PARA ENTENDER MEJOR NUESTRAS GRAVES CONTRADICCIONES.
Palabras del Dr. Uslar en 1949 y ocurrre hoy.
Venezuela ha dado
grandes ensayistas y pensadores como la primera generación positivista: José
Gil Fortoul, Lisandro Alvarado, César Zumeta, Luis Razetti, Laureano Vallenilla
Lanz, Pedro Manuel Arcaya, Samuel Darío Maldonado, entre otros. Intelectuales bien estructurados como Mariano Picón
Salas, Mario Briceño Iragorri o Arturo Uslar Pietri. Escritores contemporáneos como Augusto
Mijares, Manuel Caballero, Ramón Guillermo Aveledo , Germán Carrera Damas, Luis
Castro Leiva por solo hacer mención de algunos.
El Dr. Arturo Uslar
Pietri (1906-2001) publicó entre 1948 y 1949 algunos ensayos en la prensa, específicamente
en su columna semanal Pizarrón del diario El Nacional, bajo una óptica donde se
entrecruzan la realidad y el pesimismo que cada día atesoran más vigencia.
“La publicación de 1949 está estructurada en cuatro partes a
partir de tres ejes que conforman los explícitos subtítulos:
petróleo-población-educación. El primero transita de manera recurrente y
machacona las causas, razones, equívocas medidas de gobierno, desintereses, y
despilfarros que llevaron a que –como advierte Uslar Pietri: Ante los
venezolanos de hoy está planteada la cuestión petrolera con un dramatismo, una
intensidad y una trascendencia como nunca tuvo ninguna cuestión del pasado.
Verdadera y definitiva cuestión de vida o muerte, de independencia o
esclavitud, de ser o no ser. No se exagera diciendo que la pérdida de la Guerra
de Independencia no hubiera sido tan grave, tan preñada de consecuencias
irrectificables, como una Venezuela irremediablemente y definitivamente
derrotada en la crisis petrolera”.
Estas palabras
escritas en 1949 cobran vigencia hoy ante la debacle del país, dejamos de ser
una nación dependiente de la renta petrolera, simplemente por manifiesta ineptitud
y una hiper corrupción que llevó a la quiebra a la primera empresa nacional,
generadora del 95% de las divisas: PDVSA.
Decía el Dr. Uslar en
1949 Venezuela tiene dos alternativas frente a la inconmensurable riqueza
petrolera: Utilizar sabiamente la riqueza petrolera para financiar su
transformación en una nación moderna, próspera y estable en lo político, en lo
económico y en lo social; o quedar, cuando el petróleo pase, como el
abandonado Potosí de los españoles de la conquista, como la Cubagua que fue de
las perlas y donde ya ni las aves marinas paran, como todos los sitios por
donde una riqueza azarienta pasa, sin arraigar, dejándolos más pobres y más
tristes que antes. (1949: 66) De campesinos sin tierra a citadinos sin
trabajo y sin democracia La segunda parte hace foco sobre los depositarios de
esta irresponsabilidad/corresponsabilidad y las consecuencias de tal funesto
destino: la población. Mezcla peligrosa de inmigrantes internos e inmigración
extranjera el petróleo reconfiguró a Caracas, en una ciudad de contrastes. El
espectáculo de la ciudad es entonces impresionante en su contraste: al lado de
los lujosísimos edificios y de las suntuosas autopistas, avecinando los barrios
más elegantes, centenares de miles de venezolanos viven en casuchas de cartón
que las primeras lluvias arrasan, sin luz, sin agua, sin servicios sanitarios.
(Uslar Pietri 1949)”
Serán estas palabras
pesimismo o realismo premonitorio de esta Venezuela que ha surgido en la etapa
post-petrolera.
Hay una verdad
dolorosa, la riqueza petrolera le sirvió a los venezolanos en muchos aspectos
positivos, pero no logramos consolidar
una verdadera República, con instituciones sólidas, con democracia. Al final
quedamos como dice Don Arturo Uslar abandonados y en pobreza colectiva, peor, como
si nunca hubiésemos tenido esa riqueza natural.
Antes de su muerte, en 2001, sobre el proceso de la revolución
bolivariana liderada por Hugo Chávez fue consecuente y comprometido con sus
ideas. Visitado por dos ministros del nuevo gobierno que iba a ser presidido
por Chávez, el escritor manifestó su desacuerdo con la convocatoria de una
asamblea constituyente que no pasara por una reforma previa de la Constitución
vigente y asestó una vez más: “Yo no soy mesianista. Espero que Chávez acierte,
pero creo que a los venezolanos les ha salido caro el mesianismo, el pensar que
un hombre determinado resuelve el problema: el problema lo resolvemos todos los
venezolanos o no los resuelve nadie. Si él se entiende como un caudillo
providencial, puede hacer mucho mal; pero si él se entiende como un gerente de
un negocio que no marcha muy bien y que hay que organizar, puede hacer mucho
bien. (Uslar Pietri 1999)”.
Estas lecturas y su síntesis
nos permiten un acto de reflexión que ojalá nos sea útil. Vamos seguir presentando
a los lectores algunas de las ideas expuestas por tan ilustres venezolanos.
Fuente bibliográfica:
De una a otra Venezuela. Arturo Uslar Pietri: glosas de una transformación,
angustias de una supuesta deformación (1947-1948).
Mariana Bendahan FF y L, UBA
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