaz Piñango el monumento a la Cruz, se mantiene la tradición de la fiesta de los velorios Cruz en el mes de mayo, la Candelaria el 2 de febrero y otras fiestas tradicionales gracias al trabajo de las hermanas Díaz, especialmente Doña Cristina Díaz  de Minicozzi; al frente de antigua ceiba el famoso Bar de Don Oscar Paz, y su tradicional  licor autóctono de nombre “zamurito”,afamado entre los parranderos de ayer, especialmente quienes asistíamos a los toros coleados en Aparay.  Llegando al puente Gómez el negocio y residencia de Doña María Mirabal y de hija Ana Teresa excelentes cocineras que resguardaron la tradición culinaria de ayer
La plaza de la Cruz Verde
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Esta crónica no pretende hacer un listado completo de todos los residentes de la calle, muchos no están porque la memoria ya flaquea, les pedimos disculpas y nos comprometemos a remediar los lapsus. Nuestro objetivo es aportar a la memoria histórica de nuestro pueblo un granito de arena, para que las nuevas generaciones y quienes han hecho de Cúa su hogar conozcan nuestras raíces.
El viejo puente Gómez






Comentarios

  1. Interesante conocer de este pueblo de Cúa....si los gobernantes de turno lo quisieran de verdad seria un pueblo turístico....y es tan fácil hacerlo...simplemente proponérselo....llegará el dia que alguien ponga orden en el pueblo y lo haga vivible. Saludos profesor.

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