LOS EFECTOS DEL TERREMOTO DE CÙA.
LA FALLA VE 11 ES LA QUE PASA POR CÙA.
Quienes vivimos en Cùa y sus alrededores no podemos olvidar que
estamos en una zona sísmica afectada por la llamada “falla de Cùa”, derivada de
la falla de San Sebastián, Cúa
en 1878 se perfilaba con un presente de gran prosperidad y un futuro muy
promisor, lastimosamente la llamada falla
tectónica de Cúa, que corre paralela al rio Tuy desde Tácata hasta Ocumare del
Tuy se activó la noche del viernes de
Concilio del 12 de abril de 1878 y destruyó totalmente a la población con
un saldo inmenso de fallecidos, heridos y de emigrados. El censo de 1881,
seis años después del terremoto nos indica que la población había disminuido a
3.666 habitantes y a 663 casas, contando solo Cúa y Charallave, pues Tácata había
pasado a formar parte de Guaicaipuro.
La corteza terrestre está en continuo movimiento, y los
sismógrafos permiten detectar cada año no menos de un millón de seísmos, de los
que 150.000
son perceptibles en forma de sacudidas de la superficie
terrestre.
RUINAS DE CÙA. Cuadro de Cristóbal Rojas.
Sólo de dos a tres de todos ellos alcanzan la fuerza de
terremotos con destrucciones tremendas. El
terremoto de Cùa de 1878 por sus efectos y consecuencias ha sido, conjuntamente
con la tragedia de Vargas del año 1999 las tragedias naturales más destructivas
ocurridas en Venezuela. El terreno más fuerte de nuestra historia fue el
ocurrido en 1812.
La tragedia de Cùa del 12 de abril de 1878
significó el fin de una ciudad floreciente era la capital del
Distrito Guzmán Blanco, integrado por Charallave, Tácata y Cúa, con una
población, según el censo de 1876, de 16.444 habitantes y 3263 casas, en todo
el distrito. Cúa era conocida como La Perla del Tuy por su movimiento económico
como puente entre Caracas y los llanos de Guárico y Apure, casas comerciales
como Santana Hermanos, Hedrich & Compañía, Eraso Hermanos, Rohl &
Compañía; tenían representación en esta población y cumplían las funciones de
banca comercial en el manejo de préstamos y resguardo de dinero en efectivo, ya
que se movilizaban grandes montos en el negocio ganadero y agrícola.
Cúa, conjuntamente con Ocumare del Tuy eran los mayores productores de
Cacao durante la colonia, esa riqueza permitió la fundación de las poblaciones Tuyeras
durante la segunda mitad del siglo XVIII. Para el año 1876, dos años antes del
terremoto el censo nos indicaba que la producción de cacao había declinado a
43.010 kilogramos, sin embargo, el mismo censo ordenado por Guzmán Blanco deja
constancia que Cúa era el mayor productor en los siguientes rubros: Café 1.117.800 Kg.;
aguardiente 392.000 litros; papelón 478 800 Kg; maíz 4.388.400 Kg; caraotas
2.210.750 Kg; Almidón 4600 Kg.
Proceso de volcanes de arena licuefacción
La
Sociedad Liberal de Obras y Mejoras, había logrado la construcción de la
carretera del sur: Cúa-San Casimiro, inaugurada personalmente por el Presidente
General Antonio Guzmán Blanco en agosto de 1875, quien además donó un reloj
para la torre del templo y una campana. La plaza conocida hoy como Zamora tenía
el nombre de Roscio y donde hoy está la plaza Bolívar había un amplio terreno
conocido con los nombres de Plan de San José y posteriormente como plaza de
Santa Rosa.
Volcanes de arena
El
diario de la época “La Opinión Nacional” de la ciudad de Caracas hace una
interesante reseña que hoy resumimos:
·Lamentamos informar a nuestros lectores que la
floreciente ciudad de Cùa desapareció con el terremoto del pasado 12 de abril,
también causó daños materiales en Ocumare del Tuy, San Francisco de Yare, Santa
Lucìa, Tàcata y Charallave. Pero no en las condiciones destructivas que
ocurrieron en Cùa Del templo parroquial solo quedan ruinas, Las casas
particulares casi todas quedaron totalmente destruidas, calculando los daños en
una 500.000 Bs.
Templo reconstruido año 1929
Tan luego como el Ejecutivo Nacional fue informado del suceso despachó
para Cùa una comisión dirigida por el señor Tomàs Lander, quien condujo
medicinas, médicos, practicantes, se improvisó un hospital de campaña en la
casa de la hacienda Lecumberry, propiedad del general Laureano Carballo. Se
movilizaron desde Caracas 25 carros cargados de víveres, dinero para comprar
ganado vacuno. También se despachó un cuerpo de fuerzas armadas para mantener
el orden y evitar los saqueos, tropas al mando del general Pablo Manzano, tan
pronto llegaron a Cùa informaron, informaron a los ministros del Despacho lo
siguiente:
“El
espectáculo que tenemos a la vista es desastroso, horrible, indescriptible.
Donde antes existió la bella, rica y floreciente Villa de Cùa no hay más que
escombros, desolación y espanto. Solo algunas casuchas de paja o de tejas y
horconaduras quedaron de pie en las afueras. Una gran parte de la
población fue sepultada entre las ruinas. Los heridos y contusos graves son
muchos, todo inspira compasión. Repetimos a ustedes que el cuadro es indescriptible…”
Y continúa su comunicación pidiendo auxilios y dando nuevos informes que dicen:
“Anoche a las nueve y cuarto se oyeron aquí indistintamente ruidos lejanos,
semejante a detonaciones de cañón disparando con intermitencia de minutos. A
las once y cuarto hubo un fuerte ruido y prolongado temblor, más tarde hubo
otro menos intenso.
HACIENDA MARIN SIGLO XIX
··Aún que se ha dado
sepultura a más de 80 cadáveres y se han llevado para el cementerio veinte.
Ahora se ha calculado en más doscientos los insepultos. Son las ocho y media y
se siente otra vez ruidos y detonaciones y el tiempo empieza llover·.
Fue la primera vez que en Venezuela se efectuaba una movilización
nacional de auxilio ante una tragedia. El Ejecutivo Nacional en vista de la
comunicación de Tomàs Lander y del general Manzano despachó nuevos auxilios, lo
mismo que los gremios industriales de Caracas y la Guaira. Las Cámaras
Legislativas de la Nación dictaron acuerdo asociándose al duelo nacional en la
ocasión de la desgracia de Cùa y sancionaron medidas reparadoras, en parte, de
la catástrofe. Y el mismo presidente de la República, General Francisco Linares
Alcántara se trasladó a Cùa para imponerse de cerca de sus necesidades y
satisfacerlos. Se dijo que la acción del presidente Alcántara fue ampliamente
eficiente.
"Cúa dejó de ser para siempre: no queda sino el sitio
donde fue y allí tristísimo aspecto de mil edificios derrumbados, del templo no
quedó sino una columna con medio capitel", apuntó Antonio Díaz Rodríguez,
mediante una carta enviada al periódico La Opinión Nacional.
El impacto del terremoto se aprecia mejor en el súbito cambio de
la densidad poblacional, la cual pasó de 16.444 habitantes y 3.263 casas (censo
de 1876) a 3.666 habitantes y 633 casas (censo de 1881), una pavorosa
disminución del 80% en tan solo cinco años.
El registro total de afectaciones y pérdidas
por este evento difiere según varias fuentes de información, siendo para esa
época reseñado entre 400 a 2000 muertes, otros indican que solamente fueron
unos 300 muertos.
Otro elemento de interés se presenta como un
efecto sísmico a la ocurrencia de este fenómeno, ya que como iniciativa para la
asistencia de las personas afectadas el “Colegio Smith” conformó una Junta
Benéfica de carácter voluntario que entre sus objetivos se planteó la construcción
de un orfanato que diera hogar temporal a los niños huérfanos a causa del
terremoto; dicha institución logró brindar asistencia no solo a los niños de la
región ya que también recibía infantes de la ciudad capital. Un hecho poco
conocido es que fue en ese orfanato donde se dio la primera consulta médica
exclusivamente pediátrica en el país.
Muchos
fueron los habitantes de Cùa que por efectos del terremoto se fueron a vivir a
otros pueblos y ciudades. San Casimiro en el estado Aragua recibió un alto contingente
de cueños que hicieron grandes aportes al progreso de ese pueblo aragueño.
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