El Quijote venezolano.


Pudo un caraqueño inspirar la escritura de “El Quijote”? 

Don Alonso Andrea de Ledesma era un hidalgo de gran valor quien combatió junto a los conquistadores, Don Juan de Carvajal y el Capitán Diego García de Paredes, junto a ellos participo en las fundación del Tocuyo y Trujillo, también fue el primero en entrar a la fortaleza donde Lope de Aguirre resistía y fue uno de sus captores. 

También combate al temido Cacique Guaicaipuro en Lagunetas logrando que el Cacique se replegara. Poco después, en 1567 toma armas contra otros indios acaudillados por Guaicaipuro, derrotándolos en la batalla de San Pedro. Ese mismo año participa en la fundación de Caracas, ciudad de la que fue su primer alcalde y corregidor, haciendo su residencia en el pueblo de Baruta. Y así sigue combatiendo y participando en varias batallas hasta que en mayo de 1595 el pirata Ingles Amias Preston con seis barcos artillados toma por asalto el puerto de Guaicamacuto, localizado a media legua de la Guaira. 

Texto: Noticias 24

 No hay rastro de su insólita hazaña en Caracas, ni una placa en la capital venezolana que lo recuerde, pero pudo haber inspirado el aclamado personaje de la mayor obra narrativa en lengua española, “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Así, al menos, lo afirma una investigación finamente argumentada, aunque difícil de comprobar.
Se llamaba Alonso Andrea de Ledesma, tenía 58 años y murió en mayo de 1595 en una Caracas apenas poblada y sitiada por piratas ingleses, compinches del célebre Walter Raleigh, que azotaban el Caribe. Las referencias históricas señalan que De Ledesma, intentó él solo una desesperada resistencia contra la tropa de saqueadores,montado en un rocín, protegido con una armadura oxidada, un bacinete (casco) y armado con una lanza.

Los relatos también indican que los piratas, al ver el sorprendente reto del solitario defensor, le dieron muerte de un tiro de arcabuz, pero su resistencia generó tal sentimiento de respeto entre los asaltantes que su jefe, Amyas Preston, ordenó que lo cargaran sobre su escudo y le rindieran honores de héroe antes de sepultarlo.
Ante estos datos, el escritor e investigador venezolano Eduardo Casanova se pregunta si la imagen del viejo jinete, con una armadura oxidada y una lanza cargando solitario contra la horda de corsarios, no es demasiado familiar para el mundo contemporáneo.
Desde hace 30 años, Casanova sostiene que la historia de Alonso inspiró a Cervantes para construir su inmortal obra, publicada por primera vez en 1605. Para defender su tesis expone un conjunto de referencias históricas y coincidencias.
Casanova ha tratado de documentar su tesis hasta donde ha podido, aún sabiendo que se trata de una empresa quijotesca. Según el relato histórico, De Ledesma nació en España en 1537 y se embarcó a América, junto con su hermano Tomé. Su odisea lo llevó a Santo Domingo y en 1567 estuvo entre los conquistadores que, con Diego de Losada al frente, fundaron Caracas. Allí se estableció hasta su episodio final.
“El hecho que quiero reivindicar es la posibilidad real de que no sea mera especulación el atribuir en la muerte de Alonso Andrea de Ledesma la génesis del Quijote cervantino”, indicó Casanova.
Casanova destaca el deseo de Cervantes por viajar a América y su interés por los acontecimientos de las colonias. En su opinión, la hipótesis de que el personaje fue concebido en el pueblo manchego de Argamasilla de Alba se debe meramente a razones turísticas. “No hay indicios que haya sido allí”.

“En cambio, es un hecho demostrado que, poco después de la muerte de De Ledesma, cuando con toda probabilidad llegó a Sevilla la crónica del hecho narrada por Gaspar de Silva, Cervantes estaba en la ciudad”, expuso.
El fallecido historiador y escritor venezolano Francisco Herrera Luque, autor del éxito editorial “Boves, el Urogallo”, comentó en su obra de los ochenta “La Historia Fabulada” que el hermoso y verídico episodio del héroe “es desconocido por buena parte de los venezolanos, llegándose al extremo de afirmar que Alonso Andrea de Ledesma es el Quijote venezolano”.
Ledesma murió en 1595 y el Quijote fue publicado en 1605. De hablar con propiedad más bien deberíamos decir que el Quijote es el Ledesma español. Yo pregunto, ¿por qué Alonso Andrea de Ledesma, cuya sangre corre por las venas de millones de nuestros compatriotas, no tiene un monumento que recuerde su gesta?”, escribió.


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