Conociendo la historia de Cúa N° 5 La Esclavitud

                                  CÚA Y LA ESCLAVITUD.


Cúa tuvo su origen en las prácticas de la esclavitud.


Informe de DON PEDRO JOSE DE OLAVARRIAGA INSTRUCCIÓN GENERAL Y PARTICULAR DEL ESTADO PRESENTE DE LA PROVINCIA DE VENEZUELA EN LOS AÑOS DE 1720 Y 1721.
Los valles del Tuy eran conocidos como Tierra Adentro de la provincia de Caracas.

“Tierra Adentro:
 Esta jurisdicción es limitada en Tierra Adentro, al Oeste por la jurisdicción de Valencia en sitio llamado Purica, al Sur por la jurisdicción de San Sebastián; al Este por la provincia de Cumaná en las quebradas de Unare. Las mayores poblaciones o valles que se hallan en este distrito son primeramente el Valle del Tuy, el mayor de todos por la cantidad de sus haciendas, cuyo producto se avalúa a veinte y cinco fanegas por cada mil árboles; aunque varias personas dicen extrajudicialmente que llegan de veinte y cinco a treinta fanegas.  (Fanegas es una medida del área o extensión  de una hacienda, hoy hectáreas)   Informe Olavarriaga.
                                                                                        Fanegas (Tierras) Árboles
Arboles

Don José Felipe de Arteaga ...........................................................625           25.000
Doria María Juana Piñango ........................................  …………150             6.000
Don Agustín Piñango .................................................................... 750            30.000
Don Bernardo del Toro ................................................. …………500           20.000
Don Manuel Pacheco .................................................................... 375           15.000
Don Pedro de Flores ..................................................... …..…...…125             5.000
Don Alonso de Arguinsones .......................................................... 500           20.000
Don Antonio de Sosa ..................................................................... 200             8.000
Don Francisco Blanco .................................................................. 400            16.000
 El Marqués de Mijares ................................................................ 400           16.000
Sebastián de Castro ...................................................................... 300            12.000
Don Lorenzo de Aponte ............................................................... 250            10.000
Don Juan de Solórzano ................................................................ 250            10.000
 Don Antonio Pacheco ................................................................. 250             10.000
La hermana de Don Antonio Pacheco ....................................... 250             10.000
Simón Piñate ..........................................................................   .... 900            36.000
Don Juan Sebastián Mondragón ................................................ 150               6.000

Santa Rosa del valle de Marín(Cúa) se funda dentro de la hacienda del marqués del Toro con la finalidad de atender a la población esclava de las haciendas del llamado:” Partido del Tuy Arriba” (1690).
El cepo utilizado en las haciendas para castigar al esclavo rebelde.

En un censo de propietarios de esclavos del año 1790 aparece la siguiente relación:
Los herederos de Carreño tenían 37 esclavos. El Marqués del Toro 154 esclavos, era dueño de haciendas como Marín y Buena Vista, conocida en ese entonces como Guacamaya. El Marques de Mijares, propietario de la hacienda el Palmar 56 esclavos. El Conde Tovar propietario de la hacienda Tovar 23 esclavos. Don Nicolás Tachón, propietario de la Hacienda Tazón 78 esclavos. Don Diego Ledesma propietario del valle de Aniagua y Macaguita 69 esclavos. Don Juan Solórzano, propietario de Tarma 56 esclavos. Don Juan Piñango 47 esclavos. El Conde de San Javier propietario de Murciélago y el Sitio Hoy Las Mercedes 52 esclavos. Sebastián Mondragón dueño de Mume, (Hoy La Culebra) 54 esclavos Don José Ignacio Lecumberry 36 esclavos.
Estos serían los propietarios más destacados de la jurisdicción de Cúa, en un censo de 1790. Este Censo indica que, en la jurisdicción de Cúa, había para esa fecha 1265 esclavos.
Esclavo cimarrón

La relación entre los esclavos y sus amos no era fácil, ni bucólica, se lograba mantener retenidos a los negros por el rigor de los controles y la dureza de los castigos. Ningún negro esclavo podía vivir fuera de la vigilancia de los amos blancos, los negros libres, no podía circular entre pueblos sin una autorización escrita y refrendada por las autoridades. Los negros libres no podían dedicarse al comercio, ni portar armas. A los esclavos les estaba prohibido salir en las noches, sin licencia de los amos, les estaba vedado entrar a los mercados indígenas. Los negros libres y los pardos no usaban bastones con empuñaduras de metal y no podían usar joyas. A las mujeres pardas les estaba prohibido usar un pañolón o manto, que era de uso exclusivo de las mujeres blancas criollas. Del uso de este mato deriva el nombre de mantuanos, utilizado para designar a la clase social de los blancos criollos.
Los castigos a los negros esclavos, por violación de las normas prohibitivas, eran aplicados por los caporales de las haciendas. En los patios de las propiedades siempre estaba instalado el cepo, hecho con maderas fuertes como la caoba y la vera, con cadenas para inmovilizar de pie y manos al esclavo infractor. Allí se aplicaban los azotes de acuerdo a la falta, en un número incluso que podía pasar de cien, se les podía suspender la comida por varios días, apenas se les daba agua, siempre encadenados al cepo. Si el delito era mayor, como robo, violaciones, asesinatos o fugas, le podían castrar, mutilar, cortar los pabellones de orejas e incluso llegar hasta la muerte lenta, por tortura y hambre. Los negros esclavos ante semejantes castigos preferían huir y formar cimarroneras, en los sitios más profundos de las montañas. Muchos de estos negros alzados terminaron asaltando, robando y matando para sobrevivir.
Los caporales de diversas haciendas, con la anuencia de algunos amos, organizaban partidas de caza, donde la presa no era un venado o un tigre, sino un negro cimarrón, por el que se pagaban jugosas recompensas, al entregarlos a sus amos, vivos o muertos.

Los negros y negras escogidos para servir en las casas de los señores recibían un trato más humano, sus labores eran propias de la vida doméstica, como, por ejemplo: cocinar, lavar, limpiar, llevar el reclinatorio a la iglesia, para que el ama se arrodillara a rezar, en la colonia, no había bancos en las Iglesias. También trasladaban a los amos en sillas de mano y parihuelas, como bestias de carga. Hacían las compras en los mercados públicos. Ayudaban en la crianza de los niños y niñas blancas, como es el caso de nuestro Libertador quien es prácticamente criado por esclavas, debido a la enfermedad de su madre. Pero también el atractivo sexual de las negras y después de las mulatas, hace que la sangre del blanco se uniera a la negra, dando comienzo al proceso de mestizaje, único en la historia. Los amos blancos dominados por la lujuria, van dejando una estela hijos de variada pinta, origen del grupo social llamado los pardos. También algunas blancas se sentían atraídas por la piel morena; aunque los matrimonios interraciales estaban totalmente prohibidos.
En 1771-1774 se observa en los Valles del Tuy la presencia de una guerra de guerrillas inspiradas en el negro Guillermo, esclavo del terrateniente Marcos Ribas. Los insurrectos, ocupaban haciendas, destruían sembrados y mataban a los miembros de los cuerpos armados que tenían, los amos, incluso llegaban a liberar a otros esclavos para incorporarlos a las guerrillas. Estos cimarrones, aunque en número reducido estuvieron siempre presentes en zonas de grandes montañas, especialmente hacia Barlovento En 1814 en plena guerra de Independencia, las fuerzas realistas de Boves les invitan incorporarse como soldados del Rey a la “Rebelión” contra los blancos criollos, partidarios éstos, de la Independencia y así consumar su desquite, con el saqueo, las violaciones y las matanzas, acciones que caracterizan las luchas de este período. Boves es el primero que usa la guerra de clases en Venezuela, como instrumento de exterminio y venganza.
Cuadro alegórico el Presidente José Gregorio Monagas decretando la libertad de los esclavos

 Tomado del libro “Crónicas de Cúa” autor Manuel Monasterios.


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