"MENSAJE SIN DESTINO"



                                 MARIO BRICEÑO IRAGORRY

1951.

“La incomprensión del presente
nace fatalmente de la ignorancia del pasado.
Pero sería vano agotarse en comprender el pasado
si no se sabe nada del presente”
Marc Bloch.



La Venezuela posgomecista contó con un hombre excepcional el general Eleazar López Contreras, quien supo conducir la difícil transición de la dictadura a la democracia medinista Había una frase muy comentada en aquellos años: “VENEZUELA PADECE UNA CRISIS DE HOMBRES” se refería aquella afirmación que Venezuela no tenía gente capaz de sacarla adelante, ensayos como “Mensaje sin Destino” del escritor Mario Briceño Iragorry nos decía: ”Venezuela viene viviendo una etapa de su historia que coincide con las mismas condiciones cataclísmicas que Jacques  Marintain denunció en Francia cuando la caída de la Tercera República. Nos haya frente a frente con las formas más desvergonzadas del maquiavelismo político”.

En Venezuela no existe otra lógica política que el lucro. Ya no se busca como el arquetipo del venezolano al hombre capaz de crear cultura y de fijar líneas de moralidad pública. Andrés Bello, José María Vargas, Santos Michelena, Fermín Toro, Cecilio Acosta, Luís López Méndez, Rafael Arévalo González son entelequias sin función ejemplar en nuestro mundo, Por arquetipos se busca al afortunado negociante, un Alex Saab, al habilidoso político que aumenta en riqueza a costa del decoro personal o al amparo de turbias complacencias con los poderosos. La lista es muy larga y la encabezan alacranes dialogantes, oposición fabricada a la medida, comodines electorales como el Dr. Claudio Fermín. Dicho esto, parece que no pierden vigencia las afirmaciones de Don Mario Briceño, cuando nos habló de “Crisis de Pueblo”. No sé qué diría hoy al ver que el nuevo arquetipo de la Venezuela del siglo XXI, está más cerca de la psicología y el perfil de un José Tomàs Boves, del PRAN, del padrino o del patrón del mal. Cualquiera puede ocupar la primera magistratura, la realidad parece sacada del cuento “El Diente Roto” de Urbaneja Alchelpol. Se comprueba que la mayoría de los funcionarios de alto nivel no tiene el bagaje académico, ni de experiencia para sacar adelante sus responsabilidades y todo se concentra en una ecuación de corrupción e incompetencia con un denominador común de incondicionalidad total.  Los hombres y mujeres que manejan la nación tienen como inspiración la mediocridad, la pobreza mental, la insania en los procederes y los antivalores, al comprobar que el país se transformó en un muladar de corrupción.  Los militares no saben nada del pundonor, no creo que Don Mario Briceño   se pueda sentir feliz al comprobar que su tesis concientizadora de hace 71 años, hoy fue superada en males. Don Mario Briceño Iragorry no era un pesimista, tenía una fe muy profunda en la Venezuela que nacía al siglo XX en 1936, Su generación auspició con profundo sentido venezolanista los grandes cambios en la conducción de la administración pública, en la solución del problema educativo con  la creación del Instituto Pedagógico de Caracas, al traer a Venezuela a la Misión Chilena para su fundación, Que diferencia con las misiones cubanas de hoy, cuyo único interés ha sido el latrocinio de la Patria;  La  vergonzosa entrega a los rusos que tienen el cinismo de amenazar con una toma militar de Venezuela para negociar sus intereses europeos. Tiene Moscú en el Ministerio de la Defensa su más genuina representación.

Somos hoy el corral de los chinos, árabes, iraníes y cubanos. Poco a poco nos hemos convertido en una neo colonia. La palabra soberanía sobra.

Venezuela vive hoy su peor crisis, es un trance atroz, sistémico y total, abarca todas las aristas de nuestra existencia como nación, pero a pesar de todo no podemos ser pesimistas, podemos tener todo en contra, pero saldremos adelante y como el Ave Fénix renaceremos de nuestras cenizas, para jamás volver a repetir los errores que nos llevaron a la debacle total que hoy padecemos. Si no tenemos esta actitud optimista nos estamos condenando a vivir eternamente en el infierno.




“¿Qué más puede venir?

 Todo. Todo lo que una mente retorcida pueda imaginar puede estar en nuestro destino futuro. Cambiar ese destino es un imperativo vital, estamos en riesgo de disolución.

 

 

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